Política Global

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  • Sorpresas en el inicio de las campañas
  • Error de Morena proponer candidatos de La Luz del Mundo
  • Onésimo Cepeda o con la Iglesia hemos topado

Juan Barrera Barrera

Cada proceso electoral trae consigo sorpresas en la elección de candidatos a cargos de elección popular. Ahora Morena sorprende ¿o no deberíamos sorprendernos? con un par de candidatos derechistas nada menos que de la muy cuestionada Iglesia La Luz del Mundo, que tiene cinco denuncias de parte de la Fiscalía de Inteligencia Financiera (UIF) por lavado de dinero y delitos fiscales.

Pero no sólo eso, sino que su líder espiritual, Naasón Joaquín García, está detenido en Estados Unidos sujeto a procesos judiciales por los delitos de abuso sexual y violación. Hoy la mayoría de los partidos políticos se disputarán en las elecciones del 6 de junio la nada despreciable cantidad de casi 11 millones 500 mil votos que representa la Iglesia Evangélica.

Morena registró a dos miembros de esa congregación religiosa: Emmanuel Reyes Carmona y Hamlet García Almaguer. El primero es un experredista que busca la reelección como diputado federal, pero ahora por Morena. Mientras que el segundo fue funcionario del gobierno de la Ciudad de México en tiempos de Miguel Ángel Mancera.

Ambos están en la lista de candidaturas plurinominales del partido oficial. Reyes Carmona está en la posición número 8 de la Segunda Circunscripción y seguramente integrará la LXV Legislatura. Por su parte, García Almaguer el lugar 15 de la Primera Circunscripción, y aunque no la tiene asegurada es posible que también ocupe una curul.

Se tiene conocimiento que los dos candidatos morenistas son prominentes promotores de la Luz del Mundo y fieles seguidores y defensores de su líder Naasón Joaquín encarcelado en la ciudad de Los Ángeles, California, desde 2019. En ese año, el 15 de mayo, el recinto del INBAL fue utilizado para homenajear al polémico líder por su cumpleaños mediante un evento religioso disfrazado del concierto “El guardián del espejo”.

El diputado Sergio Mayer, que preside la Comisión de Cultura, fue uno de los que festejó la presencia de los miembros de la Luz del Mundo. También se le vio al senador Martí Batres Guadarrama, quien justificó que lo engañaron porque lo habían invitado a un evento cultural. En política se dice no hay casualidades.

AMLO y Morena beneficiarios del voto evangélico

En la elección de 2018 sin duda que las preferencias por esos votos se las llevó el entonces candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, quien no solo no ha ocultado su fe religiosa, sino que incluso la promueve desde los foros públicos, contraviniendo los preceptos constitucionales de laicidad que le dan al Estado mexicano.

La Iglesia Evangélica obtuvo su registro como partido político con el nombre de Partido Encuentro Social, mejor conocido como PES, pero lo perdió rápidamente en los comicios de 2018, sin embargo, logró una buen cantidad de diputados federales gracias a la alianza estratégica con la fuerza demoledora que representaba el Movimiento de Regeneración Nacional y su líder indiscutible López Obrador.

Pero también una buena cantidad de esos legisladores eran simuladores, ya que después se pasaron a las filas de Morena para abultar la sobrerrepresentación del partido en el poder para tener la mayoría calificada en la Cámara de Diputados que le permitiera legislar sin negociar con las fuerzas opositoras PRI-PAN-PRD-MC.

El acercamiento de Morena con grupos de derecha religiosa es visto con buena razón como una traición a la tradición de la izquierda en México que siempre había enarbolado las causas progresistas y combatido los signos retardatarios que representa esa ideología regresiva en la historia de nuestro país. El asunto es que el presidente López Obrador coincide con las posiciones de ese sector, de ahí que quede la duda razonable de su credo izquierdista.

Para todos del ámbito político es bien sabida la relación del mandatario mexicano con el pastor evangélico Arturo Farela, líder de la Confraternidad de Iglesias Cristianas Evangélicas (Confraternice) quien ha dicho que ha rezado con el presidente nada menos que en Palacio Nacional, sin que López Obrador lo haya negado o desmentido.

La ideología conservadora del presidente se oculta en su retórica de acusar a sus enemigos tradicionales, políticos y empresarios, de conservadores. Pero a esa cartera de enemigo ha agregado a sus críticos, periodistas e intelectuales que en otros tiempos coincidían con su lucha.

El presidente puede argumentar en su favor que la inclusión de representantes de culto religioso como candidatos y legisladores, es parte de la nueva época histórica y política, de la nueva realidad y fortalecimiento democrático de nuestro país. Solo faltaba la representación abiertamente religiosa para que todos los sectores estén representados en el Congreso.

Los evangélicos vuelven a tener partido (las iglesias obtuvieron concesiones de radio y televisión por parte del gobierno federal), ya que el PES, el nuevo Partido Encuentro Solidario, recobró su registro el año pasado, sin ningún problema, y volvió a meterse al tema electoral. Hugo Eric Flores, dirigente de ese partido es muy cercano a Andrés Manuel López Obrador y aliado de Morena. Pero el partido del matrimonio Felipe Calderón-Margarita Zavala, México Libre, enemigos acérrimos de AMLO, les fue negado.

Con la Iglesia hemos topado

El partido que tradicionalmente se identificaba abiertamente con los principios morales de la Iglesia Católica era el PAN y por lo tanto usufructuaba los favores de esa institución religiosa. En 1986 los prelados del norte del país asumieron un protagonismo político cuando cerraron los templos en protesta por el fraude electoral cometido contra el partido blanquiazul en los comicios para gobernador de Chihuahua.

De la misma manera el PRI tiene relación con un sector católico aunque de forma más discreta por aquello de que lo confundan con un partido conservador o de derecha, pero ni falta hace ese motivo ya que ha venido perdiendo identidad desde la época de Carlos Salinas de Gortari y no ha logrado crearse un perfil ideológico que lo identifique con la ciudadanía, aunque en sus estatutos se dice que es un partido socialdemócrata, pero está muy lejos de ese espectro ideológico.

Y qué decir del ínclito obispo de Ecatepec Onésimo Cepeda Silva que por unas horas del lunes fue precandidato a diputado federal por el nuevo partido Fuerza por México. Luego de hablar con el Papa Francisco, dijo, decidió declinar la propuesta de esa fuerza política. Sin embargo, él sabía que estaba impedido porque sigue registrado como ministro de culto ante Gobernación y eso le impide participar en política.

Para show estuvo perfecta la nominación temporal del clérigo conocido como la opción por los ricos por sus relaciones con los magnates mexicanos y con el poder político. Al ex banquero de 84 años, se le recuerda por sus fastuosas fiestas de cumpleaños en donde se daban cita la crema y nata de los sectores pudientes del país.

Por fortuna solo fue un intento de ser registrado, pero desde hace tiempo ya hemos topado con la Iglesia. Solo falta que topemos con los grupos criminales y que lleguen a la Cámara de Diputados.

En la elección del 2021 no solamente estará en juego la renovación de esa Cámara o viabilidad del proyecto de la 4-T, sino también la penetración de delincuentes en la vida política, por eso los partidos deben revisar con lupa los antecedentes de las personas que serán sus candidatos.