Ciudad de México.- Los incentivos que ofrecen las Zonas Económicas Especiales (ZEE) son la “mejor respuesta” para hacer más atractivo al país en materia de inversión y, de esta manera, enfrentar el impacto de la reforma fiscal del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Así lo aseguró el titular de la Autoridad Federal para el Desarrollo de las Zonas Económicas Especiales (AFDZEE), Gerardo Gutiérrez Candiani, al argumentar que éstas juegan un papel importante para mantener la competitividad frente al escenario económico actual e internacional que enfrenta México.
Señaló que a la fecha se han decretado cinco zonas: Puerto Chiapas, Lázaro Cárdenas, Coatzacoalcos, Salina Cruz y Progreso, con compromisos de inversión de más de seis mil 200 millones de dólares, y confirmó que antes del primer trimestre de 2018 se contará con dos más, que Tabasco y Chiapas.
El funcionario comentó que el interés de las empresas responde a los incentivos fiscales, aduaneros y económicos que se otorgarán al instalarse en esas zonas geográficas.
Entre los beneficios se encuentran un descuento de hasta 100 por ciento en el pago del Impuesto Sobre la Renta (ISR) durante los primeros 10 años y de 50 por ciento en los siguiente cinco ejercicios fiscales.
Además, se podrá acceder a créditos fiscales por cuotas patronales al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), y las compañías también tendrán una tasa de cero por ciento de Impuesto al Valor Agregado (IVA), cuando compren artículos del resto del territorio nacional.
Lo anterior “evidencia que el andamiaje constitucional, legal, jurídico, técnico y de incentivos fiscales ha resultado muy atractivo para los empresarios interesados en el país”, manifestó.
De manera que las Zonas Económicas Especiales son polos de atracción de inversiones profundamente competitivas. “Hoy es la mejor respuesta que tenemos a la reforma fiscal de Estados Unidos”, subrayó.
Para Gutiérrez Candiani, quien fungió como presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), la reforma al sistema tributario volvería más atractivo al país vecino del norte para los inversionistas, porque se beneficiarían de la reducción del Impuesto sobre la Renta (ISR).
Consideró que lo anterior es el mayor desafío para México, al estar programada para entrar en vigor a partir del 1 de enero de 2018, pese al entorno que también prevalece sobre la continuidad del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Para el acuerdo comercial, cuyas discusiones seguirán en la ronda ministerial que se celebrará en Montreal, Canadá, del 23 al 18 de enero, hay varios caminos, continúan las negociaciones, lo aprueban o lo cancelan, apuntó.
En caso de que el TLCAN llegue a su culminación, explicó, el comercio de México tiene un respaldo a través de los instrumentos de la Organización Mundial del Comercio (OMC), en el que transitan ya 53 por ciento de los productos de intercambio, y los aranceles subirían entre 3.5 y 4.0 por ciento, sin que esto signifique perder competitividad.
Por ello, el funcionario federal sostuvo que en México es necesario poner en marcha programas anticíclicos para fortalecer el mercado interno a través de atracción de un número mayor de inversionistas y, con ello, mantener la competitividad.
Los permisos para concretar las primeras inversiones privadas en las cinco Zonas Económicas Especiales, que detonarán más de 20 mil empleos directos, comenzarán a otorgarse en enero de 2018.
“Las condiciones están perfectamente definidas para los inversionistas”, manifestó Gutiérrez Candiani, quien destacó que con esta medida se inicia un proceso de transformación para la zona sur-sureste del país.
El funcionario adelantó que se analiza la posibilidad de continuar con una siguiente etapa para integrar a Hidalgo y Puebla a las ZEE.