Persisten riesgos para la estabilidad de las finanzas públicas, ya que es altamente probable que Pemex requiera de apoyos extraordinarios y las expectativas para el crecimiento económico en los próximos años se ha debilitado por los bajos niveles de inversión
Agustín Vargas
El pasado 8 de septiembre, conforme lo establece la legislación, el Ejecutivo Federal entregó al Congreso de la Unión el Paquete Económico 2022, que incluye los Criterios Generales de Política Económica (CGPE), la Iniciativa de Ley de Ingresos (ILIF) y el Proyecto de Presupuesto de Egresos (PPEF).
Las prioridades del paquete son similares a las de años previos. Los ingresos serán impulsados por el crecimiento económico y “eficiencias” en la recaudación, mientras que el gasto crecerá en mayor proporción, mostrando prioridad en energía, salud, programas sociales y obras insignia. El nivel de deuda se mantendría en 51% con relación al PIB.
Los documentos destacan proyecciones ambiciosas para el PIB y la plataforma petrolera, siendo posible que se sobrestimen los ingresos. Analistas advierten que para financiar el gasto en programas y obras insignia, se deberá recurrir a recortes en rubros menos prioritarios para la administración, si se quieren lograr las metas de balance y endeudamiento.
La disciplina fiscal apoya al perfil crediticio de la deuda pública (o deuda soberana, como se le conoce) en el corto plazo; los apoyos a Pemex y debilidades en el crecimiento del PIB para los próximos años, son factores de atención.
Prioridades sin ajuste
En el texto del primer Paquete Económico bajo el nuevo titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Rogelio Ramírez de la O., se señalan como prioridades los apoyos sociales, la estabilidad fiscal y el impulso a “proyectos regionales” que detonen el desarrollo. Una línea muy similar a la de años previos.
En relación a los Pre-Criterios, la SHCP revisó el pronóstico del PIB, de 3.6% a 4.1% para 2022, argumentando el avance en la vacunación y una reapertura completa en el primer trimestre de 2022, efectos de las obras de infraestructura, el buen dinamismo en la exportación y beneficios asociados al T-MEC.
Por otro lado, estima que, de 2021 a 2022, la plataforma de producción de crudo aumente de un millón 753 mil a un millón 826 mil barriles diarios de petróleo y que el precio de la mezcla descienda de 60.6 a 55.1 dólares por barril.
Con dicho marco económico, se estiman ingresos por 6 billones 173 mil millones de pesos para 2022; 297 mil millones más que en 2021, gracias al rubro no petrolero, que refleja el crecimiento del PIB, menor estímulo a gasolinas y, de acuerdo a la SHCP, más eficiencias en la recaudación; en el ingreso petrolero, el menor precio esperado del crudo eclipsaría al aumento en la producción.
El gasto neto se proyecta en 7 billones 048 mil millones de pesos, un alza de 352 mil millones. El gasto no programable (participaciones, costo financiero) aumenta por el efecto de la mayor recaudación tributaria, alzas en las tasas de interés y la depreciación cambiaria. En el gasto programable, destacan incrementos en ramos de que se encargan de los programas sociales y obras insignia (Bienestar, Educación, Turismo), en el sector energético (Pemex, CFE) y en materia de Salud.
Con esto, se registraría un déficit presupuestario y primario de 876 mil y 84 mil millones de pesos, respectivamente, y el nivel de la deuda (denominado en el paquete económico como los Requerimientos Financieros del Sector Público) se quedaría en 51% PIB, menor que en 2020 (52.4%), pero todavía arriba de lo visto en 2019 (44.5%).
Disciplina fiscal
Los proyecciones para el PIB y la plataforma de extracción de crudo son más ambiciosas que las de los analistas, por lo que se corre el riesgo de que la dependencia esté sobreestimando los ingresos para el siguiente año, no obstante, parte de este riesgo se contiene por las conservadoras expectativas en materia de precios para la mezcla mexicana.
En caso de que no se cumplan las proyecciones económicas y efectivamente se perciban menos ingresos a lo esperado, considerando la política de austeridad, la renuencia a aumentar el nivel de endeudamiento y que no se prevén aumentos ni nuevos impuestos, la administración optaría por recortar el gasto en aquellos conceptos que considere menos prioritarios, con el fin de poder financiar sus programas sociales y obras de infraestructura insignia.
Se prevé que la deuda gubernamental o soberana mantenga el grado de inversión este y el siguiente año, gracias a la disciplina fiscal implementada y a otros elementos (credibilidad de Banxico, flexibilidad cambiaria, sólida posición externa).
Sin embargo, persisten riesgos para la estabilidad de las finanzas públicas, ya que es altamente probable que Pemex siga necesitando apoyos extraordinarios y las expectativas para el crecimiento económico en los próximos años se ha debilitado por los bajos niveles de inversión en años recientes.
