Ciudad de México.- El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) advirtió que los cambios en las reglas para la inversión, así como la percepción de la falta de un plan claro para lidiar con la crisis sanitaria por el Covid-19 y la reapertura de la economía, han propiciado un desplome histórico en la confianza empresarial.
En su análisis semanal, el organismo privado citó los indicadores de confianza empresarial de abril del Instituto Nacional de Estadística y Geografia (INEGI) relativos a los sectores de construcción, manufacturas y comercio, que se ubicaron por debajo de los 40 puntos, lejos del umbral de los 50 puntos que separa los niveles de optimismo y pesimismo.
El indicador de percepción sobre la posibilidad de invertir se ubicó por debajo de los 10 puntos en los sectores de construcción y comercio, claramente muy lejos del umbral de los 50 puntos.
Expuso que más allá de los efectos económicos naturales de la pandemia, explican que es muy probable que la falta de medidas para proveer a las empresas de la liquidez suficiente para mantenerse a flote y no caer en insolvencia, y con ello conservar al máximo sus plantillas laborales, haya empeorado las perspectivas de inversión.
En opinión del CEESP, “las autoridades consideran que cualquier apoyo a las empresas que no sean tamaño micro sería un rescate injustificado a los ricos, una socialización de las pérdidas privadas de los segmentos más favorecidos de la población tipo Fobaproa”. En contraste, sí han agudizado los mecanismos de inspección fiscal y laboral.
De tal manera, que en la situación actual de alta gravedad a falta de liquidez, las empresas se ven forzadas a reducir sus operaciones y sus costos y sacrificar empleo.
Pero sobre todo, advirtió, están desapareciendo, ya que el universo de patrones registrados se redujo en seis mil 689 solo en abril y el desempleo llegó al punto más alto, entre marzo y abril con 685 mil 480 puestos de trabajo perdidos.
El organismo ve así un panorama igual de oscuro, por lo menos el próximo trimestre, donde continuará el desempleo y la consecuente pérdida de ingresos familiares, y con ello, el aumento de la pobreza.
Sobre este último punto, el Centro de Estudios se refirió a las recientes cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), que advierten del incremento de la pobreza por la crisis por el Covid-19 en los próximos meses, que será de entre 7.2 y 7.9 puntos porcentuales, es decir, entre 8.9 y 9.8 millones de personas.
Concluyó que los apoyos instrumentados por el gobierno son muy limitados, tanto en monto como en eficiencia, y la quiebra de una empresa en una coyuntura como la que se vive actualmente no solo es responsabilidad de los socios y dueños, sino también de la solidaridad social y de un ambiente de negocios propicio que favorezca la inversión.