Claudia E. Anaya (*)
La lógica de la actual administración frente a la cada vez más longeva pandemia de Covid-19 no ha variado un ápice en lo que va del 2020. Desde recomendaciones contradictorias hasta casos donde se han minimizado las advertencias del sector privado, el gobierno ha hecho del optimismo su estrategia para enfrentar la crisis sanitaria.
Esto no es excepción en el caso de la industria sin chimeneas y la Secretaría de Turismo (Sectur) lo hizo patente una vez más durante la semana pasada.
La dependencia comandada por Miguel Torruco Marqués estimó que la situación de los destinos nacionales es alentadora ya que el estado de Campeche se encuentra en semáforo verde y otras 16 entidades han ingresado al amarillo.
De acuerdo con la secretaría, el escenario actual abre las posibilidades para contar con un mayor número de actividades y aumentar el movimiento de viajeros durante el último trimestre del año, periodo de temporada alta.
Aunado a ello, Torruco Marqués puntualizó que en estados como Chiapas, Tabasco, Durango, Baja California, Sonora, Coahuila y Oaxaca se podría tener una ocupación hotelera máxima del 60 por ciento.
No obstante, pese a las estimaciones alegres del funcionario, los datos concretos más recientes distan de mostrar un panorama favorecedor para el sector en el corto plazo.
Durante una reunión de trabajo el Observatorio Turístico Permanente de la embajada de México en Estados Unidos, Miguel Torruco indicó que durante los primeros 8 meses de este año arribaron 3 millones 59 mil visitantes provenientes de la nación norteamericana, cifra que implica una caída del 58.7 por ciento respecto a 2019.
Sumado a esto, el titular de la Sectur señaló que las proyecciones realizadas indican que para el cierre de 2020 habrían llegado 5 millones 180 mil viajeros estadounidenses, lo cual se traslada a una baja del 50.7 por ciento y una derrama de 5 mil 252 millones de dólares.
En la reunión, la embajadora Martha Bárcena Coqui destacó que el cuerpo diplomático ha mantenido conversaciones con el Departamento de Estado del gobierno de Estados Unidos para establecer una diferenciación en las advertencias de viaje y se tome en cuenta la dinámica del semáforo epidemiológico.
“Hemos detectado, como lo ha señalado el secretario Torruco, que los estadunidenses están dispuestos a viajar a lugares que no les lleven más de cuatro horas y media de vuelo, y por lo tanto, pueden considerar ir a nuestro país como si fuera viajar dentro de Estados Unidos y ese es el mensaje que queremos mandar”, aseveró la funcionaria.
Por otro lado, a nivel más general, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) dio a conocer que en agosto llegaron 1.35 millones de viajeros internacionales, lo cual representó una disminución del 62.2 por ciento respecto a 2019.
Dentro de los componentes observados por el organismo, el principal descenso se dio en los turistas llegados por vía aérea, pasando de aproximadamente 1.4 millones de personas en 2019 a 364 mil 280 viajeros en el presente año.
En términos de divisas, los viajeros internacionales dejaron en el país 466.8 millones de dólares durante el octavo mes del año, mientras que en el mismo mes del año pasado se obtuvo una derrama de mil 752.6 millones.
Ante la ausencia de planes claros más allá de la promoción mediante VisitMéxico, se ve difícil que el optimismo infundado del gobierno federal rinda frutos en una de las industrias más importantes y a su vez más endebles frente a los efectos de la pandemia.
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(*) Directora Adjunta de la Revista Hábitat Mx