Sin recarga en sus dos reactores y con un problema de exclusividad en este suministro que eleva sus costos, la central nucleoeléctrica es a la que más le urge una reforma
Norberto Vázquez
Mientras en el ambiente político y estratégico en materia de energía, se debate una propuesta más de reforma energética para México, la Central Nuclear de Laguna Verde, ubicada en Veracruz, detenta uno de los problemas estructurales más importantes de su historia: los dos reactores con los que opera se mantienen sin recarga nuclear.
Según informes de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), la compañía General Electric es la mantiene el monopolio de las recargas de los reactores de la nucleoeléctrica, informó la Comisión Federal de Electricidad, empresa gubernamental que por las diputas políticas que enfrenta se ha desentendido del asunto y de manera oficial reveló que la central no se encuentra en periodo de recarga.
De acuerdo con expertos, el peligro está latente y es tema de seguridad nacional, porque sin la recarga de los dos reactores con que opera la central su distribución de energía no es la satisfactoria en el mercado habitual y, segundo, estaría en riesgo la vida útil de los reactores, lo que podría derivar en un severo accidente.
Mediante la solicitud de información con número de folio 1816400246521, se pidió a la CFE se le pidió el contrato o contratos con la empresa que detenta la recarga nuclear, así como el detalle del estado actual de los dos reactores que operan en la Central Nuclear de Laguna Verde.
De manera oficial, la firma paraestatal dirigida por Manuel Bartlett Díaz dijo que “en atención a la solicitud de información número SAIP-21-2465, por parte de la Gerencia de Centrales Nucleoeléctricas (GCN) de la Comisión Federal de Electricidad, se informa que la Central Nuclear actualmente no se encuentra en periodo de recarga, por lo que se declara inexistente la información solicitada”.
Recargas
Bajo el escenario de la opacidad administrativa, se encuentra el caso del contrato de la Adjudicación Directa Internacional número ADI-CI-006-16 para la contratación del “suministro de ensambles de combustible nuclear y sus servicios asociados de ingeniería” para la Central Termonuclear de Laguna Verde, celebrado entre la CFE y la empresa Global Nuclear Fuel-Américas (GNF), LLC, firmado el 15 de febrero de 2015 y que venció el 25 de septiembre de 2020, valuado en 64 millones 411 mil dólares.
Una auditoría interna realizada a este procedimiento de licitación realizado por Transparencia Mexicana, revela un largo y tendencioso proceso de concurso, por parte de CFE, cuando la paraestatal era dirigida por Enrique Ochoa Reza, para favorecer a Global Nuclear, una empresa propiedad mayoritaria de la estadunidense General Electric.
Al mismo tiempo, esta información establece que por el momento, la Central Nuclear ha quedado sin un proveedor de manera formal, cuando la documentación allegada establece que el contrato para el “suministro de ensambles de combustible nuclear y sus servicios asociados de ingeniería” venció hace 13 meses, aproximadamente, lo que pone en el limbo de gestión a la empresa atómica, por lo que el actual titular de la CFE, Manuel Bartlett Díaz, deberá enfrentar una nueva licitación cuyos costos para este tipo de contratos rondan los 65 millones de dólares.
De acuerdo a este informe, hasta ahora se ha dependido de un sólo fabricante y se ha tenido que adquirir el combustible extraído a base de “uranio natural” bajo un contrato suscrito hace 6 años, en el cual muchas de las actividades que se realizan no estaban bien definidas en sus planteamientos desde antes de la firma del convenio internacional.
Expertos en energía atómica piden que la CFE abra el concurso de licitaciones internacionales y considere otros proveedores para hacerse del “combustible nuclear”, para lograr mayor independencia y bajar los costos en relación con los fabricantes de este tipo de energéticos que operan en todo el orbe.
Ruta técnica
A finales de 2014, la Central Nuclear realizó, bajo la solicitud de pedido 500547964, la apertura de una licitación internacional para adquirir “combustible nuclear”, dado que vencía el contrato con General Electric firmado en 2009.
Entre septiembre y diciembre de 2014, la Secretaría de la Función Pública (SFP) inició el procedimiento de Adjudicación Directa Internacional número ADI-CI-006-16, para “la contratación del suministro de ensambles de combustible nuclear y sus servicios asociados de ingeniería”, para la única central nuclear en el país que forma parte de las fuentes de generación de energía eléctrica de la de la CFE, desde ese momento, Transparencia Mexicana AC, fue elegida como “testigo social designado”.
Desde su apertura el 14 de abril de 1990, la central ha tenido un proceso constante para acceder al combustible nuclear. Laguna Verde, está compuesta por dos reactores nucleares de agua en ebullición, modelo BWR/5, fabricados por la firma General Electric que funcionan a través de fusión nuclear de átomos de uranio enriquecido, desarrollando una reacción en cadena para generar energía eléctrica de manera constante.
Para garantizar la generación constante de energía eléctrica, los reactores nucleares deben ser abastecidos de forma cíclica con los combustibles y ensambles específicos, conforme a las certificaciones correspondientes. En el caso de la termonuclear, la CFE debe contar con los ensambles de combustibles nucleares que tengan uranio enriquecido (U235) que sean del tipo GE14, aprobados por la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias (CNSNS).
Según las especificaciones técnicas, estos ensambles de combustibles se han utilizado en ciclos de recarga con una duración aproximada de 18 meses, y se utilizan en la central desde 2009, además de ser diseñados para operar en condiciones de aumento de potencia de los reactores que no representen cambios significativos en la ingeniería, licenciamiento y rehabilitación de Laguna Verde.
