Ciudad de México.- Fitch Ratings ratificó la calificación de México a “BBB-” con una perspectiva estable, apuntando a una política macroeconómica prudente, finanzas externas robustas y una economía diversificada como elementos clave en la evaluación.
De acuerdo con la agencia calificadora, la decisión se vio limitada por un crecimiento moderado a largo plazo, indicadores de gobernanza débiles, retos fiscales relacionados con una base de ingresos baja y rigideces presupuestarias, además de riesgos contingentes derivados de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Respecto a la perspectiva estable, Fitch Ratings refirió que el país posee un margen para soportar el entorno económico difícil implícito en su análisis para los próximos meses.
“Es probable que la desaceleración económica ya en curso pueda empeorar en medio del giro agresivo hacia el proteccionismo comercial en los Estados Unidos bajo la administración Trump”, señala la agencia.
La calificadora indicó que espera que los acontecimientos actuales refuercen el crecimiento moderado ya reflejado en su análisis, pero no que lo empeoren de manera significativa y duradera.
“Esperamos que la administración de la presidenta Sheinbaum mantenga sus objetivos de consolidación fiscal en mayor medida a pesar del escenario complejo”, detalló.
Según Fitch Ratings, México resulta especialmente vulnerable al proteccionismo estadounidense tras décadas de integración que han vuelto de las exportaciones un motor económico que ascendió al 27% del Producto Interno Bruto (PIB) en 2024.
“Los aranceles ya impuestos pueden implicar impactos significativos, especialmente en el sector automotriz, y la falta de claridad está pesando en el rubro (…) Es probable que el futuro de la relación comercial se mantenga incierto al menos hasta la revisión del T-MEC programada para mediados de 2026”, apuntó.
La agencia advirtió que incluso de Estados Unidos mantiene un trato preferencial hacia México en materia de aranceles, las perspectivas para el “nearshoring” se mantendrán poco favorables mientras persista la incertidumbre.
Por otro lado, Fitch estimó que el crecimiento económico mexicano verá una contracción del 0.4% en 2025, en parte como consecuencia de la falta de certeza generada por los aranceles y los ajustes fiscales.
Según su pronóstico, los riesgos se inclinan a la baja y el alcance de las políticas anticíclicas es limitado, por lo que el panorama económico es incierto y dependerá de la nueva relación que se está formando con los Estados Unidos.
Para 2026, la calificadora estima una recuperación modesta del 0.8% del PIB, mientras la economía continúe digiriendo los aranceles y el crecimiento de Estados Unidos se mantenga débil.
En lo que refiere al denominado “Plan México”, Fitch Ratings apuntó que no es claro el grado de participación que tendrá el sector privado dadas las preocupaciones en torno al ambiente empresarial, agravadas por las reformas al Poder Judicial y el desmantelamiento de los organismos reguladores autónomos.
Asimismo, el incremento en programas sociales, los megaproyectos públicos y las pérdidas operativas de Pemex han empeorado la posición fiscal en la que se encuentra México, según la agencia.
La calificadora aseveró que ve posible que las autoridades logren su meta fiscal para este año a pesar del entorno complejo, reflejando resiliencia y posibles ganancias producto de medidas como la recaudación derivada del comercio electrónico.
Aunado a lo anterior, la debilidad económica, una menor producción de petróleo y menores precios, así como gastos producto de compromisos imprevistos, implican riesgos para la economía mexicana.
Respecto a los desafíos fiscales a mediano plazo, Fitch Ratings advirtió que espera mayores tasas de interés que las autoridades, además de que la rigidez presupuestaria y las prioridades sociales dificulten las metas de austeridad de la actual administración.
Entre los factores que podrían modificar negativamente la calificación actual, la agencia apuntó a un continuo y rápido aumento de la deuda sobre el PIB a mediano plazo, además de la posibilidad de un shock más severo relacionado con los aranceles.
Por su parte, una acción de calificación positiva o mejora dependerá de que se de una consolidación fiscal que dé muestras de disminuir la deuda, particularmente mediante mejoras a la flexibilidad fiscal y a las perspectivas de inversión.