Montreal.- Las aerolíneas lograrán unos beneficios netos totales de 23,300 millones de dólares (mdd) en 2023, los primeros desde la pandemia iniciada en 2020, y éstos aumentarán en 2024 hasta los 25,700 mdd, según la previsión publicada hoy por la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA).
El sector del transporte aéreo, uno de los más golpeados durante la pandemia por las restricciones al movimiento ordenadas en casi todo el mundo, perdió 137,700 millones de dólares en 2020, 41,000 millones en 2021 y todavía 3,800 millones en 2022.
Los ingresos este año totalizarán 896,000 millones de dólares, un aumento interanual del 21.7 % y cifra por primera vez superior a la de 2019 (838,000 millones), según las estadísticas publicadas por la principal asociación global de líneas aéreas en su sesión anual de prensa, celebrada en el Aeropuerto de Ginebra.
En 2024 los ingresos ascenderán otro 7.6 % hasta los 964,000 millones de dólares.
En 2023 642,000 millones de dólares de esos ingresos provendrán del transporte de pasajeros y 134,700 millones del de carga, mientras que en 2024 las cifras serán de 717,000 millones y 111,400 millones de dólares, respectivamente.
Los costes este año serán de 855,000 millones de dólares, un aumento del 18.1 % con respecto a 2022, y subirán a 914,000 millones en 2024, un 6.9 % interanual.
“Considerando las enormes pérdidas de años recientes, el beneficio neto de 25,700 millones que se espera en 2024 es un premio a la resiliencia de la aviación”, valoró el director general de la IATA, Willie Walsh.
“La gente ama viajar y ello ha ayudado a las aerolíneas a regresar a los niveles de conectividad que había antes de la pandemia, con una velocidad extraordinaria pero que ha costado al sector cuatro años de crecimiento”, afirmó.
IATA proyecta que en 2024 viajen en avión unos 4,700 millones de personas, un máximo histórico que superaría el último año previo a la pandemia, 2019 (4,500 millones).
Walsh subrayó que los márgenes de crecimiento actuales (del 2.7 % en 2024) aún están por debajo de lo esperado por los inversores.
“De promedio, las aerolíneas logran 5.45 dólares por pasajero, suficiente para comprar un café en el Starbucks del aeropuerto de Londres pero insuficiente para construir un futuro resiliente a los problemas que puede afrontar una industria de la que depende el 3.5 % del PIB mundial”, afirmó.
El sector espera que el descenso de las tensiones inflacionarias beneficie a sus finanzas, así como las bajas tasas de desempleo globales y la fuerte demanda, aunque señala que existen riesgos que podrían afectar a sus cifras de 2024, como el posible freno de la economía en China, con altos niveles de desempleo juvenil y presiones en su poderoso sector inmobiliario.
En cuanto a los actuales conflictos, como el de Ucrania o la guerra entre Israel y Hamás, IATA afirma que sus efectos adversos en el sector han sido limitados gracias a la modificación de rutas que pasan por los espacios aéreos afectados.
Por contra, han provocado subidas en los precios de los combustibles que han tenido un efecto en el alza de costes para las líneas aéreas.
“Una paz que se antoja difícil en esos conflictos podría llevar beneficios a la industria, pero por el otro lado una escalada podría producir un escenario global radicalmente escenario al que la aviación no sería inmune”, indicó el informe anual.