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In memoriam de Hipólito Mora, cuando los cobardes ganan

Norberto Vázquez

Más de tres décadas asesinando civiles, religiosos, empresarios, víctimas colaterales, niños, jóvenes, secuestrando, creando autogobiernos, cobrando dinero por el trabajo de otros, entorpeciendo el libre tránsito por que te roban tu auto en las carreteras. ¿Quién les pone un freno a esta ola de cobarde llamado crimen organizado?

Hipólito Mora era el último irreductible que le hacía frente al crimen organizado en este país. Fallecido José Manuel Mireles por covid en 2020, y desaparecidos para la causa El Abuelo y Estanislao Beltrán, alias Papá Pitufo, Mora era casi ya un anacronismo en un país donde hemos visto con tristeza como los delincuentes ganan una y otra vez las batallas contra la sociedad.

Si de don Alejo Tamez Garza ya nadie se acuerda, quién decidió que no entregaría sus tierras al crimen organizado.

El sueño de su vida, fruto de su trabajo, esfuerzo y entrega, sería defendido, en caso de ser necesario, con la propia vida. Y así murió, por balas de míseros y clandestinos asesinos.

Así es. En México siempre los cobardes matan y ganan las batallas. Viejo agricultor de limones, Mora entendía el problema de la violencia

La camioneta tenía un blindaje nivel 5 que ofrece protección ante armas largas con una distancia de 7 centímetros entre disparos. Sin embargo, el brutal ataque de mil balazos no logró evitar el asesinato del exlíder de las autodefensas.

El blindaje nivel 5 incorpora cristales blindados B33 Multi-hit de 43 mm de espesor, que proporcionan la triple resistencia y 20% menor peso. Resisten multi-impactos de armas largas. Todo fue en vano.

Los fusiles antimateria Barrett calibre .50 son armas utilizadas por grupos de la delincuencia en contra de sus enemigos, así como para derribar aeronaves y perforar blindajes, a kilómetros de distancia. Hicieron bien su tarea.

A Hipólito Mora y a tres de sus escoltas los asesinaron de mil balazos en La Ruana, Michoacán. Cerca de 20 sicarios se encargaron de arrebatar la vida al fundador de las autodefensas en aquella región de Tierra Caliente.

Más de tres décadas asesinando civiles, religiosos, empresarios, víctimas colaterales, niños, jóvenes, secuestrando, creando autogobiernos, cobrando dinero por el trabajo de otros, entorpeciendo el libre tránsito por que te roban tu auto en las carreteras…¿quién les pone un freno a esta ola de cobarde llamado crimen organizado?
Nadie. Que tal un coche bomba, el robo a una joyería en Antara, secuestro de policías, feminicidios, incendios de tiendas comerciales y coches, cuerpos desmembrados, el homicidio de integrantes de partidos políticos, así como una alerta de Reino Unido para no visitar México.

Todo, absolutamente todo, un escenario de violencia e inseguridad registrado en el país durante la última semana en territorio nacional.

Cuando se le cuestionó en la conferencia mañanera del viernes 30 de junio sobre el asesinato de Hipólito Mora, el presidente Andrés Manuel López Obrador responsabilizó a Felipe Calderón de utilizar métodos duros contra los narcotraficantes y también señaló a los medios de comunicación por informar sensacionalistamente sobre el atentado contra el exautodefensa.

El Índice de Paz México 2023 constata que la tasa nacional de delincuencia organizada ha aumentado un 64.2 % en los últimos ocho años. Con la excepción de un ligero descenso en 2020, la tasa ha aumentado cada año desde 2016. Este aumento fue impulsado por deterioros en la extorsión y narcomenudeo, con aumentos en la tasa de 59.5 y 148.7 %, respectivamente.

El aumento de los niveles de delincuencia organizada en México ha sido visible no solo en estas actividades generadoras de ingresos, sino también en el aumento de las tasas de homicidios y violencia extrema en el país.

El asesinato despiadado de Mora, pone en claro quién manda en este país. Unos sinvergüenzas armados que lo único que saben es quitarle el pan al prójimo y matar.

Esos ignorantes que no hacen nada y lo quieren todo. Que usurpa la riqueza y el trabajo que otros generan. Para mí, simplemente son escorias, en estas palabras: vividores.

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