Ciudad de México.- El Tren Maya, cuya convocatoria para su construcción se publicará en abril próximo, podrá trasladar hasta tres millones de visitantes internacionales al año, con lo que se podrá incrementar también la afluencia de turistas a las zonas turísticas de los cinco estados del sureste del país por donde cruzará, informó el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.
En la ceremonia del “Informe de 100 Días de Gobierno” de la Administración del Presidente de la República, en el Patio Central de Palacio Nacional, López Obrador aseveró que el Tren Maya, que “implica construir mil 500 kilómetros de nuevas vías férreas, será para turistas, pasajeros nacionales y transporte de carga” y beneficiará a Quintana Roo, Yucatán, Campeche, Tabasco y Chiapas.
El Primer Mandatario de la Nación señaló que el proyecto ferroviario tendrá una inversión estimada de entre 120 y 150 mil millones de pesos; sólo en la construcción se crearán alrededor de 300 mil empleos directos y está programado para construirse en cuatro años. Al respecto, Andrés Manuel López Obrador dijo que todos los proyectos estratégicos de su gobierno serán concluidos en este sexenio.
El Presidente de la República fue enfático: “no iniciar ningún proyecto de gran escala que no podamos terminar durante nuestro mandato. Es decir, el Tren Maya, la refinería, el Corredor Transístmico, las carreteras, el aeropuerto y todo lo que hagamos deberá concluirse y quedar funcionando en el sexenio”, advirtió.
El Jefe del Ejecutivo Federal indicó que en cuatro años y una vez terminada esa importante red de comunicación, el Tren Maya tendrá una capacidad para trasladar a tres millones de visitantes al año y permitirá aumentar la afluencia de turistas a las zonas arqueológicas del Mundo Maya y a las ciudades de Chetumal, Mérida y Campeche.
Finalmente, Andrés Manuel López Obrador informó que ha comenzado el Programa de Mejoramiento Urbano y Vivienda en 14 municipios del país, tanto municipios de la frontera, como en las ciudades turísticas, para aminorar el contraste existente entre zonas turísticas con hoteles de gran lujo y colonias marginadas.