Ventajas del financiamiento compartido

Es una opción que además de aumentar las posibilidades de obtenerlo, permite adquirir un inmueble de mayor valor

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Ciudad de México.– Un crédito hipotecario supone una obligación financiera importante que se tendrá que pagar por varios años, por eso muchas personas optan por adquirir este compromiso compartiendo la responsabilidad con alguien más. Ya que además de aumentar tus posibilidades de obtenerlo, te permite adquirir un inmueble de mayor valor.

“Un crédito hipotecario compartido podría permitirte empezar a construir un patrimonio antes de lo planeado, aprovechando la diversidad de opciones que en el 2021 ofrecen las entidades financieras, especialmente con tasas muy competitivas, inclusive menores que las de años anteriores, y fijas a lo largo de la vida del crédito”, agregó Borbolla. comentó José Ángel Borbolla, director general de Cibergestión.

Los financiamientos compartidos se dan de dos maneras: mediante créditos conyugales, para los cuales se requiere forzosamente estar legalmente casados y contar con un acta de matrimonio, y los mancomunados, que pueden ser entre una pareja, sin estar necesariamente casados, o entre familiares.

Así, en ambos casos, se comparten las obligaciones y los beneficios del crédito, de tal forma que:

· Para estipular el monto, se toman en cuenta los ingresos de ambos solicitantes.
· Los requisitos son prácticamente los mismos que los que se piden para un crédito individual, solo que los dos deberán entregar la documentación requerida por la institución que otorga el crédito.
· Ambos deberán tener un buen historial crediticio, ya que si alguno tuviera alguna mala experiencia, esto repercutirá en el trámite.
· Aunque ambos firman el contrato, el que aporte mayor ingreso será el que se reconozca como acreditado y el otro será el obligado solidario.
· El acreditado es el responsable del pago del crédito, sin embargo, el obligado solidario debe responder ante cualquier incumplimiento del acreditado.
· Ambos son propietarios del inmueble en la misma proporción.

Es importante mencionar que tanto los créditos mancomunados, como los conyugales, son otorgados por bancos y por entidades como el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) y el Fondo de la Vivienda del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Fovissste), que permiten cofinanciar préstamos con los recursos de la subcuenta de vivienda.

Sin embargo, no todas las instituciones permiten tramitar un crédito hipotecario mancomunado a parejas que viven en concubinato o entre familiares, por lo que en estos casos, para garantizar el patrimonio de ambos, se recomienda la firma de un contrato que reconozca la aportación de ambas personas al pago de la hipoteca, así como de otros gastos relacionados con el hogar y que establezca una división de la propiedad de acuerdo a los porcentajes acordados por ambas partes.
Cabe destacar que en caso de divorcio, si la hipoteca es conjunta y ambas partes están pagando, se puede seguir con este esquema hasta el término del crédito. En tal caso, sería conveniente establecer legalmente a nombre de quién se quedará el bien y si una de las dos partes comprará a la otra.

Así que, cuando se habla de un compromiso financiero a largo plazo, más vale analizar muy bien tu relación antes de comprometerse a pagar un crédito para comprar una vivienda y crear unas reglas muy bien definidas que guíen las finanzas familiares que, aunque no garantiza un matrimonio para toda la vida, sí permitirá una mejor convivencia.