Nueva York.- Las acciones estadounidenses operaban mixtas y el rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense subía el lunes, ya que la falta de catalizadores en el mercado mantenía a los inversores al margen al comienzo de una semana probablemente de bajo volumen, previa a las festividades de fin de año.
Los índices S&P 500 y Nasdaq de Wall Street operaban en rojo, mientras que el Promedio Industrial Dow Jones registraba una modesta ganancia, ya que los inversores se decantaban por los valores defensivos tras la huida hacia la seguridad de la semana pasada, impulsada por temores de recesión y la retórica de línea dura de la Reserva Federal de Estados Unidos en su guerra contra la inflación.
A falta de dos semanas para que finalice 2022, el S&P, el Dow y el Nasdaq van camino de registrar sus mayores pérdidas porcentuales anuales desde 2008, el nadir de la crisis financiera mundial.
«El asunto predominante de 2022 ha sido la inflación y la respuesta política de la Fed», dijo Huw Roberts, de Quant Insight en Londres. «Hemos asistido a un shock financiero a la altura de 2008, pero por razones diferentes».
Los actores del mercado se han visto atrapados en un tira y afloja entre unas señales de debilidad económica que podrían traducirse en un giro cauto de la Fed, esperanzas que se desvanecieron cuando el banco central rebajó sus perspectivas económicas y advirtió que las tasas de interés subirán más y durante más tiempo de lo que muchos podrían haber esperado.
«Al igual que los mercados se entusiasman con un giro moderado, se deprimen con un endurecimiento de la política», añadió Roberts.
Las acciones europeas ganaron terreno tras la brutal liquidación de la semana pasada, impulsada en gran parte por la subida de tasas de los bancos centrales y el temor a una recesión. El índice paneuropeo STOXX 600 ganó un 0,4% y la medida de acciones mundiales de MSCI restaba un 0,23%.
Los papeles de los mercados emergentes cedían un 0,05%; el índice más amplio de MSCI de acciones de Asia-Pacífico excluyendo Japón perdió un 0,23%; y el japonés Nikkei cayó un 1,05%.
El rendimiento de los bonos a diez años subía mientras los inversores evalúan hasta qué punto elevará la Fed las tasas y cuánto tiempo se mantendrán en niveles restrictivos en su lucha contra la inflación.
Las notas referenciales a diez años cedían 26/32 en precio, rindiendo al 3,5754%, frente al 3,482% del viernes, mientras que los papeles a 30 años bajaban 65/32, al 3,638%, comparado con el 3,533% del viernes.
El dólar bajaba levemente frente a una cesta de seis destacadas monedas, que se habían visto impulsadas por una ligera mejora del apetito por el riesgo de los inversores. El índice dólar restaba un 0,02% y el euro mejoraba un 0,01%, a 1,0583 dólares.
El yen caía un 0,08%, a 136,84 unidades por dólar, mientras que la libra esterlina perdía un 0,08%, a 1,213 dólares.
Las esperanzas de una mejora de la demanda tras la relajación por parte de China de su política de «COVID cero» impulsaban en torno a un 0,5% los precios del crudo.
El oro cotizaba con escasos cambios, manteniéndose estable ante la debilidad del dólar y la falta de catalizadores. El lingote al contado bajaba un 0,2%, a 1.788,39 dólares la onza.