Ciudad de México.- El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) consideró urgente contar con una política fiscal “clara y determinada, basada en reasignaciones del gasto y aumentos netos del mismo, para intentar controlar de varias maneras la emergencia sanitaria”.
En su análisis semanal, señaló que “la política fiscal debe ser complementaria a la monetaria-financiera, enfocada primordialmente en el sector salud, pero también en favor de la protección del empleo y las empresas”.
Y es que aun cuando es positiva la decisión de la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico), que aprobó una serie de medidas para proveer liquidez y estimular el financiamiento que en términos monetarios podrían llegar a 750 mmp (3.3% del Producto Interno Bruto), expone que resulta insuficiente.
En su opinión, “se requiere una política fiscal contracíclica porque de otra forma, como se comprobó en la incierta, dubitativa y lenta recuperación de Europa después de la crisis de 2008, la política del banco central puede ser insuficiente”.
Incluso calificó de insuficientes las medidas de apoyo del gobierno federal en favor de las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes), pues aun cuando serán tres millones de créditos, estos sólo beneficiarán a 10.3% de los negocios establecidos y a 8.5% de las Mipymes.
“Si bien es cierto y justificable que hay que poner énfasis en las empresas más pequeñas, por ser las más vulnerables, la verdad es que se necesita proteger el empleo en general, ya que no son únicamente esos establecimientos los que requieren apoyo”.
Apuntó que solamente algunas empresas podrán transitar por la crisis sin despedir empleados -e incluso sobrevivir- sin algún respiro en sus costos o facilidades en el pago de sus impuestos o contribuciones de seguridad social. Lo que no implica condonaciones o reducciones de pagos, sino más bien períodos de gracia, insistió.
Además, advierte que también requieren apoyos las personas que están en la informalidad y que tienen que salir a las calles todos los días en busca de ingresos para sostener a sus familias, porque de lo contrario “podrían convertirse en el principal conducto de contagio”.
Así, consideró que el millón de créditos en favor de ese sector también queda corto, pues existen 15.3 millones en el sector informal.
Y sobre el plan del Ejecutivo para enfrentar la crisis económica, que considera 11 puntos, entre los que destacan los tres millones de créditos, consideró difícil que este plan pueda cumplir con su objetivo.
El decreto , refirió, prevé que “la eficiencia, la honestidad y la posteridad nos permitirán aumentar el presupuesto para fortalecer el blindaje de los programas sociales y de los proyectos prioritarios en 622 mil 556 millones de pesos”.
“Parece muy difícil que este plan de austeridad y recortes genere tantos recursos como los aludidos, que equivaldrían a 2.6% del PIB. Además, no hay señales claras de apoyos eficientes y suficientes a las pequeñas, medianas y grandes empresas que los requieran para proteger el empleo, además de sustentar su sobrevivencia”.