Aún persiste trauma post electoral

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  • Economía e inversión pública, a la baja
  • Se desata la incertidumbre laboral
  • Hacienda responde: todo está bien
  • Comisiones, gran negocio bancario

Agustín Vargas*

Entre la población mexicana persistía la idea de que pasadas las elecciones del uno de julio de este año, todo parecería ir bien, independientemente de quien resultara ganador de la contienda electoral. Sin embargo, a escaso un mes de haberse celebrado la votación la incertidumbre sobre el futuro del país va en aumento.

Si bien Andrés Manuel López Obrador goza de amplia popularidad, simpatía e incluso tiene ya el beneficio de la duda entre amplios sectores de la población que no votaron por él, sus primeros anuncios sobre la conformación de su gabinete y el plan de gobierno que emprenderá a partir del uno de diciembre ha generado inquietud.

Aunado a ello, el desempeño de la economía en 2018, el último de la administración del Presidente Enrique Peña Nieto, no ha sido satisfactorio; por el contrario (igual que los años anteriores) ha dejado más oscuros que claros: no hay crecimiento, el gasto público ha crecido de manera desproporcionada y la inversión pública, principal elemento que mueve a la economía en general, ha caído de manera significativa.

Se ha desatado la incertidumbre laboral entre trabajadores del sector público ante posibles despidos masivos; en el privado ya se anunciaron recortes de personal, previendo una caída más abrupta en la actividad económica y con ello una baja sustancial en los ingresos.

La Secretaría de Hacienda y Crédito Público, a cargo de José Antonio González Anaya, reportó que en el primer semestre del año, el gasto neto del sector público fue por 2 billones 790,446 millones de pesos, lo que significó un incremento del 4.9% en términos reales y respecto del mismo periodo del 2017. Este gasto fue 155,597 millones de pesos, mayor a lo que se tenía programado.

El gasto corriente del sector público ascendió a 1.6 billones de pesos, un aumento de 7%; mientras que el gasto en inversión fue por 339,902 millones de pesos, una reducción del 14.8%, respecto de los primeros seis meses del 2017.

Del gasto programable, que son los recursos que se destinan a los ramos administrativos, autónomos y generales se destinaron 1.9 millones de pesos, lo que representó un incremento del 2.5%, respecto del año anterior.

En el primer semestre la economía mexicana tuvo un retroceso de 0.1% -de acuerdo con la estimación preliminar del INEGI-. No obstante ello, la SHCP mantiene su proyección de crecimiento de un rango de entre 2% y 3% para el cierre del 2018. Su optimismo lo sustenta en que habrá un mayor dinamismo en el consumo y avances en la economía estadounidense.

Para Alejandrina Salcedo, titular de la Unidad de Planeación Económica de la SHCP, las finanzas públicas se encuentran sólidas y sanas. “El mensaje es que las finanzas públicas en este segundo trimestre o primer semestre es que están sanas y sólidas, y que tenemos un balance mejor a lo que se tenía contemplado, lo que nos da confianza de que vamos a cumplir con nuestras metas fiscales del 2018”.

El cumplimiento de metas, según la funcionaria, se dará a pesar de que en este segundo trimestre la economía mexicana no creció, se registraron menores ingresos, mayor gasto y un déficit que supera los 200,000 millones de pesos.

Estos, por supuesto (más sus ocurrencias), son elementos negativos y constituyen un trauma post electoral. A esto y más deberá enfrentarse el virtual presidente electo y tendrá que hacerlo de manera efectiva para llevar a la economía hacia el crecimiento prometido.

Comisiones bancarias

Revelador, sin duda, el informe que dio a conocer la Comisión Nacional para la Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) a cargo de Mario Di Costanzo Armenta, sobre los que ingresos que obtienen los bancos que operan en México con el cobro de comisiones.

El documento destaca que el 30% de los ingresos de la Banca en México, provienen del cobro de comisiones. Llama más la atención el hecho de que este tipo de captación respecto de sus ingresos de operación, son mayores en proporción a las que obtienen sus oficinas matrices en el extranjero.

En 2017 la Banca Comercial obtuvo 108 mil millones de pesos por cobro de comisiones netas (8% más que en 2016). En el primer trimestre de 2018 se registraron 85 mil 698 reclamaciones por cobro de comisiones no reconocidas.

La Condusef tiene registradas 5 mil 310 comisiones en el sector bancario de las cuales, el 58% son de productos de crédito, 39% de productos de captación y 3% de servicios.
 
Es una realidad alucinante que los bancos cobran por todo, incluso se han documentado abusos, situación que ha llevado a los usuarios a interponer quejas ante la autoridad. Durante el primer trimestre de este año, la Condusef registró 85 mil 698 reclamaciones por cobro de comisiones no reconocidas por los usuarios, por un monto de 218 mdp.

A decir de los propios bancos, la incorporación de tecnología reduce los costos de operación, lo que sugiere un menor cobro de comisiones para los usuarios. ¿Será que los bancos se atrevan a tanto; es decir, a cobrar menos comisiones? ¿Acaso renunciarían a tan jugoso negocio? Sería algo así como dispararse al pie ellos mismos. ¿O no?

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*Periodista, director de la Revista Hábitat Mx