Entresemana

No mienta Presidente

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Moisés Sánchez Limón

¿El Presidente se equivoca y miente? Andrés Manuel López Obrador presume públicamente de honestidad y prístino proceder en sus actos y decisiones. Y malhaya quien lo dude porque, aunque dice que no es rencoroso, lo cierto es que quien se la hace se la paga.

Guillermo García Alcocer sabe de esa máxima y por eso renunció a la presidencia de la Comisión Reguladora de Energía.

Y me refieren que Josefa González Blanco Ortiz Mena dimitió a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, porque el Presidente le hizo el vacío y luego le pidió la renuncia, como igual ocurrió con Germán Martínez Cázares cuando se atrevió a cuestionar al secretario de Hacienda Carlos Urzúa y la Oficial Mayor de la misma dependencia, Raquel Buenrostro Sánchez.

Sin embargo, el licenciado López Obrador asegura que no pasa nada, que hay cohesión y hartas ganas de trabajar en su gabinete, cuando es evidente el desgaste de los principales miembros del equipo presidencial que, al final, pareciera que pagan por trabajar.

¿Podrá trabajar López Obrador con un equipo menguado y, lo peor, inexperto y falto de sentido común para atender prioridades? Cómo interpretar que un supuesto equipo de expertos no se haya fijado en la existencia de un cerro que cerraba el paso a una de las pistas en el propuesto aeropuerto civil de Santa Lucía.

La solución fue correr unos metros la pista y convertirla en civil y militar. Unos genios.

O, en el caso de la suspensión provisional de amparo que una juez federal otorgó a un variado grupo de representantes sociales, contra la construcción de ese aeropuerto hasta en tanto no se tengan los permisos y estudios de impacto ambiental, que el señorpresidente minimizó con una expresión simplista de que al fin y al cabo no habían comenzado los trabajos.

Y, bueno, el tema de la refinería de Dos Bocas, en Tabasco, que arranca carente de sustento ambiental, aunque por ahí se rescataron documentos que entrañan contradicciones. ¿Concluirá Pemex en tres años la construcción de esta refinería con todo lo que de ésta se ha prometido? Los expertos no sólo dudan de ello, incluso consideran que su producción será mínima. Vaya, las expectativas no son halagüeñas. Pero el señorpresidente dice que sí.

No mienta, señorpresidente. No mienta con ese tipo de proyectos que son de su absoluta voluntad, imaginados en esos sueños que tuvo durante toda su vida de hacer realidad cuando llegara a la Presidencia de la República.

No se burle de las opiniones contrarias, no desdeñe a la crítica sana y constructiva, no continúe con esa su estrategia básica y personal de regar la especie de que todos los periodistas, incluido su compadre del alma Ricardo Rocha, somos corruptos, fifí, hampones, golpistas y conservadores al servicio de los intereses neoliberales que no acaban de irse, aunque usted los exorcizó pero luego les dio respiración de boca a boca con la calurosa recepción que le dio a la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde.

No mienta presidente cuando envía a la doctor Irma Eréndira Sandoval Ballesteros, secretaria de la Función Pública, a decir que no hubo tal restricción a científicos, investigadores, estudiantes sobresalientes y becarios para salir del país a menos que usted les diera permiso por escrito con la firma de usted.

Porque sabe, señorpresidente, que con ese memorándum de la austeridad republicana, esa orden determinaba que nadie, nadie del sector público podía salir del país a atender asuntos profesionales, de trabajo, si usted no les daba permiso.

Eso, licenciado López Obrador, es un acto dictatorial, es asumir el control absoluto del gobierno, es centralizar en una persona, su persona, la decisión de qué se mueve y qué se queda quieto, quién sale y quién entra. Son pauta de la dictadura que usted ha dicho no opera en su visión política. No mienta, Presidente, no mienta porque los papeles que ha firmado, como ese memorándum, lo evidencian.

Y no se ofenda si en la calle le comienzan a gritar mentiroso, que es un sinónimo de demagogo.

Austeridad Republicana no afecta viajes de investigación dice Irma Eréndira Sandoval en el comunicado del lunes pasado, cuando había alcanzado niveles de escándalo e ira la información de que científicos, investigadores, becarios, no podían salir del país sin su permiso, el de usted licenciado.

La autorización de viajes con fines académicos que requiera realizar el personal del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), así como del Sistema de Centros Públicos de Investigación, con categoría de investigadores, deberá apegarse a la normatividad vigente, explicó la secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval Ballesteros, de acuerdo con el comunicado de referencia.

Y puntualizó:

“En el contexto de interpretaciones imprecisas del memorándum presidencial del 3 de mayo pasado, la Directora General del Conacyt, María Elena Álvarez-Buylla Roces, realizó una consulta a la Titular de la Función Pública sobre la aplicabilidad de dicho instrumento en el ámbito de la investigación.

“En respuesta, Sandoval Ballesteros explicó que las medidas de Austeridad Republicana no buscan mermar las posibilidades de las y los investigadores de México de realizar viajes a otros países para participar en encuentros académicos, difundir sus resultados y sostener reuniones de trabajo con colegas de otras instituciones, entre otras actividades acordes con sus labores de investigación, siempre observando los principios de transparencia y rendición de cuentas.

“La Función Pública señaló que, así como las medidas de Austeridad Republicana se concentran en personal de mando y enlace, sin afectar al operativo, las actividades de las y los investigadores no serán comprometidas, ya que de ninguna manera se prohíben los viajes necesarios para desempeñar el trabajo sustantivo de investigación y desarrollo tecnológico”.

Pero usted, Andrés Manuel, molesto porque el ombudsman nacional, Luis Raúl González Pérez le reprochó no haber recibido su informe, propuso “tocarles la puerta o enviarles un correo electrónico a quienes se resisten al cambio y, con todo respeto, decirles que ya cambió la realidad en México. “Te aviso, con todo respeto, que ya cambió la realidad. Ya no hay corrupción ni impunidad tolerada”.

Y, en el exceso de este poder centralizado dijo que el influyentísimo, la fama o los grados no interesan. “Como, por ejemplo, los científicos, los intelectuales que no tienen razón y sí, a lo mejor, ni siquiera son científicos –con todo respeto-. Son administradores de instituciones dedicadas al fomento de la ciencia y de la tecnología”. ¡Sopas!

No mienta señorpresidente ni se equivoque con esa obtusa apreciación de lo que es ser un investigador, un científico, llegar al nivel de médico internista, o ingeniero petroquímico que requiere de especialización y usted le niega salir del país y, cuando salen, llevan 20 mil pesos para pago de transportación aérea, alimentación y hospedaje.

¿Qué hizo usted, señorpresidente durante todos esos largos años que tardó para conseguir el título de licenciado en ciencia política? Hizo grilla, se encumbró en la política y nunca dio golpe desde que se sumó al PRD y luego lo traicionó para construir a partir de su base lo que es Morena, el partido del que es propietario. ¿Será por eso que le da prurito un doctorado y una maestría? No mienta, señorpresidente ni se equivoque en el trato a ese potencial de estudiantes que ganan menos que los ninis a los que ha beneficiado con fines futuristas. Conste.

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