Río de Janeiro.- El Banco Central de Brasil elevó la tasa básica de intereses en un punto porcentual, hasta el 11,75 % anual, en un intento de frenar la creciente inflación, que se ubica en el 10,54 % interanual y amenaza con dispararse aún más por los efectos de la guerra en Ucrania.
Se trata de la mayor tasa en el país de los últimos cinco años, pese a que en esta oportunidad, el Comité de Política Económica del emisor brasileño (Copom) decidió ablandar la elevación gradual del costo del dinero, que desde octubre venía impulsando aumentos de 1,5 puntos porcentuales.
Esto, porque según las estimaciones del Banco Central, tras un año de alzas, los tipos seguirán subiendo para contener la subida de los precios y cerrarán 2022 en el 12,75 % anual, pero caerán a 8,75 % a finales de 2023, en concordancia con los cálculos que estima para la inflación.
De acuerdo con el comité, la situación que se vive en el este de Europa aumentó la incertidumbre sobre el escenario económico en todo el planeta.
«El conflicto entre Rusia y Ucrania ha provocado un endurecimiento significativo de las condiciones financieras y una mayor incertidumbre en torno al escenario económico mundial. En particular, el choque de oferta derivado del conflicto tiene el potencial de exacerbar las presiones inflacionarias que ya se han estado acumulando en las economías emergentes y avanzadas», señaló el Copom en un comunicado.
Según el comité, las proyecciones para la inflación en 2022 son de 7,1 %, muy por encima de lo previsto por el emisor.
Para este año, el Banco Central se impuso una meta de inflación del 3,50 % con un margen de tolerancia de 1,5 puntos porcentuales hacia arriba o hacia abajo, con lo que el techo se ubica en el 5 %.
La inflación de Brasil subió desde el 10,38 % interanual en enero hasta el 10,54 % en febrero, cuando los precios aumentaron 1,01 % frente al mes inmediatamente anterior, el alza más alta para este mes desde 2015.