Washington.- El exdirector de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), James Comey, sostiene en sus memorias que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, construyó un “capullo de realidad alternativa” con el que busca envolver a todos sus colaboradores en el gobierno.
Comey, quien fue despedido por Trump en mayo de 2017, describe en el libro a Trump como un mentiroso congénito y un líder carente de ética, carente de emoción humana e impulsado por su ego personal, de acuerdo con extractos publicados por el diario The Washington Post.
El libro “Una Lealtad Mayor: Verdad, Mentiras y Liderazgo”, de 304 páginas, está previsto a salir a la venta al público el próximo martes, en la primera de una serie de memorias en torno a la Presidencia de Trump y antes de un libro similar del exdirector de Inteligencia Nacional, James Clapper.
En respuesta, el mandatario acusó esta mañana en su cuenta de Twitter a Comey de ser un “FILTRADOR & MENTIROSO”, con mayúsculas.
“Virtualmente todos en Washington pensaban que debía ser despedido por el terrible trabajo que hizo hasta que fue despedido. Filtró información clasificada, por lo que debería ser juzgado. Mintió al Congreso bajo JURAMENTO”, añadió Trump.
El libro narra el encuentro en la Torre Trump de Nueva York en enero de 2017, cuando Comey compartió con el presidente el archivo de material sensitivo que contenía alegaciones de que los rusos lo habían filmado con prostitutas en Moscú en 2013.
“Me dijo que quería que lo investigara para probar que nunca ocurrió y luego dijo algo que me distrajo: ‘aún si mi esposa piensa que 1.0 por ciento de eso es verdad, eso es terrible”, comentó Comey este viernes.
Comey dijo haber dicho a Trump que debía “tener cuidado con eso porque podría crear una narrativa de que lo estamos investigando a él personalmente y es muy difícil probar que algo no ocurrió”.
Las agencias policiales y los servicios de inteligencia de Estados Unidos estaban preocupados por la información en el archivo, porque consideraban que podía ser usada por los rusos para extorsionar al presidente.
Sobre la presunta injerencia de Rusia en las elecciones, el exdirector del FBI indicó asimismo en la entrevista que el presidente y su equipo parecían estar más preocupados sobre cómo el incidente podría impactar su imagen más que al país.
“Su primer pregunta fue confirmar que no tuvo impacto en la elección y después la conversación se inclinó para mi sorpresa hacia una conversación sobre relaciones públicas sobre cómo se debía posicionar el equipo de Trump y qué debían decir”, comentó Comey.
De hecho el equipo de Trump empezó a redactar un comunicado de prensa, ante la presencia de los jefes del FBI y de inteligencia de Estados Unidos.
“Hasta donde recuerdo, nadie preguntó: ¿qué más viene de los rusos, cómo lo detenemos?… todo fue sobre qué podemos decir y cómo afectó la elección que acaba de ocurrir”, añadió Comey.
Para el exdirector de la CIA y exdirector de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA), Michael Hayden, el episodio confirma que el presidente trata al FBI como empleados de su corporación, como si sólo tuvieran una lealtad hacia él y no hacia un marco legal y constitucional.
“Lo que tenemos es un presidente y un equipo alrededor del presidente cuyo lente para considerar este tipo de cosas, es ellos mismos, la ‘marca Trump’ lo que les preocupa, más que el más amplio interés estratégico de Estados Unidos”, dijo Hayden a la cadena CNN.
Hayden recordó que, efectivamente, la declaración de que las acciones de los rusos no tuvieron impacto en la elección, fue incluido en el comunicado de prensa de la Casa Blanca.
Los aliados del presidente Trump están preparando una extensa campaña de desprestigio contra Comey para socavar su credibilidad en vísperas de la salida del libro, de acuerdo con CNN.
La campaña, que según la cadena informativa fue ideada por el Partido Republicano y aprobada por la Casa Blanca, incluye mensajes en redes sociales y un libreto de puntos contra Comey que será enviado a los republicanos en todo el país.