Política Global

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  • AMLO desafiante ante Joe Biden por Cumbre de las Américas
  • Estados Unidos necesitan hoy más que nunca de México

Juan Barrera Barrera

Tal parece que al presidente AMLO le está gustando ya los temas de política exterior, especialmente los de la relación bilateral México- Estados-Unidos. En su reciente gira por países de Centroamérica y El Caribe, el mandatario mexicano lanzó duras críticas a su homólogo estadounidense por el retraso de cuatro años de la ayuda al programa Sembrando Vida que tiene por objetivo crear oportunidades de desarrollo en la región y así evitar el éxodo hacia Estados Unidos.

López Obrador ha asumido una actitud desafiante con relación al trato que ha recibido de Washington por el retraso de los recursos económicos para el proyecto propuesto por la parte mexicana que estarían destinados a contener a las caravanas de migrantes de Centroamérica.
AMLO presiona a la Casa Blanca por Cumbre

Esa actitud beligerante del huésped de Palacio Nacional con Biden incluso llegó al grado de que AMLO emitiera unas dura declaración en el sentido de que “no podemos depender de nadie” para llevar los proyectos regionales. Lo dijo con un tono de molestia que llamó la atención.

Varios analistas internacionales se preguntan si el presidente mexicano no estará perdiendo el piso al confrontar a su principal socio comercial y recuerdan que esa actitud no la mostró con Donald Trump quien durante su administración se la pasó atacando a nuestro país sin siquiera recibir una respuesta fuerte pero diplomática del presidente de México.

Ahora con motivo de la Cumbre de las Américas que se llevará a cabo del 6 al 10 de junio en la ciudad de los Ángeles y cuyo anfitrión es el gobierno de Joe Biden, quien había dicho que no invitaría a los presidentes de Cuba, Nicaragua y Venezuela por ser gobiernos antidemocráticos y autoritarios.

Esa posición estadounidense desató en encono de AMLO y amenazó con no asistir en caso de que la administración Biden no cambie su iniciativa. En su lugar enviaría al canciller Marcelo Ebrard. El presidente mexicano argumentó que si no se invita a todos los países de las Américas entonces no es una Cumbre.

Tiene razón el mandatario mexicano en ese sentido, a pesar de que es responsabilidad y derecho del país anfitrión de no invitar a país o países que así lo determine por cuestiones ideológicas o de otra índole, pero también es cuestionable que deje de asistir.

Que acuda AMLO a la Cumbre y fije posición

López Obrador perdería la oportunidad de aprovechar un foro tan importante para expresar ese descontento en el cual podría hacer la propuesta de que a partir de esta Cumbre el gobierno anfitrión que en lo sucesivo le corresponda organizar el encuentro americano no pueda impedir la asistencia de otro país o países.

La posición radical de AMLO fue retomada por otras naciones como Bolivia y Honduras, lo que el círculos diplomáticos estadounidenses se inmediato causó cierta preocupación por el hecho de que se pidiera formar un bloque no solo anticumbre, sino también antiestadounidense en la región en los en que los Estados Unidos requiere en estos momentos más apoyo por la guerra Rusia-Ucrania.

Después del anuncio de AMLO de no asistir a la Cumbre de las Américas matizó, a través de la vivera Jen Psaki, su posición original y precisó que las invitaciones aún no se han emitido, pero fue una versión poco creíble. A su vez el embajador Ken Salazar visitó Palacio Nacional para abordar el tema con López Obrador, a quien le dijo que aún hay tiempo para para atender la solicitud de no excluir a ningún país.

Seguramente el gobierno de Biden reconsiderará su posición, pero el asunto es que tal vez AMLO apostaba a que su homologo se mantuviera firme y de esa manera evitar acudir al encuentro, ya que los temas internacionales simplemente no le gustan al tabasqueño, a menos de que le pueda redituar una ganancia política ante sus bases, máxime si se trata del poderoso país del norte y de paso mantiene así avivados a sus seguidores.

Por lo pronto AMLO presiona a la potencia y Biden se deja porque necesita a México para seguir teniéndolo como un bloque de contención de los miles de migrantes que intentan llegar a los Estados Unidos.