Investigación
La pesquisa sobre este proceso de licitación, detalla que su justificación se sustentó “en el suministro de ensambles de combustible nuclear tipo GE14, para seis recargas en las dos unidades de la Central Nuclear, así como los servicios de ingeniaría asociados consistentes en el diseño de los ensambles, fabricación y soporte de las recargas, incluidos los servicios de monitoreo en los ciclos en que operen los ensambles de combustibles”.
Se determinó incluso, el procedimiento técnico para la entrega del combustible. En la solicitud de pedido generada por el área de ingeniería del reactor de la Gerencia Nucleoeléctrica Laguna Verde (500547964), se establece que se requirieron 3 recargas para la unidad 1 (recargas 18, 19, y 20) y 3 recargas para la unidad 2 (recargas 15, 16 y 17).
En los protocolos de entrega, se pidió que cada recarga debería ser entregada de forma parcial, haciendo una primer entrega correspondiente al 80% de la recarga, y el 20% restante, en una entrega posterior en las instalaciones del Almacén General de la Central Nuclear. El calendario de entregas se estableció de la siguiente forma: en el reactor 1, la recarga 18 fueron el 80% en octubre de 2016; y el 20% en marzo de 2017. En el reactor 2, la recarga 15, fue el 80% en marzo de 2017; y el 20% en agosto de 2017. En el reactor 1, la recarga 19 se desarrolló el 80% en febrero de 2018, y el 20%, en julio de 2018.
En el reactor 2, la recarga 16 se hizo el 80% en agosto de 2018; mientras el 20% restante fue en noviembre de 2018. En el reactor 1 para la recarga 20, fue el 80% en junio de 2019, y el 20%, en noviembre de 2019.
Finalmente, para el rector 2, la recarga 17 se comprometió en el 80%, en enero de 2020, mientras el 20% restante, se entregó en junio de 2020. Durante este proceso de licitación, se presentaron diversos documentos a revisión para constatar la “transparencia” en su procedimiento que no era del todo claro y apropiado.
Se detectó, que diversos informes presentados por la paraestatal eran ambiguos. Por ejemplo, en el escrito “investigación de mercado”, se descubrió “que la información de consulta recabada por la CFE a distintas fuentes de información, relacionadas con la contratación de la adjudicación directa (entre ellas: CompraNet, proveedor vía correo electrónico y el sistema interno de contrataciones de la CFE) son confusos.
Sin embargo, “este documento carecía de las conclusiones, resultado del análisis de la información obtenida en la investigación de mercado, que permitieran identificar de forma inauditable la inexistencia de otros proveedores”, revela la pesquisa.
Otro dato a resaltar, es el relativo a la justificación para “excluir” en la contratación de este procedimiento de licitación pública a otras empresas globales. En el análisis realizado por la CFE, estableció “información técnica con la que justificó la decisión de utilizar el combustible GE14, y en este apartado, se señala que existen otros diseños de combustible desarrollados para la operación con potencia incrementada los cuales son producidos por otras dos empresas, lo cual no se integró a la propuesta general”, dice la auditoría.
Anomalías
La CFE consideró esta opción para evitar costos adicionales y no modificar con ello el diseño del núcleo de los reactores con combustible con más de un proveedor. “Esta afirmación no se encuentra soportada con datos que permitan acreditar la conveniencia de utilizar el combustible y no modificar el núcleo del reactor, por no presentar las mejores condiciones para el Estado”, se expone.
La auditoría interna se pronunció respecto a este hecho y planteó que si en los documentos de justificación, “la CFE acreditaba la afirmación de que sólo existía un fabricante en el mercado, se consideró que en la presentación del caso, se refería todo lo contrario, y habría otros dos competidores que nunca se mencionaron”.
Pese a todas esta observaciones, la licitación bajo adjudicación directa fue autorizada de forma unánime a favor de Global Nuclear Fuel-Américas, LLC, por un monto total de 64 millones 411 mil 544 dólares, cuya firma del convenio se realizó el 15 de febrero de 2015 en las instalaciones de la Central de Laguna Verde. En este contrato se acordó, que los servicios asociados al suministro de ensambles nucleares, relacionados con el acuerdo, “se establecieron desde agosto de 2016” y concluyeron el pasado “25 septiembre del 2020”.
Se determinó, además, que al no existir un comparativo de costos, “no existe un sustento documental para acreditar la conveniencia de seguir utilizando el combustible GE14”.
Hoy, bajo estos lineamientos protocolarios, se recomienda que la CFE analice la conveniencia de invitar a otros fabricantes de ensambles de combustibles nucleares, para que realicen los procedimientos de certificación ante la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias (CNSNS), a efecto de que para el otro procedimiento de contratación exista competencia entre distintos proveedores.
Manuel Bartlett Díaz, actual titular de la CFE, tiene frente sí un compromiso determinante ahora que desde septiembre del 2020, se venció el contrato para el suministro de este combustible nuclear.
De acuerdo a expertos, esta opacidad por parte de CFE para no dejar entrar a otros proveedores, no ha permitido evaluar el uso de combustibles de óxidos mixtos; es decir, usar el plutonio que se genera de manera natural al fisionarse el combustible actual, reprocesarlo y usarlo como combustible en mezclas adecuadas de uranio, para fabricar un nuevo combustible para Laguna Verde. Esto, dicen, ya se realiza en algunos en algunos países, como Francia y Japón.