México entre los 10 más contaminantes del mundo

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Cada persona en México emite en promedio 6 toneladas de CO2 equivalente por año, con lo cual el país se localiza en el lugar 79 en emisiones per cápita. Para capturar este nivel de emisiones, por cada individuo se requieren sembrar anualmente 5 árboles y que estos vivan por lo menos 50 años

José A. Medina

Un reciente informe sobre cambio climático y la emisión de Gases Efecto Invernadero (GEI) a nivel mundial, elaborado por el Grupo Financiero BBVA, reveló que la contribución de GEI por región y por país es sumamente desigual alrededor del mundo.

El 58.7% de las emisiones globales de GEI correspondientes al año 2022 se localizan en Asia, con lo cual esa región se coloca en el primer lugar a nivel mundial. Le sigue Europa con 13.7%, en tercero el Norte de América con 12.9% de las emisiones de GEI, mientras que América Latina y Caribe se encuentra en cuarto lugar (7%), África en quinto (6.4%) y Oceanía en último lugar, con el 1.3% de las emisiones globales.

Por países, las emisiones brutas de GEI se distribuyen también de forma desigual. China se ubicó en primer lugar con 29.2%, mientras que Estados Unidos se colocó en la segunda posición con 11.2%.

Dentro de América Latina y el Caribe, Brasil ocupa la primera posición regional y la quinta a nivel mundial, mientras que México es el segundo mayor emisor de GEI entre los países latinoamericanos y el lugar número nueve a nivel global. Sin embargo, es tal la desigualdad que, los 10 países que más contribuyen al cambio climático concentran juntos casi dos terceras partes de las emisiones de GEI, mientras que el resto del mundo se reparte la tercera parte restante.

Por otra parte, las emisiones de GEI per cápita, tal como su nombre lo indica, se obtienen dividiendo el total de emisiones de un país entre el total de su población.

Las primeras 5 posiciones las ocupan países que de acuerdo con el Banco Mundial (2024) son clasificados como países de altos ingresos: Catar, Baréin, Kuwait, así como Trinidad y Tobago comparten condición al ser países que centran su actividad económica en la explotación de hidrocarburos, mientras que Palaos, y en este rubro también Trinidad y Tobago así como Baréin, son pequeños países insulares, lo cual hace que dependan en gran medida de bienes producidos en el exterior, haciendo que, con ello, aumente su nivel de emisiones per cápita.

Por el contrario, en las últimas posiciones se encuentran Rwanda, la República Democrática del Congo y Burundi, los tres clasificados también por el Banco Mundial como países de bajos ingresos. Dado lo anterior, puede inferirse que existe una relación positiva entre el nivel de ingreso y las emisiones de GEI per cápita.

Entre los países seleccionados, Canadá se ubica en el lugar número 12 a nivel mundial por emisiones de GEI per cápita, seguido de Rusia (16), Estados Unidos (17), Corea del Sur (21), Uruguay (29), China (33), Brasil (77), México (79), Colombia (109) e India (136).

De esta forma, en América Latina y el Caribe, Uruguay ocupa el primer lugar en emisiones per cápita, mientras que Brasil y México se encuentran en los lugares quinto y sexto en la región, respectivamente.

Las emisiones de GEI per cápita en México se ubican en 6 toneladas de CO2 equivalente por debajo del promedio mundial de 6.8 toneladas de CO2. De acuerdo con el Servicio Forestal de los Estados Unidos, un árbol maduro almacena un aproximado de 22 kg de CO2 en un año (48 libras), de forma que para capturar las emisiones promedio de cada persona en México, se requieren sembrar anualmente 5 árboles y que estos vivan por lo menos 50 años.

A nivel global ha existido una tendencia en la reducción de la intensidad de emisiones asociadas a la actividad económica desde 1990, de la cual México no había formado parte de manera recurrente sino hasta 2009.

Desde entonces y hasta el año 2018, México se mostró alineado con la dirección mundial. Sin embargo, a partir de 2019 y hasta el corte de 2022, el país incrementa nuevamente su intensidad en emisiones de GEI, lo cual podría verse explicado por la política energética de la presente administración, la cual ha favorecido la producción mediante combustibles fósiles y al mismo tiempo ha desincentivando la inversión en proyectos de energías limpias.
Industrias contaminantes

Los procesos industriales son el sector que más GEI aporta en México. En el mundo, la industria eléctrica destaca en primer lugar.

