- Optimismo ante el desorden económico
- Crece demanda por coberturas
- Sector automotriz, aguanta presión
Agustín Vargas *
En las últimas semanas hemos dado cuenta en este espacio sobre la posibilidad de que la economía mexicana enfrente un escenario de recesión en el corto plazo por el debilitamiento que han tenido los diversos sectores productivos del país dese hace un par de años, provocados por la falta de inversión y el incremento de la incertidumbre para invertir aquí.
Pues bien, las alertas sobre una recesión a nivel mundial por el incremento de aranceles impuestos por el presidente Donald Trump y las posibles medidas de represalia de algunos países ya se encendieron y tal parece que el gobierno de México minimiza esta situación.
El pasado uno de abril, la Secretaría de Hacienda (SHCP), a cargo de Edgar Amador, dio a conocer los Pre-Criterios Generales de Política Económica 2026, que además de presentar la actualización del marco macroeconómico y la evolución de las finanzas públicas para el presente año, se expone también la primera aproximación de estos escenarios para 2026, lo que refleja la visión del nuevo gobierno.
Lo que más resalta de este documento es el discurso optimista que ha mantenido el gobierno, a pesar de las señales claras de un constante debilitamiento de la actividad económica desde 2023.
En el documento se señala que “en los últimos años, la economía mexicana ha demostrado resiliencia y capacidad de adaptación, con un crecimiento impulsado por el dinamismo del empleo, la demanda interna y las inversiones estratégicas”.
Sin embargo, son estos factores los que precisamente reportan un importante debilitamiento, lo que ha obligado tanto a las autoridades como a los especialistas privados a corregir constantemente a la baja su pronóstico de crecimiento, pero la narrativa gubernamental sigue siendo bastante optimista.
México no salió ileso
Y contrario a todo el optimismo del gobierno sobre la marcha de la economía y de que los aranceles trumpistas por el momento no han afectado a México, nuestro país definitivamente no salió ileso de toda esta nueva política arancelaria de Trump, porque las exportaciones mexicanas a EU que no se hacen al amparo del TMEC están pagando un arancel de 25% desde marzo pasado (se estima que es alrededor del 50% del total de las ventas al país norteamericano); el acero, aluminio y las latas pagan 25% de arancel, aunque se hagan en el marco del TMEC.
Los automóviles exportados a nuestro principal socio pagan aranceles de 25%, aunque nuestro país tiene un trato preferencial porque el gravamen sólo aplicará para el valor del vehículo descontando las autopartes utilizadas provenientes de EU.
Asimismo, en el muy corto plazo puede haber presiones para renegociar el TMEC y en estos trabajos Trump puede aprovechar para criticar todo lo que considere negativo para EU, y presionar con cambios relevantes en las reglas de origen. Lo anterior puede traducirse en nuevos episodios de volatilidad para el peso mexicano.
Además, al incrementar el riesgo de recesión en EU (y el mundo) por el incremento de aranceles y posibles medidas de represalia de algunos países, esto podría terminar afectando a los fundamentales de la moneda mexicana y presionarse también por episodios de aversión global al riesgo. Y como bien advierte CIBanco, en los siguientes días no se descartan niveles de cotización de nueva cuenta por debajo del psicológico de los 20 pesos por dólar.
Pero, el escenario de incertidumbre con Trump dista mucho de haberse resuelto. México seguirá en el foco del mandatario estadounidense y en cualquier momento puede anunciar nuevas restricciones. Además, la guerra comercial global se traduce en episodios fuertes de aversión global al riesgo, por lo que cotizaciones cercanas a los 21 pesos por dólar aún lucen probables.
Coberturas en dólares
Justo la alta volatilidad en los mercados financieros globales, motivada por la incertidumbre sobre el impacto en la economía global de los aranceles impuestos por los Estados Unidos a las importaciones del resto del mundo, ha impulsado la operación de los Futuros de dólar en el Mercado Mexicano de Derivados (MexDer), a niveles significativos.
En las sesiones del viernes 4 y el lunes 7 de abril, la operación de los Contratos de Futuros de dólar alcanzó un importe mil y mil 300 millones de dólares, respectivamente, niveles significativamente relevantes en la Bolsa de Derivados de México. En cuanto al Interés Abierto, es decir, el número total de contratos abiertos que no han sido liquidados también registró un importante nivel de 12 mil 700 millones de dólares el jueves 3 de abril y de 13 mil 400 millones de dólares el viernes 4 de abril.
El incremento en el volumen de operación de los Futuros del dólar es resultado de la volatilidad del tipo de cambio observado en los últimos días, debido a la necesidad por parte de los inversionistas para incrementar su cobertura y reducir su exposición al riesgo.
Sector automotriz, aguanta presión
Tras la aplicación de aranceles a vehículos y autopartes que se importen hacia Estados Unidos, habrá diversos desafíos que las empresas armadoras y fabricantes de autopartes en México tendrán que sortear. El primero es mantener los niveles de Inversión Extranjera Directa (IED) de años previos para el sector automotriz y aguantar la presión hacia cadenas de suministro y consumidores, que serán afectados por el posible aumento de precios.
En su Informe Sector Automotriz en México, Solunion México, que dirige José Ramón Alegre, señala: “La inversión seguirá siendo un pilar indispensable para potenciar el sector, por lo que se tendrán que fortalecer las estrategias entre sector privado y público para que la industria no pierda el dinamismo que ha mostrado en los últimos años”.
Además, “la evolución de las ventas que se dirijan a Estados Unidos, las cadenas de suministro y la posible presión a los consumidores finales, serán foco de atención en los siguientes meses”.
El documento de la compañía de seguros de crédito y de gestión del riesgo comercial, detalla que la industria automotriz en México es una de las que más fomentan el crecimiento económico del país, pues representa cerca del 4.7% del PIB nacional y 15% del PIB manufacturero, al tomar en cuenta la fabricación de vehículos ligeros y pesados, autopartes, y carrocerías y remolques.
Este crecimiento de la industria se debe a la llegada de la IED desde que se firmó en el primer Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá, y a un incremento de las exportaciones, principalmente hacia la Unión Americana.
Al cierre de 2024, las exportaciones automotrices mexicanas sumaron 193 mil 234 millones de dólares, con un incremento de 5.1% respecto al 2023; de ese monto, 165 mil 860 millones de dólares equivalen a las ventas dirigidas hacia EU, con un alza de 4.1% a diferencia del año previo, lo cual indica una participación de 85.8% del mercado y, por lo mismo, el posible impacto para México.
En número de unidades, en el último año México exportó 3 millones 479 mil 086 vehículos ligeros, de los cuales 79.7% se destinó a EU; mientras que exportó 159 mil 466 vehículos pesados, y de ellos 95.5% se dirigió a dicho país. Al término de 2024, la IED para el sector automotriz ascendía a 85 mil 622.5 millones de dólares, es decir, 19.4% del total.
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*Periodista, director de la Revista Hábitat Mx