Viena.- La alianza OPEP+, liderada por Riad y Moscú, celebrará este miércoles su primera conferencia ministerial de 2025 con los mercados mundiales del petróleo pendientes de saber cuántos barriles producirá en julio, una decisión que, sin embargo, está prevista para el sábado, 31 de mayo.
La sesión del plenario que reúne a los ministros del sector de los 22 países integrantes de la alianza tendrá lugar mañana de forma virtual, confirmaron a EFE en Viena fuentes del secretariado de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
En su anterior teleconferencia, celebrada en diciembre, la OPEP+ (OPEP y aliados) acordó extender hasta fines de 2026 los recortes de suministro pactados de forma vinculante en 2022 y 2023, que suman 3,66 millones de barriles diarios (mbd) de crudo y fijan la oferta conjunta en 39,725 mbd, cerca del 38 % de la producción mundial.
Ese total no incluye las extracciones de Venezuela, Irán y Libia, tres socios de la OPEP exonerados del compromiso de limitar su bombeo debido a diversas razones, como sanciones y conflictos, que lastran sus industrias petrolíferas.
Mientras que, en principio, no se esperan cambios con respecto a estas reducciones, los analistas sí especulan con que se debatirá un aumento de la producción en julio a cuenta de otros recortes implementados por ocho países de la alianza de forma voluntaria y adicional a los citados arriba.
Se espera que esos ’petroestados’ -Arabia Saudí, Rusia, Irak, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Kazajistán, Argelia y Omán- anuncien su decisión en otra teleconferencia que, convocada inicialmente para el próximo domingo, ha sido adelantada al sábado, según avanza Amena Bakr, analista de la consultora Kpler, en su cuenta de X.
Los ocho pactaron un plan para abrir los grifos con el fin de devolver al mercado 2,2 mbd de forma lenta y progresiva, a lo largo de 18 meses, pero dieron la sorpresa al anunciar aumentos de 411.000 bd en mayo y junio, el triple del incremento mensual proyectado inicialmente (137.000 bd), y ahora se especula con que podrían volver a subir el mismo volumen.
La fuerte aceleración del plan fue justificada con que la economía mundial marcha bien y hace prever una demanda vigorosa, sobre todo en los meses estivales del hemisferio norte, cuando aumenta el consumo de combustibles de transporte por las vacaciones.
Sin embargo, esa visión contrasta con la percepción reinante en el sector, más pesimista ante la incertidumbre reinante en torno a numerosos conflictos que amenazan con frenar el consumo energético, desde la guerra comercial hasta la situación en Medio Oriente y la invasión rusa de Ucrania, así como el contencioso nuclear iraní.
El temor a un exceso de suministros es uno de los factores que presionan a la baja sobre los precios del crudo, si bien en mayo se han recuperado de la pérdida sufrida en abril, del 15 %.
El crudo Brent, de referencia en Europa, cotizaba a primera hora de este martes a 64,86 dólares, mientras que el West Texas Intermediate (WTI), de referencia en Estados Unidos, se vendía a 61,67 dólares.
Se espera que en la reunión de mañana se debata sobre la disciplina interna de los integrantes de la alianza, ante las acusaciones de que algunos de ellos, principalmente Kazajistán e Irak, bombean por encima de lo acordado.
De hecho, la decisión de acelerar el ritmo de aumento del bombeo es atribuida por los analistas a un cambio de postura de Arabia Saudí, el mayor exportador mundial de petróleo, para demostrar que puede soportar un nivel más bajo en sus ingresos y de esta manera presionar a otros socios para que se atengan más estrictamente a las cuotas nacionales fijadas.