El Centro de Común de Investigación de la Comisión Europea [JCR] (2023), clasifica las emisiones de GEI dentro de los siguientes sectores:

● Industria energética: plantas de generación de electricidad y calor (públicas y de autoproductores).
● Combustión industrial: incluye la combustión para la manufactura a nivel industrial.
●Procesos industriales: por ejemplo, emisiones de minerales no metálicos, metales no ferrosos, disolventes y otros productos, productos químicos, etc.
●Transporte: transporte por carretera, transporte ferroviario, aviación nacional, transporte marítimo nacional y transporte por vías navegables interiores para cada país. El transporte marítimo y la aviación internacionales se contabilizan en el total de emisiones a nivel mundial.
●Edificaciones: incluye combustión estacionaria no industrial a pequeña escala.
●Agricultura: incluye agricultura, ganadería (fermentación entérica, gestión de estiércol), suelos agrícolas (fertilizantes, aplicación de cal, cultivos de arroz, emisiones directas al suelo, emisiones indirectas de óxido nitroso [N2O] procedentes de la agricultura), así como la quema de residuos agrícolas en campo.
●Residuos: incluye desechos sólidos dispuestos en la tierra, desechos sólidos convertidos en abono y procesamiento/almacenamiento de desechos sólidos peligrosos, manejo de aguas residuales e incineración de residuos.
●Explotación de combustibles: actividades de extracción, transformación y refinerías de combustibles, incluido el venteo y la quema en antorcha.

Durante 2022 en México los tres sectores con mayor contribución al cambio climático fueron: procesos industriales (18.5%), transporte (17.9%) e industria energética (15.8%), aportando en su conjunto el 52.2% de las emisiones del país. En cambio, a nivel global fueron, en el siguiente orden: la industria energética (27.5%), el transporte (15.1%) y la combustión industrial (12.2%), sumando estos tres el 54.8% de las emisiones globales de GEI.

Así, mientras que en México los procesos industriales fueron el principal contribuyente de emisiones de GEI en el total nacional durante 2022, a nivel global este sector ocupó el sexto lugar.

En contraste, en México la industria energética representa el tercer sector con mayor aportación de GEI, mientras que en el mundo este sector tiene el primer lugar. Por su parte, los sectores de transportes, agricultura y explotación de combustibles, aun con porcentajes distintos, ocupan los mismos lugares en su contribución de emisiones de GEI, ubicándose en las posiciones segunda, cuarta y quinta, respectivamente.

A nivel mundial, los dos sectores con la menor participación en el total de emisiones de GEI son el de edificaciones (7.1%) y el de residuos (5.1%). Para el caso de México, las edificaciones se encuentran en el último lugar en contribuciones, con 4.5% del total. Por su parte, el sector de residuos aporta 10.5% del total nacional de emisiones brutas de GEI, siendo el sexto mayor contribuyente de GEI a nivel nacional, pero al mismo tiempo, es un sector que en México aporta más de dos veces su participación con respecto al total global de 5.1%.

Pemex, gran contaminante

Un reciente análisis de la Academia de Ingeniería México, reveló que Pemex genera el 9.4% de las emisiones de GEI invernadero en México, por lo que requiere cambios de fondo para avanzar en materia de cuidado ambiental.
El análisis detalla que Pemex Exploracion y Producción y Pemex Transformación Industrial se encuentran dentro de los 4 emisores más importantes de contaminación del aire, superados por la industria eléctrica que aporta el 19.3%, el transporte con 20.7% y la industria en general con 9.9%.

“Pemex es una de las petroleras que más gas queman a la atmósfera y sus emisiones de metano son mucho mayores que las reportadas”, indica el estudio, que advierte también que la petrolera debe reducir, a la brevedad posible, la quema de gas a la atmósfera y la producción de combustóleo en sus procesos de refinación, así como eliminar por completo el uso de combustóleo en sus instalaciones.

“En el mediano plazo deberá implementar los cambios necesarios a sus procesos para incorporar biocombustibles de nueva generación en sus productos, utilizar de manera creciente hidrógeno verde o azul en sus procesos e implementar esquemas de secuestro y captura de CO2”, detalla.

También debe integrar de manera gradual y paulatina sus procesos de refinación y de procesamiento de gas natural con modernos procesos de manufactura de productos petroquímicos sustentables, para ir sustituyendo la producción de combustibles con la de productos de mayor valor económico y menores impactos sobre el medio ambiente.

“El próximo gobierno recibirá una empresa que no sólo ya no le aportará ingresos sino que le va a generar crecientes problemas financieros, presupuestales, operativos y ambientales, que deberá atender distrayendo todavía más recursos presupuestales para modernizar las instalaciones, corregir los problemas operativos y detener la sangría financiera”, añade.