Bruselas.- La zona euro logró resistir en el primer trimestre del año a las tensiones arancelarias impulsadas por Estados Unidos, aunque las perspectivas para el resto de 2025 sugieren el retorno a un desempeño más modesto.
El PIB de la eurozona creció 0.4% en el primer trimestre en comparación con los tres meses anteriores, levemente por encima de lo que esperaban los analistas de mercado, anunció la agencia europea de estadística Eurostat este miércoles.
El inicio del año se vio marcado por los anuncios en Washington sobre una nueva política comercial basada en elevados aranceles, lo que provocó sudores fríos en mercados bursátiles, cancillerías y numerosos sectores.
En esa escalada arancelaria, la UE decidió insistir en la vía de la negociación con las autoridades estadounidenses, pero simultáneamente preparó una pesada batería de medidas de represalia caso las conversaciones no modifiquen el cuadro.
En la misma jornada, el Departamento estadounidense de Comercio anunció que el PIB de Estados Unidos se contrajo 0.1% en el 1T del 2025 sobre el 4T de 2024, en una tendencia que el presidente Donald Trump atribuyó a su antecesor, Joe Biden.
El súbito agravamiento de las tensiones comerciales con Estados Unidos tuvo lugar en momentos en que la UE busca desesperadamente salir del virtual estancamiento en que se atascó su economía desde la invasión de Rusia a Ucrania.
Para el conjunto de la UE -incluyendo a los países del bloque que no utilizan la moneda común- Eurostat midió en el primer trimestre un crecimiento de 0.3%, después de haber registrado un avance de 0.4% en el último trimestre de 2024.
Las principales economías de la zona del euro acompañaron la tendencia general. Alemania, el motor económico de la UE, registró en el primer trimestre del año un crecimiento de 0.2%, al tiempo que Francia exhibió un avance más modesto, de 0.1%, e Italia estimó su progresión en 0.3%.
En tanto, entre las principales economías del bloque España tuvo el mejor desempeño, con un crecimiento del 0,6% sobre el trimestre anterior.
Estos resultados se situaron levemente más allá de las expectativas, dado el escenario generalizado de incertidumbre por las crecientes tensiones comerciales entre la UE y Estados Unidos.
El resultado del primer trimestre «sugiere que la economía comenzó el año con una base más fuerte de lo que esperábamos y las encuestas de actividad sugirieron», apuntó la experta Franziska Palmas, economista de la consultora Capital Economics.
Sin embargo, la especialista añadió que «todavía esperamos que el crecimiento disminuya bruscamente en los próximos seis meses, ya que los aranceles de Estados Unidos anunciados en abril golpearán la actividad» económica.
En la estimativa de Palmas, los aranceles estadounidenses podrán restar «alrededor del 0.2% al crecimiento del PIB, y cualquier impulso del estímulo fiscal alemán solo llegará a finales de este año, como muy pronto».
Con relación a España, Palmas señaló que el apagón que dejó el país a oscuras el lunes podría «restar hasta un 0.4% al crecimiento del PIB del país en el 2T».
Por su parte, Sam Miley, economista de Centro de Investigaciones Económicas y Empresariales (CEBR, de Londres), apuntó que la tendencia para el resto del año invita a la prudencia.
«A pesar del sólido desempeño en el 1T, las perspectivas para el bloque monetario siguen siendo débiles, impulsadas por la incertidumbre geopolítica y las malas condiciones de la demanda interna», señaló.
Por ello, su equipo proyectó «que la economía de la zona euro crecerá solo un 0,8% este año, muy por debajo de su tendencia a largo plazo».