Londres.- La primera ministra de Reino Unido, Theresa May, busca destrabar las negociaciones sobre la salida de Reino Unido de la Unión Europea (UE) o Brexit durante reuniones en Bruselas con los presidentes de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y del Consejo Europeo, Donald Tusk.
Uno de los puntos más álgidos es la factura que el gobierno británico deberá pagar una vez que abandone el bloque de naciones en marzo de 2019.
Otro de los puntos de la negociación es mantener una frontera flexible entre la provincia de Irlanda del Norte y la República de Irlanda, por la que diariamente transitan libremente miles de personas y mercancías.
Una vez que Reino Unido abandone la Unión Europea, ésta será la única frontera terrestre que compartirá con un país europeo, la República de Irlanda, con la que tiene una línea divisoria de unos 500 kilómetros.
Se estima que diariamente cruzan esta frontera invisible unas 35 mil personas que asisten a sus lugares de trabajo, escuelas y servicios de salud.
Los primeros informes de prensa en Reino Unido señalan que ha habido avances en el tema de la frontera entre las dos Irlandas y que la Unión Europea ha hecho concesiones, a pesar del pesimismo inicial que no auguraba acuerdos.
El próximo 15 de diciembre, durante la Cumbre del Consejo Europeo, los 27 países del organismo decidirán si existen avances suficientes para iniciar las negociaciones de un acuerdo comercial entre Reino Unido y el bloque europeo.