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No me ayudes, compadre…

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Moisés Sánchez Limón

En enero de este año, Víctor Félix Flores Morales presumía de tener en la bolsa el apoyo de las 39 secciones del Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros de la República Mexicana para llegar al Senado de la República; el eterno chapulineo y el pago de favores políticos a quien detenta el poder en este gremio desde 1995.

Víctor Félix sonreía como sólo él sabe hacerlo cuando disfruta del poder, del control en este gremio que ha sido decantado paulatinamente desde que el sistema ferroviario nacional comenzó a ser desmantelado para entregarlo al capital extranjero y acabar con el transporte de pasajeros que sirvió por décadas a mexicanos de todos los niveles sociales.

Pero, más allá de lo anecdótico y los tiempos del romanticismo ferrocarrilero, está el control político, la entronización de un oscuro trabajador ferrocarrilero que resultó ser un astuto trepador de la política que llegó a hacerse del control de este influyente sindicato y, con ello, asumirse en parte de ese entramado de intereses que al PRI sirven especialmente en tiempos electorales, cuando el reacomodo de fuerzas obliga al cobro y pago de favores.

Víctor Félix Flores Morales, empero, evidencia merma en esas sus capacidades que lo mostraban bravucón en la Cámara de Diputados, siempre rodeado de guardaespaldas y oficiosos servidores que sabían de su largueza con los dineros ajenos.

El año próximo, Víctor cumplirá 80 año de edad y ha salido delante de enfermedades que lo imaginaban en estado terminal. Pero, a partir de ayer, 25 mil de los 40 mil trabajadores en activo del STFRM decidieron sumarse a la campaña de Andrés Manuel López Obrador. Y el PRI tendrá que referirle aquella máxima del “no me ayudes compadre”, porque en ese ánimo del control mediante medidas autoritarias y caciquiles, Víctor echó del priismo a 25 mil trabajadores que están hartos de sus prácticas antidemocráticas y autoritarias.

¿Cuál fue la reacción de Víctor Félix al enterarse que Benito Bueno Rentería, dirigente de la Sección 31 del Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros de la República Mexicana se volvieron Morenos? Simple y elemental en alguien de su catadura: envió a sus guarros e incondicionales a golpear a quienes, por ahí del mediodía, estaban en las instalaciones de la Sección, en Chihuahua.

En conferencia de prensa, Benito Rentería anunció la decisión de los 25 mil ferrocarrileros de sumarse a la causa de Andrés Manuel, en un acto sin bombos ni platillos, al que acudió el senador con licencia Mario Delgado, con la representación de la dirigencia nacional de Morena.

“Ya los estábamos esperando”, dijo Delgado a Benito y oteó el triunfo en los comicios del próximo 1 de julio, con la advertencia de no confiarse y cuidar el voto.

Y Benito sintetizó el fundamento de la decisión en un punto elemental: creen y confían en que el tabasqueño cumpla su promesa de acabar con la corrupción, con los cacicazgos sindicales y erradicar totalmente las irregularidades que en ellos impera, especialmente el gremio ferrocarrilero.

Acusó otro fundamento: Flores Morales dejó de preocuparse por los intereses de los trabajadores, “lo domina la ambición vulgar por encima de los intereses de los demás”.

Por supuesto, en la sede nacional del PRI alguien debe referir al dirigente nacional, René Juárez Cisneros, que ponga atención en estos sindicatos otrora representantes del voto duro, de la garantía de apoyo a los candidatos tricolores.

Y es que, Flores Morales lleva 23 años al frente del STFRM y se ha distinguido por los atropellos y el autoritarismo, como acusa Benito Bueno, quien recordó que, en abril de 2017, el dirigente modificó a su medida los estatutos del sindicato, de forma tal que su permanencia en el poder está garantizada hasta el año 2024.

“Ésta es la mejor muestra del apetito insaciable por perpetuarse en el poder”, dijo Bueno Rentería

Y como están los niveles de las campañas, como que este compadre Flores no le hace mucho bien al PRI que registra fugas que sus prohombres no han podido atender y mucho menos detener.

Y, mire usted, hablar de 25 mil trabajadores implica multiplicar, mínimo, por cinco esa cantidad de trabajadores con sus familias, los parientes y amigos que conocen de cerca la situación del gremio ferrocarrilero, cuyos tiempos del romanticismo sobre rieles pasó a las páginas de la anécdota.

Las campañas se ganan con votos, verdad de Perogrullo. Y Víctor Félix Flores no abona a la causa. Flaco favor le ha hecho al PRI, al candidato José Antonio Meade. No me ayudes, compadre. Digo.

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