La importancia de los Polos de Desarrollo Económico para el Bienestar
Norberto Vázquez
En medio de tanta violencia, pugna política, asesinatos políticos, guerras comerciales y división social hay cosas en que los mexicanos y el gobierno federal deberíamos de enfocar las baterías.
Se trata de edificar no de destruir, se trata de atraer inversiones no alejarlas, se trata de crear empleos aquí en México y bien remunerados, no de alegrarnos por las remesas de nuestros vecinos que emigran (que ya van a tener un impuesto del 3.5%). Se trata ponernos a trabajar y no solo de estirar la mano a ver que migaja da la administración federal para que siga existiendo su base electoral.
Se trata de poner énfasis en el Plan México que ha puesto en marcha 11 Polos de Desarrollo Económico para el Bienestar, donde se han aprobado 14, y cuatro más que están en proceso de evaluación.
El objetivo, un término que utiliza mucho la iniciativa privada, pero que está bien, ya la sumó a su lenguaje el gobierno federal: generar prosperidad compartida para todos los mexicanos.
Este proyecto es de suma importancia, cuyos incentivos están ya publicados en el Diario Oficial de la Federación que impulsan la inversión ordenada y con la finalidad de que se genere más bienestar.
Los Polos para el Bienestar son para promover inversiones en maquinaria y equipo con deducción inmediata del 100 % de inversión en activos fijos nuevos, para fomentar programas de capacitación dual: deducción adicional del 25 % en programas de capacitación, y para impulsar la innovación al apoyar iniciativas de investigación y desarrollo con deducción adicional del 25 por ciento.
Otros apoyos son la concesión de predios federales, estatales y municipales. En el caso de los Polos del Bienestar que están a cargo de la Secretaría de Marina, tendrán reducción del Impuesto Sobre la Renta (ISR) y en el Impuesto al Valor Agregado (IVA), asimismo el Polo del Bienestar ubicado en Tapachula tendrá los mismos incentivos que se aplican en la frontera norte.
Hasta ahí bien. Pero los inversionistas quieren seguridad en el Estado de Derecho. Que inviertan y no estén en riesgo demandas por propiedad de la tierra o manifestaciones de ambientalistas, extorsiones, asaltos en carreteras, o que los demanden por que deben impuestos.
Tampoco quieren verse en juicios mercantiles o laborales, bloqueos de trenes o carreteras. Buscan seguridad a sus inversiones.
¿Qué quieren los trabajadores? Que estos centros laborales estén cercanos a viviendas, escuelas, servicios de atención a la salud y más en beneficio de trabajadores de estos parques industriales.
Esto es en lo que deberíamos estar pensando. En como generar riqueza, si quieren, para luego regalarla, pero generarla. No estar buscando exprimir al contribuyente o sacando dinero de fideicomisos, multas de tránsito o todo aquello que huela a extorsión gubernamental, si de por sí, la extorsión del crimen organizado es un lastre.
Hay que fomentar sectores estratégicos como la agroindustria, aeroespacial, automotriz y electromovilidad, bienes de consumo, farmacéutica y dispositivos médicos, electrónica y semiconductores, energía, química y petroquímica, textil y calzado, economía circular, energías limpias, industrias metálicas básicas, industria de papel, industria del plástico, logística y metalmecánica.
Ampliar el desarrollo territorial en todo el país y vincular los procesos productivos a pequeñas y medianas empresas, que son las que más lo necesitan.
Esto es en lo que debemos enfocarnos. Las noticias están saturadas de violencia y conflictos políticos. Hay que trabajar, crear, idealizar la atracción de inversiones, de fomentar el empleo.
Porque esos de hacer una sociedad estira la mano, no le veo futuro, menos para que los políticos hagan caravana con sombrero ajeno, dizque dando “beneficios sociales”. Que se pongan a generar recursos, a ver si es tan fácil como regalarlo, que para el caso ni es de ellos. Esa es la importancia de los Polos de Desarrollo Económico para el Bienestar.