- México y República Centroafricana establecen relaciones diplomáticas
- El país africano es rico en oro, uranio, diamantes, petróleo…
- Recibe gobierno de AMLO fuerte apoyo de UE, ACNUR y OIT
Juan Barrera Barrera
En la primera semana de febrero, martes 4, los gobiernos de México y la República Centroafricana establecieron relaciones diplomáticas. Con la suscripción de este documento nuestro país tiene ya relaciones con los 55 Estados del continente africano. Hace un año, el 6 del mismo mes, se firmaron, en la capital Bangui, los acuerdos de Paz y de Reconciliación de ese país, que consiguió su independencia de Francia en 1960. No obstante,
México participa en la Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de las Naciones Unidas en la República Centroafricana (MINUSCA, por sus siglas en inglés) y al mismo tiempo es miembro de la Comisión para la Consolidación de la Paz de las Naciones Unidas y aspira a un asiento no permanente en el Consejo de Seguridad para el bienio 2020-2021, recordó la Secretaría de Relaciones Exteriores.
Aún así, el conflicto bélico sigue. El año pasado el gobierno y los grupos armados firmaron un acuerdo de paz con base en el desarme. En 2015 se creó el Tribunal Especial para investigar y procesar violaciones graves de los derechos humanos (crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra). Pese a ello, la conciliación no avanza.
Estados sin ninguna relación
En agosto de 2017, luego de recibir la aprobación de la ONU México designó a un elemento de la Secretaría de la Defensa Nacional para ejercer funciones como Oficial de Guardia por un periodo de 12 meses en el Cuartel General de la Misión Multidimensional, “con el propósito de continuar fortaleciendo la cooperación con la Organización y ser parte de oportunidades nuevas de participación en Operaciones de Mantenimiento de Paz en África”, de acuerdo a información del Centro de Estudios Internacionales Gilberto Bosques.
Siempre es bienvenida la apertura de relaciones diplomáticas con estos países que tienen una historia de colonización y despojo muy similar a las naciones de América Latina, pero pareciera no entenderse en tiempos de la política de austeridad que ha caracterizado al gobierno de la Cuarta Transformación y que ha reducido sus misiones diplomáticas. Ahora se sabe que tiene la intención de vender sus sedes, y eso añade más confusión a la estrategia de política exterior.
El comunicado conjunto correspondiente fue firmado por el representante permanente de México ante las Naciones Unidas, Juan Ramón de la Fuente, y su homóloga centroafricana, Ambroisine Kpongo. México y la República Centroafricana, coinciden en los foros multilaterales, principalmente en los auspiciados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), pero en el intercambio comercial y de cooperación la relación es prácticamente nula.
El país africano, sin embargo, tiene un gran potencial para ser aprovechado, debido a que posee extensos depósitos de uranio, oro, hierro, diamantes y posiblemente petróleo. ¿Acaso esa es la principal motivación del gobierno de la 4-T?
Por algo China ha puesto los ojos en la República Centroafricana.
Se podría decir que la única relación es a nivel parlamentario. México y la República Centroafricana coinciden en la Unión Interparlamentaria (UIP). Nuestro país volvió a ingresar en 1973 a este foro del que se retiró en 1928. Por su parte, el país centroafricano ha formado parte de la Unión en diferentes períodos y en 2017 reingresó para permanecer en la institución.
“Hacer callar las armas”, objetivo de la UA
Días después de este acuerdo, coincidentemente, el día 8 del mes, en Adís Abeba, durante la cumbre anual de la Unión Africana, fue elegido nuevo presidente el sudafricano Cyril Ramaphosa, en sustitución del egipcio Abdelfatá Al Isis, quien se ha echado en hombros el enorme reto de acabar con los conflictos armados en África, ni más ni menos, en este 2020.
África enfrenta siete frentes de guerra civil abiertos: Libia, desde 2014; Sahel; República Centroafricana; Sudán del Sur; Somalia; Lago Chad, República Democrática del Congo. Por ello el nuevo lema es “hacer callar las armas”, aunque el objetivo sea más añejo.
Conseguir el objetivo de “acabar con todas las guerras de África” que en 2013 los mandatarios africanos se propusieron para este 2020, parece algo más que imposible, toda vez que la Unión Africana ha estado excluida en la solución de algunos conflictos, como el de Libia, pero más grave ha sido la desunión en el seno de la UA en la designación de un mediador.
Este año también, a partir del primer día de julio, la UA deberá poner en marcha el Tratado de Libre Comercio Africano AfCFTA, por sus siglas en inglés), aprobado el año pasado. El problema que viene es la disputa por la presidencia que estará entre República Democrática del Congo y Sudáfrica, aparte de cómo será la inclusión de los países menos desarrollados.
Uniòn Europea, ACNUR y OIT, dan espaldarazo a AMLO
A través de un proyecto regional, la Agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR), y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), promoverán la integración socioeconómica de personas refugiadas y desplazadas por la fuerza en México, Costa Rica y Honduras, con una contribución financiera de cuatro millones de euros por parte de la Unión Europea.
Durante el lanzamiento del proyecto “Promoviendo el Empleo y la Protección Social bajo el Marco Integral de Respuesta a los Refugiados en Centro América y México”, este jueves en la sede de la Unión Europea, se informó que 70 mil 302 personas solicitaron asilo en México en 2019, un incremento del 137 por ciento con relación a 2018 (datos de la COMAR).
La ACNUR, en coordinación con el gobierno federal y autoridades locales, ha acompañado a más de 6 mil 700 personas refugiadas “integradas eficazmente” en ciudades del centro-norte del país, de las cuales el 50% está en edad de trabajar y contribuye a la economía formal con 40.6 millones de pesos al año en pagos de impuesto. Este año, sus contribuciones podrían llegar a los 175 millones de pesos.
En 2019, en Costa Rica 59 mil 197 personas solicitaron la condición de refugiados, la mayoría nicaragüenses con títulos profesionales o técnicos y capacidades para integrarse rápidamente al sector laboral del país. Asimismo, se calcula que 247 mil 090 hondureños se han desplazado por la violencia u otras violaciones de derechos humanos desde 2003. En 2019, la cifra de retornados hondureños con necesidades de protección alcanzó las 109 mil 185 personas, destacaron los representantes de la UE, ACNUR y OIT.
Este esfuerzo se llevará a cabo en forma coordinada con el Plan de Desarrollo Integral para México, El Salvador, Honduras y Guatemala. El proyecto “busca fortalecer las capacidades institucionales de los gobiernos para mejorar, adoptar, y/o crear las políticas, programas y servicios necesarios para que las personas refugiadas y desplazadas internamente tengan acceso al empleo, al autoempleo y a la protección social de manera sostenible y digna”.
Con el financiamiento del proyecto, la Unión Europea refrenda su determinación de ayudar a México y a la región en el fortalecimiento de sus políticas migratorias en el corto y mediano plazos. Con este apoyo externo, el gobierno del presidente Andrès López Obrador, recibe un fuerte espaldarazo a su política migratoria.
