Política Global

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  • Atiza Mike Pompeo conflicto en la 4-T
  • Sale a la luz rencores entre Martha Bárcena y Marcelo Ebrard
  • AMLO apoya a su canciller, pero no es su favorito

Juan Barrera Barrera

El sector de la diplomacia mexicana pasa por un mal momento. Especialmente la figura del jefe de la política exterior mexicana, Marcelo Ebrard, quien se encuentra entre dos fuegos, de adentro y de afuera, en momentos en que pelea palmo a palmo las preferencias de los militantes y simpatizante de Morena con Claudia Sheinbaum para la candidatura presidencial de Morena.

Las revelaciones de la ex embajadora de México en Estados Unidos, Martha Bárcena, de que Ebrard Casaubon aceptó el acuerdo impuesto por Estados Unidos para que México se convirtiera en un Tercer país seguro a propuesta del gobierno de Donald Trump, pero con la condición de que se guardara en secreto, es una muestra más de las delicadas relaciones entre México y Estados Unidos.

Pero no solo eso, que ya es decir mucho, sino que la confrontación Bárcena-Ebrard refleja también el grado de las contradicciones en el seno de la diplomacia mexicana, un área determinante en la política exterior de México que se ha descuidado y no porque así se lo ha propuesto el titular de Relaciones Exteriores, sino por el desdén del presidente Andrés Manuel López Obrador hacia la política exterior, un distintivo de nuestro país a nivel internacional.

Todo el sainete en el corazón de la SRE lo inició el ex secretario de Estado Mike Pompeo que en su reciente libro “Nunca ceder en nada” (Never Give An Inch) describe la forma de cómo el gobierno de Donald Trump “chantajeó, presionó, amenazó y finalmente doblegó” al gobierno mexicano para imponerle su programa “Quédate en casa”, mediante el cual México se convertiría en un “Tercer país seguro” para los migrantes centroamericanos.

Bárcena y Ebrard hacen públicas sus diferencias

Según la versión de la embajadora Bárcena Coqui, se hizo a sus espaldas y en privado con el objetivo de que no trascendiera para evitar escándalo, pues ella, afirma, nunca estuvo de acuerdo ya que era un programa totalmente contrario a la tradición mexicana de política migratoria. Sin embargo, Marcelo Ebrard afirma todo lo contrario, porque la ex embajadora en Washington ya había tenido la experiencia de Turquía con la Unión Europea, pero ella afirma que lo rechazó porque no quería que México fuera otra Turquía.

El caso es que finalmente en los hechos el gobierno de López Obrador “por razones humanitarias” justificó el plan unilateral estadounidense para contener la crisis migratoria que se agudizó desde el inició de su administración y cuyo descontrol orilló al gobierno de la 4-T a cambiar su política migratoria al militarizar la frontera sur como lo exigía el detestable Trump.

Ahora, las afirmaciones de Pompeo han generado un conflicto al interior del gobierno izquierdista de López Obrador, quien ha dado todo su apoyo a su canciller y tomado distancia de los tíos de su esposa, la ex embajadora Martha Bárcena y de su esposo Agustín Gutiérrez Canet.

Tanto Marcelo Ebrard como López Obrador de inmediato descalificaron a su ex colaboradora y la pusieron en el sector de los conservadores, es decir de los enemigos de la Cuarta Trasformación. Ese es el método extremo que utiliza Palacio Nacional para defenestrar a quienes se atreven a criticar acciones del gobernó.

¿Hacia dónde quiere llegar Martha Bárcena?

A pesar de que Bárcena se dice agradecida con AMLO por haberle dado la oportunidad de representar a México ante el gobierno de los Estados, nombramiento a lo que, dice la ex embajadora, el canciller se opuso, el gobierno guinda ya la condenó, el martes, en el foro privilegiado del oficialismo: la conferencia de prensa matutina, desde la cual Marcelo acusó a la diplomática de carrera de atacarlo continuamente desde que dejo la embajada en Washington.

Martha Bárcena le pegó en donde más le puede doler a Marcelo, cuando afirma que su ex jefe firmó el acuerdo con Pence en lo oscurito porque estaba más preocupado por sus intereses políticos futuristas, ya que aspira a ser candidato de Morena a la presidencia.

¿Hacia dónde quiere llegar Martha Bárcena? Parece ser que hasta sus últimas consecuencias políticas. Así es el tamaño de su rencor contra Marcelo que, según ha denunciado la ex embajadora, él y sus cercanos siempre le hicieron la vida pesada para desempeñar su trabajo en Washington.

Me parece que la reacción de Ebrard contra Bárcena ha sido equivocada, ya que fue con todo el hígado (de López Obrador no me extraña porque sus reacciones siempre llevan el sello de la descalificación), puesto que tradicionalmente el ex jefe de gobierno de la Ciudad de México por lo regular es más mesurado y por sus respuestas pareciera darle la razón a su ex subordinada.

Marcelo, el funcionario más eficaz no es el favorito de AMLO

Mientras tanto, Donald Trump y Mike Pence estarán felices de que sus versiones e insultos al gobierno mexicano estén generando agría polémica entre altos funcionarios nacionales. En realidad el foco de las críticas debería ser el propio ex secretario de Estado estadounidense, pero lo han dejado a un lado vendiendo cómodamente ejemplares de su libro.

Pero el panorama no es del todo negativo para el secretario de Relaciones Exteriores. Marcelo Ebrard tiene la encomienda de traer inversiones extranjeras a México. Está punto de convencer al dueño de Tesla de instalar una fábrica de sus autos en un estado donde gobierna Morena: Hidalgo y aprovechar la cercanía con el aeropuerto Felipe Ángeles.

Marcelo Ebrard ha sido el funcionario multifacético del gobierno de López Obrador. El tema de la migración que le correspondía a Gobernación lo hizo suyo por órdenes de su jefe, lo mismo la compra de las vacunas contra el coronavirus. Sin embargo, no es el favorito de AMLO como la mejor corcholata para la candidatura oficial.