Con un ojo al gato y otro al garabato

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Claudia E. Anaya (*)

Con la cercanía del verano y de los periodos vacacionales, una de las prioridades para la industria turística serán los destinos de sol y playa. No obstante, en lo que llega el momento, la Secretaría de Turismo (Sectur) destacó otro rubro que se está volviendo importante para la industria: el turismo de reuniones.

De acuerdo con el titular de la dependencia, Miguel Torruco Marqués, esta industria ha cobrado una especial relevancia para México, con una derrama anual de 25 mil millones de dólares y una participación del 1.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) del país.

Aunado a lo anterior, y de acuerdo a los últimos estudios con los que contaba el funcionario, este segmento de la industria genera más de un millón de empleos, con una ocupación de 29 millones de cuartos-noche por año (21 por ciento del total).

Al recordar la meta de la actual administración respecto al incremento de los ingresos por concepto de turistas extranjeros, Torruco Marqués destacó que la industria de reuniones es importante ya que “el participante nacional e internacional en congresos, convenciones, viajes de incentivo y exposiciones viaja con un mayor presupuesto y gasta 53 por ciento más que el turista de placer”.

Por otro lado, indicó, dicho perfil de turista ayuda a mejorar a largo plazo la calidad de vida de las comunidades locales, pues incorpora programas de responsabilidad social, detona inversiones y contribuye a la reputación de los destinos.

Respecto al número total de congresos realizados a nivel mundial, la International Congress and Convention Association (ICCA) indicó que Estados Unidos es el líder con 947 eventos, seguido de Canadá, con 315; Brasil, con 233 y Argentina, con 232. México ocupa la quinta posición con 172.

En función de esto, Miguel Torruco solicitó a la industria nacional de reuniones reportar anualmente sus eventos a ICCA, para que “se refleje verdaderamente nuestro liderazgo a nivel internacional”.

En otra línea, el titular de la Sectur abordó el tema de la profesionalización del sector, destacando la importancia de la capacitación en la estrategia de turismo de la actual administración.

De acuerdo con el funcionario federal, con la labor del Instituto de Competitividad Turística (Ictur) y demás actores se expandirá la oferta de formación, evaluación y certificación de competencias en todas las ramas y actividades del sector.

Refirió que en el rubro turístico existen mil 224 programas educativos de tipo superior, 79 por ciento correspondientes a instituciones privadas y 21 por ciento a instituciones públicas. La matrícula de estudiantes registrados en la Secretaría de Educación Pública (SEP) ronda los 120 mil.

Para fortalecer los programas y que respondan a las necesidades del aparato productivo, Torruco Marqués indicó que se actualizarán las bases de colaboración entre la Sectur, la SEP y la STPS a fin de elevar la calidad de la oferta en el sector.

No obstante, mientras la actual administración atiende estas tareas, también existe otra problemática al que se ha tenido que enfrentar y sobre la cual se refirió esta semana: la violencia.

A nivel federal, Miguel Torruco aseveró que los episodios de violencia registrados en el país no han impactado en el turismo y que, por el contrario, se registra una afluencia importante de visitantes.

Bajo su óptica, el gobierno federal se encuentra más sólido que nunca, por lo que solicitó a los reporteros preguntar “cosas positivas” y dejar de hablar ma de México, pues se requiere unidad nacional y promocionar los programas que harán crecer los espacios laborales.

Sumado a esto, el secretario indicó con la Guardia Nacional y proyectos como el Tren Maya, el presidente Andrés Manuel López Obrador le dará serenidad a la población en materia de seguridad pública.

Otro personaje que también salió a realizar aclaraciones en una línea similar fue Carlos Mackinlay Grohmann, secretario de Turismo de la Ciudad de México.

De acuerdo con el funcionario capitalino, el número de turistas se ha mantenido pese a los problemas de inseguridad e incluso se ha elevado la derrama económica de los paseantes respecto al año pasado.

Mackinlay Grohmann argumentó que si bien ha habido incidentes como robos de cámaras, no ha ocurrido nada especial que afecte a los turistas, que se mueven en ámbitos distintos al habitante normal de la ciudad y no son objeto de situaciones delictivas.

Si bien es cierto que los temas a atender en el sector turístico no son pocos, sería prudente no dejar de lado una cuestión tan sensible como es la de la seguridad. Medidas como la austeridad o la falta de promoción, tomadas tan tajantemente en un principio, demostraron no ser idóneas y ahora se busca matizarlas. ¿El sector podría darse el lujo de repetirlo? Es dudoso.

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(*) Directora Adjunta de la Revista Hábitat Mx