Santiago.- La minera estatal chilena Codelco anunció que alcanzó un acuerdo para adquirir la empresa australiana Lithium Power International (LPI) por unos 244 millones de dólares.
El acuerdo es la primera adquisición de litio por parte de Codelco, mayor productora mundial de cobre, y podría concretarse dentro del primer trimestre de 2024, dijo la estatal.
La adquisición se realizará mediante un proceso regulado por la Corte de Justicia de Australia denominado Scheme of Arrangement (acuerdo) y la oferta considera un pago de 0,57 dólares australianos por acción, una valorización de 385 millones de dólares australianos (unos 244 millones de dólares), añadió.
La empresa dijo que la adquisición está en concordancia con la estrategia anunciada en abril por el presidente chileno Gabriel Boric que busca aumentar el control estatal en la industria del litio.
Codelco, que también está llevando adelante negociaciones con la productora de litio SQM, lidera el mandato del gobierno buscando establecer alianzas público-privadas de mayoría estatal en yacimientos considerados estratégicos.
LPI es dueña de un proyecto de litio en el salar de Maricunga, aledaño a propiedades mineras de Codelco.
La estatal busca impulsar un proyecto en ese salar, donde la propiedad está dividida entre muchos dueños y colinda con un parque nacional. La firma ha dicho que no es viable construir más de un proyecto en ese salar, que tiene una extensión bastante menor al codiciado salar de Atacama.
«La adquisición de LPI es una consolidación lógica dentro del panorama del litio del Salar de Maricunga», dijo Máximo Pacheco, presidente del directorio de Codelco, citado en un comunicado.
La compra «nos posiciona aún más en nuestra estrategia para convertirnos en un proveedor de metales críticos de relevancia mundial para viabilizar la transición energética y cumplir con la Estrategia Nacional del Litio», añadió.
El anuncio ocurre en momentos en que la estatal enfrenta un complejo escenario con una caída de su producción propia de cobre, alto nivel de deuda y retraso en proyectos clave para extender la vida útil de sus minas, con el consiguiente aumento de los costos.
