Ucrania rechaza críticas de Eslovaquia y Hungría por limitar tránsito de crudo ruso

El presidente de Eslovaquia, Peter Pellegrini, advirtió el miércoles a Kiev de que tendría que "reaccionar" a menos que "la situación mejore"

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Leópolis.- Ucrania niega que su decisión de interrumpir el tránsito de petróleo de la sancionada empresa rusa Lukoil a través de su territorio tenga un impacto en la disponibilidad de crudo en Hungría y Eslovaquia, y defiende su derecho a mermar una de las principales fuentes de financiación de la maquinaria bélica rusa.

Los volúmenes de petróleo que los países europeos han recibido a través del oleoducto Druzhba en julio no han disminuido después de que Ucrania aplicara sanciones contra Lukoil, ya que otras empresas rusas han continuado el tránsito, subrayan los representantes de Ucrania.

«Ucrania no puede transportar petróleo de Lukoil, pero el volumen total de tránsito no ha cambiado», declaró el presidente de Naftogaz, Oleksí Chernishov, en una reunión de Zoom con inversores, informa la edición ucraniana de Forbes.

Mientras que Hungría y Eslovaquia reciben respectivamente un tercio y un 45 % de su petróleo de Lukoil, también disponen de otras rutas logísticas, informó el miércoles por la noche el Centro ucraniano para la Lucha contra la Desinformación.

Eslovaquia no sentirá los efectos de la decisión de Ucrania, ya que también recibe petróleo de otras compañías rusas, como Tatneft o Gazprom Neft, subrayó también el Centro.

El presidente de Eslovaquia, Peter Pellegrini, advirtió el miércoles a Kiev de que tendría que «reaccionar» a menos que «la situación mejore».

Mientras tanto, Budapest ha vinculado su bloqueo continuado del desembolso de 6,5 millones de euros del Fondo Europeo para la Paz para Ucrania a la revocación de la decisión de Ucrania.

Ambos países pidieron apoyo a Bruselas y también insinuaron que las exportaciones de electricidad y gas a Ucrania a través de sus territorios podrían verse afectadas.

Sin embargo, la prohibición del tránsito de petróleo de Lukoil viene de lejos y tanto Hungría como Eslovaquia han tenido tiempo suficiente para prepararse, escribe Olena Lapenko, del grupo analítico DiXi, en sus análisis para el diario Ukrainska Pravda.

«La parte ucraniana ha advertido en repetidas ocasiones de sus intenciones de endurecer las sanciones», subraya.

Mientras que el tránsito de su petróleo a través de Ucrania no se detuvo hasta el 28 de junio, Lukoil ha estado bajo sanciones ucranianas desde 2018.

En los últimos años, Hungría ha ampliado su infraestructura petrolera y su economía podría arreglárselas sin el tránsito de petróleo ruso a través de Ucrania, creen los analistas ucranianos.

El Kremlin, con la ayuda de sus socios húngaros y eslovacos, fomenta deliberadamente «un conflicto imaginario» con el fin de aumentar los sentimientos antiucranianos entre los ciudadanos de Hungría y Eslovaquia para justificar el bloqueo por parte de sus gobiernos de la ayuda militar a Ucrania y su integración euroatlántica, opina el experto en energía Volodímir Omelchenko.

Ucrania ha tenido todo el derecho a imponer sanciones al tránsito de petróleo ruso, subraya en su análisis para el centro de estudios Razumkov Centre, con sede en Kiev.

Había evitado hacerlo gracias a la petición de la UE y al compromiso de Hungría, Eslovaquia y Chequia de poner fin al suministro de petróleo ruso para 2027 mediante la diversificación.

Los ingresos procedentes de las exportaciones de petróleo han sido clave para que Rusia haya podido librar la guerra contra Ucrania, y Kiev también contempla la ampliación de las sanciones contra otros proveedores de petróleo ruso.

El tránsito de petróleo de Lukoil y otros proveedores a través de Ucrania ha reportado a Rusia unos 6.000 millones al año desde el inicio de la invasión, subrayó el Centro para la Lucha contra la Desinformación.

Es «la ausencia de sanciones reales de la UE y el G7 contra el petróleo de los oleoductos rusos durante más de dos años» lo que ha obligado a Ucrania a tomar la iniciativa, afirmó también.

Debido a las numerosas lagunas del régimen de sanciones y a las compras de países como China, Turquía y la India, Rusia recibe casi 600 millones de euros diarios por la venta de petróleo y derivados, señaló Lapenko.

«Privar a la Federación Rusa de estos ingresos es una tarea clave para Ucrania», subrayó.

Mientras tanto, los intentos de Hungría y Eslovaquia de chantajear a Ucrania con el suministro de electricidad o gas parecen «incorrectos» en el contexto de los continuos ataques rusos, la destrucción del sistema energético ucraniano y una posible catástrofe humanitaria, concluye la experta.

Según Budapest, Ucrania recibe alrededor del 42 % de las importaciones de electricidad a través del territorio de Hungría, mientras que algunas de sus importaciones de gas también llegan a través de Eslovaquia.