Caracas.- La declatoria de persona no grata a diplomáticos de Brasil y Canadá por parte de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), mantiene el enfrentamiento de Venezuela con los países del área a lo largo de 2017.
La declaratoria tocó al embajador de Brasil, Ruy Pereyra, y al encargado de Negocios canadiense, Craib Kowalik, que han aplicado la política de cuestionamiento a la línea del presidente Nicolas Maduro.
Correspondió a la presidenta de la ANC, Delcy Rodríguez, hacer el anuncio, que en el caso del diplomático brasileño incluyó caracterizar al gobierno de Brasil como «de facto».
Rodríguez asumió la presidencia de la ANC a los 48 años de edad el pasado cuatro de agosto, luego de desempeñarse como ministra de Relaciones Exteriores desde el 26 de diciembre de 2014.
En ese carácter anunció la salida de su país de la Organización de Estados Americanos (OEA) en abril, luego de diversos intetos del organismo interamericano para llevar a Caracas a un diálogo con la oposición.
La envergadura de la crisis política y humanitaria que vive Venezuela llevó a que el Grupo de Lima tratara en diversas ocasiones apoyar el diálogo con la oposición, con escaso éxito.
La formación de la ANC, que siguió a la virtual perdida de atribuciones del órgano legislativo venezolano, la Asamblea Legislativa, mereció la «enérgica condena» de 11 países del área a esa modificación del orden constitucional del país sudamericano.
La ANC usurpa competencias y facultades de la Asamblea Nacional y ratifica que en Venezuela se ha roto el orden democrático y costitucional, señaló el Grupo de Lima en agosto pasado.
El grupo de Lima está formado por Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay y Perú.
Este grupo ha acomopañado los diálogos que han realizado el gobierno venezolano y la oposición en República Dominicana, aunque a la fecha sin resultados concretos.
La declaratoria de persona no grata afecta a dilomáticos de dos de los países miembro del Grupo de Lima, y fue dada a conocer por Rodríguez, quien ya desde su cargo de canciller había chocado con los citados países del área.
El pasado noviembre Canadá había aplicado la Ley sobre la justicia para las víctimas de dirigentes extranjeros corruptos, a 19 funcionarios gubernamentales venezolanos, lo que significa el congelamiento de sus bienes, si los tienen en Canadá, y la prohibición de entrar al país.
Con Brasil, el gobierno del presidente Michel Temer ha reorientado la política de apoyo a Caracas hacia una constante crítica que apenas el pasado viernes cuestionó «el asedio de régimen de Nicolás Maduro a la oposición venezolana».
La condena siguió a la desaparición, ordenada por la ANC, de los municipios de las áreas metropolitanas de Caracas y Alto Pure, cuyos gobiernos estaban en manos opositoras.
Brasil ha sido importante también para que el Mercado Común del Sur (Mercosur) suspendiera a Venezuela del grupo por tiempo indefinido en exigencia de que restaurara la democracia de inmediato.
La suspensión venezolana fue acordada por los miembros del grupo a principios de agosto, una acción que unió a Argentina, Brasil Paraguay y Uruguay, fundadores de Mercosur.
En este enfrentamiento de Venezuela con los países del área, Maduro se ha diferenciado de su antecesor Hugo Chávez, quien en largos y fuerte discuros cuestionaba a los países que lo criticaban, papel que ahora realiza Delcy Rodríguez.