Washington.- El presidente Donald Trump actuó con cobardía y de manera cruel al optar por eliminar de manera gradual el Programa de Acción Diferida para Llegados en la Infancia (DACA) y las consecuencias de su acción serán padecidas no sólo por los «dreamers» sino por el país, consideró hoy la prensa de los Estados Unidos.
Algunos de los principales diarios del país indicaron en sus páginas editoriales que la decisión de Trump de dejar en manos del Congreso el destino final del programa y sus casi 800 mil beneficiarios, conocidos como soñadores o dreamers, equivale a una sentencia de muerte gradual, dado los mínimos prospectos de que se apruebe una ley al respecto.
Para el diario Los Angeles Times el anuncio hecho el martes a nombre del presidente por el Procurador General, Jeff Sessions, “fue un acto de pura crueldad por parte de Trump”, que amenaza el bienestar de estos jóvenes inmigrantes, quienes, acotó, están en el país no por culpa suya, sino como resultado de decisiones de sus padres.
“Al parecer, el presidente no tuvo el coraje de ponerse de pie frente a las cámaras y deshacerse públicamente de los sueños de cientos de miles de personas, de modo que el Procurador General, Jeff Sessions, hizo el anuncio en un discurso bajo en detalles y alto en elogios de su jefe”, indicó el rotativo.
The New York Times hizo eco de la decisión de Trump de dejar en manos de Sessions el anuncio, al indicar que este “ni siquiera tuvo las agallas para hacer el trabajo él mismo”, y optó por enviar a un proclamado antiinmigrante como el Procurador General “a hacer el trabajo sucio”.
El diario dijo que aunque el programa iniciado en el 2012 por el presidente Barack Obama no fue la mejor solución para la situación que enfrentaban estos jóvenes, fue la única “opción humana” ante el fracaso del Congreso para aprobar una reforma migratoria significativa en las pasadas dos décadas.
USAToday por su parte estimó que el anuncio del martes fue una suerte de boomerang lanzado por Trump contra sí mismo y su partido, haciendo notar que esta decisión, sumada al perdón que otorgó al exalguacil Joe Arpaio, “parecen destinados a lastimar al Partido Republicano con estos votantes durante años”.
El matutino desestimó que el Congreso dará respuesta legislativa a la situación de estos jóvenes, y advirtió del fracaso del razonamiento de Trump de que podrá usar a DACA como moneda de cambio para presionar a los legisladores a aprobar los fondos para la construcción del muro en la frontera con México.
“Eso es locura. Demasiados republicanos, particularmente en la Cámara de Representantes, se mantiene firmes en su oposición a DACA, y muy pocos demócratas están dispuestos a cooperar con Trump”, apuntó.
Para The Washington Post, si bien el anuncio de Trump desilusionó a algunos de sus más radicales simpatizantes que esperaban una cancelación inmediata del programa, lo que hizo empero fue poner en marcha “una sentencia de muerte en cámara lenta, a menos que el Congreso pueda superar el impasse en el tema”.
Como otros medios, el Post acusó a Trump de falta de coraje al dejar el anuncio en manos de Sessions, “un antiinmigrante extremista que pareció deleitarse hundiendo un cuchillo sobre DACA”.
“La orden de Trump es un asalto sobre la razón económica. Al trastornar los prospectos de educación y de empleo de mucha gente joven prometedora, Trump ha arrebatado sus prospectos educativos y puesto en peligro sus empleos. Ahora, a menos que el Congreso actúe, Estados Unidos sufrirá junto con los ‘dreamers’”, advirtió.
El conservador The Chicago Tribune externó su confianza de que el ultimátum dado por Trump al Congreso pueda revivir la Ley de Desarrollo, Alivio y Educación para Menores Extranjeros o ley DREAM a través de al menos dos versiones pendientes en el Senado y la Cámara de Representantes.
“Eso presenta la oportunidad para negociar tal vez un proyecto de ley DACA que sea incorporado a un proyecto de ley presupuestaria, o uno que se refiera a la seguridad fronteriza. Lo que no queremos ver, sin embargo, es un trueque que le de a Trump fondos para su muro mexicano, una idea que creemos es una locura”, precisó.