Se desbordó la “cargada” como en los tiempos de los “dinos”; mesura en el sector bancario
Agustín Vargas
La “cargada” a favor de la precandidatura presidencial de José Antonio Meade Kuribreña, que apenas tenía un año dos meses en el cargo de secretario de Hacienda y Crédito Público, luego de pasar por las secretarías de Relaciones Exteriores y la de Desarrollo Social en la actual administración, se desbordó no sólo entre los priistas de los sectores obrero, campesino y popular, sino también en el sector privado.
El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) encabezó los parabienes a Meade Kuribreña, luego de manifestar su respaldo a los recientes cambios en el gabinete anunciados por el Presidente Enrique Peña Nieto, ante lo que señaló espera continuidad en las políticas hacendarias que se venían aplicando.
“Tenemos confianza en que el nuevo Secretario de Hacienda y Crédito Público, José Antonio González Anaya, mantendrá la solidez y certeza en la conducción económica del país, y con quien trabajaremos de cerca, como lo hemos hecho institucionalmente con quien fuera el Secretario de Hacienda, José Antonio Meade, cuyo trabajo coordinado con el sector bancario y sus aportaciones a la estabilidad financiera del país, las hemos reconocido en su momento. El nombramiento de González Anaya es sin duda un acierto”, expresó el CCE.
Con el autodestape de Meade Kuribreña la cargada se desbordó a todo lo que dio como en los viejos tiempos, en los que los llamados dinos hacían gala de su poderío dentro y fuera del PRI.
Banqueros mesurados
Más tarde, la Asociación de Bancos de México hizo lo propio, aunque más mesurado Marcos Martínez Gavica, presidente de los banqueros, prácticamente pintó su raya.
“Frente a los eventos del día de hoy, como lo hemos dicho siempre, nosotros hacemos banca, no hacemos política. Para nosotros, con independencia de las decisiones que tomen cada uno de los partidos políticos respecto a sus candidatos, lo importante es que se garantice un proceso democrático y competitivo, en el que las propuestas sean el eje de las campañas”, expresó el líder del sector bancario.
Y continuó: “La ABM, como siempre, dará cabida a todas las voces y trabajará de la mano de cualquier candidato que resulte elegido en el proceso electoral de julio de 2018”.
Unción, desde hace más de un año
En marzo de 2016, en el marco de la inauguración de la 79 Convención Bancaria. El Presidente Enrique Peña Nieto se hizo acompañar, entre otros integrantes de su gabinete, por José Antonio Meade Kuribreña, a quien recientemente había designado como secretario de Desarrollo Social, luego de haber sido removido como titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
El mandatario dedicó al joven secretario de Desarrollo Social una serie de elogios por su desempeño como funcionario leal, apegado a los objetivos del gobierno peñista.
Meade Kuribreña, por supuesto, se sintió como uno de los posibles ungidos para la carrera por la Presidencia de la República. Desde ese momento, el entonces titular de la Sedesol se dedicó a trabajar con más ahínco, según él, no sólo en la atención a los pobres de este país, principal tarea de la Sedesol, sino también en el desarrollo y diseño de su imagen pública.
Pepe Toño, como suelen decirle sus allegados e igualados, ya para ese entonces secretario de Hacienda y Crédito Público, pues fue nombrado en esa dependencia en septiembre de 2016, se presentó como un político joven e innovador, abierto a toda la sociedad, pero también dejó claro que es un político versátil, sin predilección partidista, que lo mismo sirve a gobiernos panistas, como sucedió en el sexenio anterior, como a gobiernos del PRI.
En aquella reunión nacional de la banca, celebrada en Acapulco, Meade fue ovacionado, aplaudido a más no poder. Literal, salió como torero del ruedo, sólo faltó que los banqueros e invitados lo cargaran en hombros para cerrar con broche de oro.
Por supuesto, no podía faltar la foto del recuerdo. Al joven titular de la Sedesol de aquel entonces, lo esperaba su padre, Don Dionisio Meade, quien saltó de entre la hilera de sillas al paso del Presidente Peña Nieto para tomarse la foto con él y su hijo José Antonio, como si todo estuviera preparado para ello.
La carrera en busca de la candidatura presidencial se dio antes de tiempo y justo José Antonio Meade sonó desde entonces en los círculos políticos como posible candidato en 2018.
Más aún, en abril de 2016 Consulta Mitofsky publicó una encuesta donde preguntaron a líderes de México a quién preferían en la Presidencia de la República y Meade aparecía en primer lugar, le seguía Margarita Zavala y Andrés Manuel López Obrador.
Por supuesto, los vientos políticos han cambiado y aún hay mucho camino por recorrer, pero el hándicap presidencial ya arrancó y a todo galope.