Política Global

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  • Consolidan Claudio X. y Gustavo de Hoyos liderazgo opositor
  • Aprovechan para politizar la protesta con miras al 2024
  • Error de AMLO seguir narrativa clasista, va por revancha

Juan Barrera Barrera

Después de la exitosa marcha, este domingo, contra la iniciativa presidencial de reforma al INE, los empresarios Claudio X. González y Gustavo de Hoyos se consolidaron como los verdaderos líderes políticos de la oposición y posiblemente serán quienes decidan la candidatura de “Unidos” que habrá de enfrentar a la aplanadora oficial en el 2024.

El empresario González Guajardo, uno de los convocantes a la marcha, que se había derrumbado políticamente luego de consumarse la traición del dirigente del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, quien se alió a Morena para votar a favor de la reforma a la Guardia Nacional, hiriendo de muerte a la alianza “Va por México”, agarró el domingo su segundo aire.

Claudio X. González y los suyos aprovecharon el sensible tema de la democracia para explotarlo al máximo con una campaña negra, divulgando en todos los medios que la reforma oficial tiene como objetivo acabar con el organismo electoral para que el gobierno se convierta en el árbitro de las elecciones, como en el pasado cuando gobernaba el PRI.

Todo organismo público es y debe de cambiar, a menos que sea un ente divino para no tocarlo. La única institución que no ha tenido cambios sustantivos es la Iglesia Católica, pero el Episcopado Mexicano, siempre de doble moral, sale a gritar que defiende la democracia y se da el derecho de cuestionar el texto que envío el Ejecutivo al

Legislativo para reformar la normatividad electoral y convertirse en defensor de la democracia cuando su vida interna es de las más opacas.

Claudio y Gustavo torpedearon la democracia en 2006

Para los representantes empresariales y convocantes de la marcha del 13-N, esto apenas empieza, es decir, una lectura de esa frase es una advertencia al gobierno de la 4-T que de ahora en adelante habrá más manifestaciones de igual o más tamaño, porque la “ciudadanía” ya despertó, ya tomó conciencia y ahora para los magnates el siguiente paso es la politización con miras al 2024.

Claudio X. González y Gustavo de Hoyos se cuelgan de la presunta defensa del INE para su verdadera careta antidemocrática. Vale la pena recordar que el sector empresarial, el grupo al que pertenecen, boicotearon la democracia en el 2006, cuando volcaron todos sus recursos económicos y políticos, en alianza con el presidente Vicente Fox, Santiago Creel y las televisoras, para impedir a toda costa que AMLO apareciera en la boleta y eventualmente ganará los comicios presidenciales.

Es necesario recordar que en otros tiempos, desde que la oposición de izquierda ganó las elecciones en la ciudad capital, la oposición de centro derecha (PRI, PAN y sectores de la oligarquía) cuestionaban las marchas y manifestaciones, a tal grado de exigir que se prohibieran o en el mejor de los caso que se destinara un espacio exclusivamente para la protesta. Qué corta es la memoria.

González Guajardo y De Hoyos Walther son muy optimistas después del domingo, faltaba más. Realmente no esperaban una concurrencia tan amplia. Fueron rebasados, pues para la gran mayoría de los asistentes el motivo de la defensa del INE era más real que marchar al lado de conocidos mapaches electorales (Elba Esther Gordillo, Roberto Madrazo, Margarita Zavala o Vicente Fox, entre otros) y de oligarcas.

Guía empresarial para organizar a la oposición

Claudio X., uno de los máximos usufructuarios de los regímenes PRIAnistas, dio a conocer un manifiesto de siete recomendaciones sobre qué hacer después de la marcha, que son acciones planteadas desde su nuevo movimiento “Unidos”, organización que remplazó a “Vamos por México”, misma que la coalición opositora ha reactivado en la Cámara de Diputados para rechazar la reforma electoral.

El oligarca, heredero de la empresa Kimberly Clark, pretende organizar a los ciudadanos a través de las redes sociales, pero ya no con fines sociales, sino políticos. Se llama a los ciudadanos exigir y acompañar a los legisladores que defiendan INE; asistir a las convocatorias que se difundan en las redes sociales y a los actos públicos que se organicen.

Pero el punto más importante de este documento es el que invita abiertamente a los manifestantes a ayudar a la construcción de un Plan de Gobierno para el sexenio 2024-2030, es decir, para el próximo sexenio y sumarse a “una gran red ciudadana para exigir, proponer y mejorar”.

Gustavo de Hoyos en su artículo del martes en el portal de noticias Sin embargo “El futuro comenzó un domingo”, retoma la misma idea, a través de tres tipos de actividades: de difusión, organización y de movilización. Todo lo anterior se hará dentro de “Unidos”, en donde convergen dirigentes partidistas opositores del PAN, y PRD, que muchos ciudadanos apartidistas rechazan.

Error de AMLO insistir en el discurso clasista

Sin duda, le asestaron un fuerte golpe al presidente López Obrador en donde más le duele, al ganar la oposición las calles, espacio natural del político tabasqueño que acaso creía realmente que era de uso exclusivo. AMLO ha tomado como una afrenta la marcha del 13-N. Su reacción y de algunos de sus allegados ha sido muy furibunda, puesto que exhiben coraje extremo al soslayar una realidad.

El régimen morenista da dos pasos atrás al comportarse sus líderes como los políticos del viejo régimen priísta y panista que siempre intentaban invisibilizar grandes marchas de protesta opositoras, muchas veces terminaron por reprimirlas, criminalizarlas y encarcelar a sus principales cabezas.

Mal hacen AMLO y la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum en descalificar la protesta. Mal hace el Presidente en utilizar con exageración su narrativa clasista. Nadie duda que la avalancha humana del domingo fue una expresión de clase media y alta urbana, gente pudiente, pues. Pero insistir en el divisionismo puede convertirse en un bumerang para la 4-T en fechas electorales decisivas: en el 2023 en Coahuila y estado de México, y en los comicios del 2024.

AMLO esta sentido en su ego y quiere cobrar la afrenta con otra manifestación multitudinaria para mostrar músculo, el motivo, el cuarto informe de gobierno del mandatario. El domingo 27 se anuncia una marcha para conmemorar el cuarto año de haber tomado el poder. El problema, creo, es que esta confrontación se percibe como un pleito y no como una competencia político-electoral, con el riesgo de generar violencia que a nadie le conviene ¿o sí?

La marcha le dio aire a la oposición política. Por lo pronto la derecha empresarial y política del PAN y PRI está a un paso de reactivar la alianza “Va por México” en la icónica entidad mexiquense y en la del norte, y en consecuencia para la presidencial. Los empresarios ya están cocinando el programa y posiblemente el perfil del candidato(a) para imponérselo a los partidos políticos a los que les corresponderá poner a sus bases.

Pero todavía falta mucho tiempo para echar las campanas al vuelo y creer que la megamarcha opositora debilita sensiblemente el poder de Morena es un error que puede costarles caro a los ideólogos de “Unid@s” que están muy triunfalistas. Y como dicen los ideólogos opositores, Claudio X. González y Gustavo de Hoyos, esto apenas comienza, pero a ver si se sostienen.