Futuro inmediato

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Claudia E. Anaya (*)

Una de las características más reconocibles de la actual administración es su tendencia a ser voluble. Se determinan decisiones, muchas veces de forma apresurada, sólo para recular al poco tiempo, regresar al status quo o tratar de implementar soluciones menos eficientes por capricho.

El sector turístico ha sido testigo de esta forma impredecible de obrar con el tema de la promoción, cuyos recursos se cortaron de tajo bajo la estela de la corrupción y finalmente han sido recuperados parcialmente bajo la figura del Consejo de Diplomacia Turística.

El caso más reciente de esto se dio la semana pasada, cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador indicó que si la ciudadanía no desea que se lleve a cabo la construcción del Tren Maya no se realizará.

El mandatario aprovechó una visita al municipio de Felipe Carrillo Puerto en Quintana Roo para recalcar que solicitó se consulte pueblo por pueblo a las comunidades circundantes al paso del tren, ya que no desea que por culpa de la “oposición chueca y latosa” no se concluya la obra.

“No quisiera, se los digo con toda franqueza, que por mezquindades empiecen a llover los amparos y se detenga la obra (…) si es así, mejor no la inicio, porque yo no voy a dejar una obra inconclusa”, aseveró López Obrador al respecto del proyecto infraestructural más importante de su gobierno.

Tras las declaraciones, donde insistió en que la idea es que sea la gente quien decida si se realiza la obra o no, el mandatario realizó una de sus conocidas consultas a mano alzada sobre el proyecto.

Por otro lado, el secretario de Turismo federal, Miguel Torruco Marqués, se dedicó a tocar algunos temas de la industria en su futuro más inmediato, obviando curiosamente en su agenda el tema del Tren Maya.

Comenzó con el asunto de los Pueblos Mágicos, programa al cual se estarían agregando de cinco a seis nuevas comunidades para el año 2020, aumentando la cifra de 121 pueblos que actualmente cuentan con la denominación.

El titular de la Sectur insistió que la estrategia de los Pueblos Mágicos es fomentar la actividad turística de las pequeñas localidades del país, ya que cuando un destino es nombrado como tal ve crecer su ocupación hotelera entre el 5 y el 6 por ciento.

Posteriormente, Torruco Marqués abordó el tema de la aviación y dio a conocer que en la reorganización del sistema aeroportuario, el Aeropuerto Internacional de Toluca (AIT) estará ahora enfocado a las aerolíneas de bajo costo como Interjet, Viva Aerobus o Volaris.

Al hablar sobre la participación del estado de Durango en el espacio Punto México, el secretario volvió a poner énfasis en que fue una buena decisión la cancelación del aeropuerto de Texcoco, ya que este se construiría sobre suelo fangoso y se habría tenido que cerrar el actual Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).

De acuerdo con Luis Federico Bertrand, director del AIT, se lanzará un plan para reposicionar la terminal, lo que implica buscar el regreso de las aerolíneas que se fueron tras la quiebra de Mexicana de Aviación en 2009 e incrementar su capacidad de atención hasta para 20 millones de pasajeros.

Finalmente, el funcionario turístico señaló que el tercer y último fin de semana largo del año, que va del 16 al 18 de noviembre, dejaría una derrama económica superior a 4 mil 904 millones de pesos.

Aunado a lo anterior, se espera que en el periodo arribe un millón 813 mil turistas, los cuales se hospedarían en algún hotel del país para generar una ocupación promedio de 67 por ciento.

Sobre los fines de semana largos en sí, el secretario indicó que estos contribuyen a la convivencia familiar, al consumo doméstico y al incremento del turismo interno, beneficiando a la cadena productiva y a la población local de los destinos nacionales.

Como ha venido siendo común durante las últimas semanas, el futuro próximo parece marchar sin demasiados problemas de momento, pero los planes a largo plazo del sector no terminan por quedar del todo claros, especialmente con el caso del Tren Maya y los pendientes de Santa Lucía.

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(*) Directora Adjunta de la Revista Hábitat Mx