Bruselas.- Los países de la Unión Europea tratarán de llegar a un acuerdo en noviembre sobre más medidas de emergencia para hacer frente a los elevados precios del gas, según han declarado varios responsables, aunque los países siguen discrepando sobre la forma que adoptarían esas medidas y sobre si deberían limitar los precios del gas.
Mientras Europa se adentra en un invierno de escaso suministro de gas ruso y elevados costes energéticos, los ministros de Energía de la UE se reunirán el miércoles en Praga para debatir sus próximas medidas, tras haber aprobado ya los gravámenes de emergencia de la UE sobre los beneficios extraordinarios de las empresas energéticas, las obligaciones de llenado de los depósitos de gas y los recortes de la demanda de electricidad.
La mayoría de los países de la UE considera que el siguiente paso debe ser la limitación del precio del gas, pero no se ponen de acuerdo sobre si debe aplicarse a todo el comercio de gas, a los contratos a largo plazo o solo al gas utilizado para producir electricidad. Otros, como Alemania, siguen oponiéndose.
Un alto responsable de la UE dijo que la reunión del miércoles debería reducir las opciones para que la Comisión Europea pueda proponer una nueva legislación este mes.
«Los Estados miembros utilizan las mismas palabras, pero no necesariamente en el mismo sentido, así que tenemos que reducir (las opciones)», dijo el responsable.
Los ministros debatirán también el miércoles la compra conjunta de gas entre países y la posibilidad de negociar precios más bajos con proveedores alternativos a Rusia, como formas de que la UE controle los precios de la energía.
La República Checa, que actualmente preside las reuniones de los ministros de la UE, convocará una reunión de emergencia de los ministros de Energía en noviembre para aprobar las propuestas, dijo el responsable.
Tres representantes de países de la UE se mostraron de acuerdo con ese calendario, pero dijeron que los Estados siguen discrepando sobre las medidas a tomar. «Es difícil que haya consenso porque cada uno tiene sus propias preferencias», dijo uno de ellos.
El alto responsable de la UE dijo que, en su opinión, los países se inclinan por el «modelo ibérico» de limitar el precio del gas utilizado para la generación de energía.
España y Portugal limitaron el precio del gas utilizado en la generación de electricidad en junio, lo que ha contribuido a frenar los precios locales de la electricidad. La idea ha ganado adeptos entre otros países, aunque a algunos les preocupa que pueda aumentar la demanda de gas de la UE, ya que el uso de gas en España aumentó con la medida.
La Comisaria de Energía de la UE, Kadri Simson, dijo la semana pasada que Bruselas podría aprender del sistema, pero que no era adecuado para implantarlo inmediatamente en toda Europa debido a las especificidades locales, como las numerosas terminales de gas natural licuado de Iberia, de las que carecen muchos países de la UE.
Los países también tendrían que decidir la manera de compensar a las plantas de gas por la diferencia entre el precio tope y el precio de mercado más alto al que compran el combustible, ya sea mediante financiación pública o una tasa a otros generadores de energía.
«Sería realmente costoso para muchos Estados miembros», dijo uno de los responsables.