Ciudad de México.- Para que la población mexicana se beneficie de un Sistema Universal de Salud, con un paquete de servicios esenciales y con una tasa de atención completa se requeriría destinar 4.6% del PIB al gasto en salud. Así lo afirmó el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) durante la presentación del documento Sistema Universal de Salud: retos de cobertura y financiamiento en México.
Ricardo Cantú Calderón, director de investigación del CIEP, destacó que esta estimación de gasto considera que todos los mexicanos cuenten con un paquete de cobertura de 13 servicios esenciales definido por la OMS y adecuado al caso mexicano.
Por su parte, Judith Senyacen Méndez, coordinadora del área de salud y finanzas públicas del CIEP, destacó que la cobertura universal en salud se logra al abarcar tres dimensiones: afiliación, gasto y servicios de atención. Sin embargo, México no cuenta con cobertura universal en ninguna de estas dimensiones.
Precisó que actualmente 21 millones 424 mil 924 personas no están afiliadas a alguna institución de salud. En cuanto al gasto total en salud, la teoría sugiere que no más del 20% debe ser privado; sin embargo, en nuestro país es de 47%, con diferencias significativas por institución. “En el caso de los paquetes de servicio, sólo 42% de la población en México está cubierta con un paquete de atención amplio y ninguna institución alcanza los indicadores promedio de capacidad y acceso de la OCDE”, afirmó.
Por otro lado, la tasa de atención efectiva de los servicios de salud permite evaluar el avance de la cobertura universal de salud. Su cálculo refleja el porcentaje de la población que ante una necesidad de atención de salud utiliza servicios de calidad. De acuerdo con los resultados del documento, en 2016, del total de afiliados a los servicios de salud pública, el 64% tuvo alguna necesidad de salud, el 50% buscó atenderse ante alguna necesidad y 29% usó el servicio.
Las cifras oficiales indican que existe una cobertura por afiliación a las instituciones públicas federales de 89.5%; sin embargo, de acuerdo con las necesidades de salud, en el país se cuenta con una tasa de atención efectiva de 17.3%.
Otra consideración es la fragmentación del sistema de salud en México, ya que las instituciones y programas públicos ofrecen distintos tipos de cobertura y estos servicios son desiguales.
Mientras que un derechohabiente del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) tiene derecho a atenderse en 8 mil subcategorías de distintas enfermedades, un afiliado al Seguro Popular puede acceder a mil 603 y un beneficiario del programa IMSS-Prospera a 50.
Por otro lado, Pemex atiende todas las subcategorías de enfermedades e incluye servicios como cirugías estéticas y cosméticas.
Además, el financiamiento de las instituciones es diferenciado. Algunas son financiadas por aportaciones tripartitas, como el IMSS, otras con recursos del trabajador y el patrón, y otras se financian de la renta petrolera.
Héctor Villarreal Páez, director general del CIEP, destacó que, considerando el cambio demográfico y la transición epidemiológica, el gasto en salud aumentará a un ritmo de 4.2% anual y que, en 2035, proveer de un paquete de servicios esenciales definido por la OMS y adecuado al caso mexicano, podría llegar a representar 10.2% del PIB.
Además, precisó que es necesario incentivar políticas de prevención y promoción de salud, ya que actualmente se observa que las enfermedades crónico-degenerativas representan 90% de las estimaciones del gasto.