Crecimiento económico
De acuerdo con la SHCP, el paquete económico 2022 está basado en tres pilares fundamentales: 1) apoyo a los grupos sociales vulnerables; 2) estabilidad y solidez de las finanzas públicas manteniendo la disciplina fiscal; y 3) proyectos regionales de inversión pública para detonar el desarrollo social.
El siguiente año es clave para la consolidación de la recuperación económica y hacer frente a todos los retos asociados a la inequidad social agravada por la crisis sanitaria y económica reciente, expresó Rogelio Ramírez de la O. en la Cámara de Diputados al hacer entrega del paquete económico.
Para 2022 se mantendrá la disciplina fiscal al proponer una meta de -0.3% del PIB para el balance primario del próximo año. Ello representa una mejora marginal en relación al déficit primario de 0.4% estimado para 2021.
Este paquete proyecta Requerimientos Financieros del Sector Público (RFSP) de -3.5% del PIB y un Saldo Histórico de los RFSP de 51.0% del PIB al cierre de 2022. Es decir, pretende estabilizar la deuda pública en ese rango.
No obstante, se identifica un relativo optimismo en la evolución de los ingresos tributarios con una estimación de crecimiento anual real de 6.4%. Indudablemente, ello representa un riesgo al alza para la evolución de los RFSP y el saldo histórico mencionado.
En materia de crecimiento, la sobreestimación del crecimiento para 2022 (4.1% frente al 3% que pronostica la mayoría de los analistas privados) representa un riesgo la baja para los ingresos tributarios proyectados.
Si bien la estabilidad macroeconómica y la mayor integración comercial favorecida por el T-MEC continuarán impulsando la recuperación económica en 2022, la desaceleración prevista del crecimiento económico en el segundo semestre de 2021 podría implicar un efecto de arrastre menos favorable para la comparación anual del PIB del próximo año.
En relación a los ingresos petroleros, el dinamismo previsto por el gobierno se sustenta principalmente en elevar la producción petrolera de 1.75 millones de barriles diarios estimados para el promedio de 2021, a 1.83 millones de barriles diarios para el promedio de 2022 lo cual parece realista.
No obstante, el menor precio promedio estimado para el barril de petróleo en 2022 (establecido en 55.1 dólares el barril), significará una caída anual real estimada de 2.6% en dichos ingresos.
Es importante mencionar que un menor crecimiento económico al previsto por el gobierno federal y que estuviera alrededor del pronóstico de 3.0% que prevén los analistas, llevaría el balance primario a -1.5% del PIB en 2022 (siempre y cuando no se hicieran ajustes al gasto) y el Saldo Histórico de los RFSP a 51.2% del PIB.
Por ello, desde ya se comenta que será necesario y apropiado que el paquete económico se revise una vez que se cuente con las cifras del crecimiento económico del primer trimestre de 2022 y, en su caso, realizar los ajustes necesarios para el cumplimiento de las metas fiscales.
Ingresos tributarios
En lo que toca a los ingresos tributarios, resulta positivo que el paquete económico 2022 contemple una mayor recaudación tributaria mediante la nueva miscelánea fiscal que contempla lo siguiente: i) simplificación y facilitación del pago de impuestos; ii) régimen de confianza para rangos de menores ingresos; y iii) mayor autoridad para fiscalización.
Sin lugar a dudas, este último elemento contribuirá al cumplimiento del pago del impuesto sobre la renta que pagan los grandes contribuyentes. No obstante, debido a que estos ingresos dependerán en última instancia de los esfuerzos de fiscalización, su impacto es incierto.
Para el mediano plazo será necesario que el país implemente una reforma fiscal que aumente los ingresos tributarios considerando que las presiones al gasto, sobre todo por concepto de pensiones y requerimientos financieros de Pemex, serán cada vez mayores pero, sobre todo, lograr una mayor eficiencia en la implementación del gasto público, comentaron analistas del BBVA México.
Gasto público
En materia de gasto público, el paquete económico 2022 contempla aumentar el gasto social para los grupos que se encuentran en mayores condiciones de desigualdad.
De acuerdo a la SHCP, el gasto público se regirá por los principios de austeridad, racionalidad y eficiencia.
El gasto total en salud se incrementará en 15.1% con respecto a la asignación correspondiente a 2021.
Por su parte, se proyecta que la inversión pública sea de alrededor de 3.1% del PIB y un gasto federalizado con un crecimiento anual real de 4.9%.
Uno de los ejes de la política pública continuará siendo el desarrollo regional al canalizar proyectos de alto impacto en la actividad y el empleo de las regiones sur y sureste del país.
El paquete económico del próximo año será analizado durante los meses de octubre y noviembre, periodo durante el cual el Congreso de la Unión deberá hacer las modificaciones que considere antes de ser aprobado.