Bono Cupón Cero endeudará a damnificados por sismo

El Bono es un instrumento financiero a 20 años, el capital semilla será el que aporte el Gobierno Federal y el de la Ciudad de México

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Ciudad de México.- El Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, el Secretario de Hacienda y Crédito Público, José Antonio Meade Kuribreña, y el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, dieron a conocer nuevas acciones para apoyar a los damnificados de los sismos del 7 y 19 de septiembre pasado, respecto al como éstos podrán acceder a recursos para la restauración, reconstrucción y construcción de sus viviendas.

El apoyo cubre la reconstrucción de vivienda de familias de escasos recursos, la restauración o arreglo de viviendas dañadas parcialmente y financiamiento para la construcción o adquisición de vivienda, iniciando éste en la Ciudad de México.

El primero, con recursos del Fonden y operado por Sedatu, en términos generales se trata de la entrega de cheques hasta por la cantidad de 120,000.00 y a decir de las autoridades, primero se realiza la visita a las viviendas afectadas para registrar en el censo y hacer evaluación de daños, después en una segunda visita se inicia la entrega de recursos.

El segundo, también con recursos del Fonden y operado por Sedatu, ha iniciado con la entrega de tarjetas, para que una vez concretado el trámite de registro y evaluación se puedan hacer disposiciones para la compra de material, hasta por treinta mil pesos.

En ambos casos, ¿bajo qué criterios se definió el monto y cómo se garantiza que estos recursos llegarán a quién realmente lo necesita? Y ante las irregularidades que se dan en los manejos de recursos por parte de los responsables asignados, ¿qué sanciones se tienen previstas en caso de un desvió de recursos?

¿Cuáles son los lineamientos o acuerdos tomados con las empresas que venden los materiales? El gobierno federal debe tener claro que la población no solo necesita saber cuánto han entregado o entregarán, sino a quiénes y cuáles son los criterios para verificar que dichos apoyos sean suficientes.

El tercer caso destaca porque se trata de un instrumento financiero llamado BONO CUPÓN CERO, mismo mecanismo que será operado por Sociedad Hipotecaria Federal (SHF) y BANOBRAS, siendo este mecanismo independiente a las medidas tomadas por el INFONAVIT, FOVISSSTE y los recursos del FONDEN, que están siendo aplicados por SEDATU y BANSEFI.

El llamado Bono Cupón Cero, es un instrumento financiero a 20 años, el capital semilla será el que aporte el Gobierno Federal y el de la Ciudad de México. Por cada peso que aporte la Federación, la Ciudad de México aportará tres, según su “viabilidad financiera”.

La Sociedad Hipotecaria Federal (SHF), a través del Fideicomiso Fondo de Operación y Financiamiento Bancario a la vivienda (FOVI) otorgará créditos hipotecarios, cuyo monto global dicen será de hasta 4 mil 450 millones de pesos, cinco veces la suma de lo aportado por el gobierno Federal y Local.

Este recurso podría operarse a través de la banca comercial, quien otorgaría un crédito hipotecario, cuyos garantes serían Sociedad Hipotecaria Federal (SHF) y BANOBRAS, por lo que queda claro que al trasladar parte de la operación a la banca comercial, éstos últimos serían los beneficiados ya que generarían seguramente un ingreso doble, al percibir el interés que se genera por el bono, así como el interés que pagarán los usuarios, máxime si tomamos en cuenta que con el monto del crédito difícilmente se podrá adquirir un inmueble en la zonas afectadas en la Ciudad de México, debido al valor comercial de estas, y esto provocará que los damnificados tengan que buscar otras opciones en zonas alejadas a su antiguo lugar de residencia, provocando problemas de movilidad, o que inclusive tengan que adquirir un cofinanciamiento para acceder a una vivienda de las mismas características, lo que los pondría a merced de las hoy voraces instituciones financieras.

Este mecanismo prevé tres tipos de créditos, el primero de hasta 2 millones de pesos para particulares, el segundo de hasta 20 millones de pesos para condóminos que quieran realizar reparaciones a sus edificios y el tercer crédito será de hasta 1500 millones de pesos, todos pagaderos a 20 años.

Consideramos que no se trata de un crédito blando ya que su tasa de interés es del 9% anual, y no opera sobre saldos insolutos, será una tasa fija que se calculará sobre el monto original prestado, por lo que en el caso de los créditos de 2 millones de pesos, se traducirá en el pago de 1 millón 600 mil pesos de intereses, más el pago del capital prestado y un pago mensual no variable de 15 mil pesos. Lo que contradice, el dicho de la Federación de que no se pagará el capital prestado.

Será difícil que los nuevos acreditados puedan cumplir de manera puntual con el pago, debido a la diferencia de ingresos existente, y el nivel de desempleo, provocando una carga más pesada para los afectados que se traducirá en moratoria de pagos y una posible ejecución de garantías.

Finalmente observamos que, para buscar la meta de un fondo de 4 mil 500 millones de pesos, en forma de “bonos” el Gobierno Federal y las instituciones participantes trasladan al acreditado, los costos, por lo que proponemos un punto de “equilibrio” de lo contrario la ganancia beneficiara a los especuladores financieros.

Se propone un crédito blando de hasta 4 % mensual, el cual es inviable si tomamos en cuenta que actualmente es la tasa de interés vigente otorgada a los beneficiados de las fuerzas armadas mediante los créditos otorgados por el ISSFAM. Así se estaría beneficiaría a los damnificados, sin necesidad de simular una condonación de capital.

Tendremos que esperar a las reglas de operación de este mecanismo, que no han sido emitidas, ya que las mismas tendrían que contemplar, la exención en los pagos de impuestos, derechos, gastos y comisiones, así como de los honorarios notariales que se generen. También analizar si otras entidades federativas se adherirán al programa porque de acuerdo a lo dicho del Presidente de la República, este mecanismo se puede aplicar a nivel nacional.

De manera paralela el INFONAVIT Y FOVISSSTE, anunciaron que otorgarán facilidades en los trámites para un segundo crédito o para otorgar créditos para restauración de vivienda, para personas que sufrieron la pérdida de su vivienda, sin embargo no ofrecen una reducción en las tasas de interés, ni plazos de pagos, lo que en nada beneficia a los afectados por el sismo, ya que representa un crédito con un interés de cerca del 12% anual, siendo mayor al crédito que se otorga en las instituciones financieras, independientemente de que el apoyo no se generaliza en virtud de que partimos de la premisa de que los beneficiados tendrán que ser derechohabientes de los citados institutos, por lo que el apoyo será muy reducido en proporción a las personas afectadas.

De manera puntual precisamos que las declaraciones realizadas por el Presidente de la República en días pasados, invitando a la gente afectada en el estado de Oaxaca, a organizarse a manera de “tandas”, para apoyar la reconstrucción, resultan irresponsables, si consideramos que desde hace algunos años a la fecha la propia CONDUSEF, a través de su portal oficial ha señalado de manera enérgica que hay que evitar este tipo de prácticas por considerarse un medio inseguro para el ahorro, así como una forma riesgosa y fraudulenta que pone en riesgo la economía.