- Arranca la lucha por el estado de México
- Delfina Gómez aventaja a Alejandra del Moral en encuestas
- Morena, sino repite errores, hará realidad la alternancia
Juan Barrera Barrera
El próximo lunes 3 de abril iniciarán las campañas en el estado de México. Este fin de mes se cerró el plazo legal para el registro de candidatos para contender por la codiciada gubernatura mexiquense. No hay más que dos candidatas: Alejandra del Moral Vela que va por la coalición “Va por el estado de México” (PRI-PAN-PRD-PNA) y Delfina Gómez Álvarez de “Juntos Haremos Historia” (Morena-PT-PVEM).
Se pronostica que será una contienda muy disputada e intensa. Desde la precampaña las acusaciones entre ambos equipos de violaciones a la ley pueden ser un adelanto de lo que nos espera vivir políticamente a los ciudadanos mexiquenses.
Las dos abanderadas tienen todo el apoyo no solo de sus respectivos partidos que las sostienen, lo tienen también del gobernador Alfredo de Mazo, en el caso de Alejandra del Moral; y del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, aunque se habla de un pacto para que ninguno de los dos se inmiscuya directamente en la contienda.
La ex presidenta municipal de Cuautitlán Izcalli (2009-2012), Alejandra del Moral, tendrá que luchar a contracorriente de las encuestas de orientación del voto que la tienen muy debajo de la ex alcaldesa de Texcoco (2012-2015), Delfina Gómez, para mantener la hegemonía de su partido, el PRI, y llegar a los cien años encabezando el gobierno. La maestra, en su caso, va por una segunda oportunidad y tratará de hacer historia en ser la primera gobernadora de oposición si logra derrotar al partido único que se ha mantenido en el poder por 94 años.
Delfina se despega por mucho de Alejandra
La encuesta de esta semana del periódico El Financiero le da 18 puntos de ventaja a la ex secretaria de Educación Pública (59%) mientras que a la ex secretaria de Desarrollo Social del gobierno del estado le otorga un 41%, porcentaje muy difícil de remontar en un par de meses (la elección es el 4 de junio).
La encuesta también revela que la aprobación del presidente Andrés Manuel López Obrador en el estado es mucho más alta que la de Alfredo del Mazo. El mandatario suma 62 por ciento de aceptación a su trabajo mientras que el gobernador capta 38%. En el segmento apartidista que suma poco más de la mitad del electorado estatal (55%), la morenista Gómez tiene 57 % de las preferencias, mientras que del Moral capta 43%.
Otras estimaciones demoscópicas indicaban un crecimiento, mínimo, de Alejandra del Moral, contra un estancamiento de Gómez Álvarez. Los especialistas en estudios de gabinete opinan, en ocasiones, que hay candidatos que pueden llegar a un techo de aprobación y ya no pasan de ese tope, pero este caso la maestra Gómez ha sido la excepción.
¿Qué fue lo que hizo subir a la candidata de Morena-PVEM-PT? todo indica que la decisión extrema de la dirigencia del partido Movimiento Ciudadano de no presentar candidato o de retirar a su potencial abanderado, Juan Zepeda, tuvo un efecto positivo en los momios de la campaña opositora, ya que la mayoría de los simpatizantes de MC han mostrado inclinación por Delfina Gómez.
Morena: no repetir errores y propuestas realistas
Ambas contendientes cuentan con un aparato electoral muy poderoso. La priísta Del Moral (joven de 39 años) no es propiamente parte del arcaico Grupo Atlacomulco que ha mantenido el control político en el estado de México, pero la adoptó y le ha dado el apoyo de lo que queda de esa agrupación, porque Morena ha hecho un buen trabajo de cooptación de cuadros del partido tricolor.
La morenista Gómez Álvarez tiene ascendencia en otro grupo fuerte, el Grupo Acción Política (GAP) o Grupo Texcoco, que lidera el senador con licencia Higinio Martínez Miranda, fuerte competente del Grupo Atlacomulco al que pretende desbancar y sepultar en los comicios de junio próximo.
En el estado de México con casi 17 millones de habitantes y un padrón electoral de 12.5 millones de personas, hay amplios sectores que esperan un cambio, quieren alternancia a un partido que suele mantenerse en el poder mediante prácticas extralegales con la complacencia de las autoridades electorales. El IEEM está totalmente coptado por el PRI, los testimonios abundan, como muestra los comicios de 2017.
Los escenarios electorales han cambiado diametralmente. El PRI ha perdido muchas gubernaturas. El estado de México es el más importante que le queda y con altas probabilidades de perderlo. La coalición que sustenta a Alejandra del Moral no ha podido unificarse del todo, de vez en vez aparecen los amagos de división, como ahora que se discute la nueva composición del Consejo General del INE y con el retiro de MC se le complica la elección, y ahora se enfrenta a Morena, un movimiento político muy poderoso, con ese panorama se ve difícil una victoria del PRI y sus aliados.
En los comicios de 2018 para senadores la dupla Delfina Gómez-Higinio Martínez obtuvieron el 47% de los votos (3.8millones de votos), el PAN quedó en segundo lugar, mientras que la fórmula Alejandra del Moral con el x gobernador César Camacho Quiroz quedaron en tercer lugar, los electores les impidieron llegar al Senado de la República. Con este antecedente llega Del Moral a la campaña.
El bloque PRI-PAN-PRD-PNA argumenta que representa 3.6 millones de votos, que son una coalición exitosa con base en los resultados que obtuvieron en los comicios locales en 2021 cuando le arrebataron alcaldías y diputaciones importantes a Morena y sus aliados, pero la que viene es una elección para gobernador y las tendencias son diferentes y muy favorables al movimiento morenista y su candidata.
Sin embargo, la vieja clase política priísta ha expresado que no entregará el estado a la oposición y para ello han traído a un grupo de ex gobernadores de la vieja escuela del PRI más retardatario, experimentados en campañas sucias, campañas de miedo, de compra del voto, de amenazas. Estarán todo el tiempo atrás de Alejandra del Moral, ella será solamente la cara amable de su partido.
Pero aún no hay nada para nadie y las estrategias adecuadas y el mínimo de errores que puedan cometer (en 2017 Morena pecó de exceso de confianza y ahora el triunfalismo les puede dar un susto) serán también factores determinantes para hacerse del triunfo.