Política Global

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  • La lucha por la continuidad del proyecto 4T
  • El fracaso no pasa por la mente de López Obrador
  • La ultraderecha da por muerto al PAN y arremete contra la senadora

Juan Barrera Barrera

A estas alturas la cargada política y mediática en favor de que Xóchitl Gálvez se ha consolidado y se ve muy difícil o imposible pierda la elección interna y será la candidata de la coalición opositora de “Va por México” que integran el PRI-PAN y PRD con organismos empresariales. La hidalguense preocupa y ocupa al presidente Andrés Manuel López Obrador que sigue en su imprudencia política de atacarla frontalmente.

La actitud del presidente no sólo es políticamente incorrecta, sino que esa campaña negra no le favorece a su movimiento ni a sus precandidatos, por el contrario, les ha quitado cámaras que se han volcado hacia el fenómeno político en turno y eso gracias a la publicidad que el tabasqueño le hace desde el Palacio Nacional.

Se le ha recordado a López Obrador del abuso del poder del que fue objeto en su pasado reciente durante el gobierno de Vicente Fox que estuvo empeñado en evitar, a toda costa, que llegara a la presidencia de la República en las elecciones del 2006. El mandatario cuestionó, con toda razón, que el guanajuatense utilizara el aparato del Estado para tal cometido, porque trasgredía las elementales normas democráticas.

AMLO decidido a no perder el poder

Los protagonistas de la vida pública que ejercen el poder, de izquierdas y derechas, tienen el común denominador de querer controlar los hilos del poder en la coyuntura sucesoria. Vicente Fox, PAN y PRI se aliaron para frenar las aspiraciones presidenciales de AMLO y lo consiguieron con una pequeña ayuda del IFE en tiempos Luis Carlos Ugalde, un alfil de Elba Esther Gordillo, antes poderosa.

El mensaje de poder es muy claro: AMLO está decidido a mantener en el poder a Morena y está resuelto a asumir las consecuencias políticas de su intromisión abierta, pero protegerá a sus (a su) aspirantes (aspirante favorita), a pesar de que en ese trance arriesgado salgan perjudicadas sus propias corcholatas.

El autoritarismo presidencial no tolera que haya emergido una potencial candidata opositora que, si no le quita el sueño por lo menos si le causa cierta preocupación por su alto grado de popularidad, de otra manera no se explica la andanada de ataques desde el principal foro nacional de las conferencias mañaneras de Palacio Nacional y ampliado a otros sectores más agresivos que hostigan peligrosamente a Xóchilt Gálvez en las redes sociales.

AMLO se aferra a la continuidad de su modelo

Acaso la intención del presidente no sea la de perseguirla judicialmente (pero sí de Víctor Hugo Romo, antecesor de Gálvez en la Miguel Hidalgo), como le sucedió a él (no es un conflicto personal, sino ideológico), pero si a descarrilarla desde ahora en las encuestas de orientación del voto y como se afirma: su objetivo es inflar la imagen de la senadora y después poncharla, a través de la implacable campaña de exhibir públicamente los contratos y ganancias de su empresa y cuestionar sus orígenes e ideología izquierdista.

El proyecto de la Cuarta Transformación no ha cuajado todavía. En esta administración se están construyendo los cimientos y López Obrador no va a permitir que su modelo de desarrollo sea puesto en riesgo. No quiere pasar a la historia, ante sus bases, como un gobernante fracasado, prefiere el calificativo de autócrata o populista.

Mientras, Xóchitl Gálvez avanza como todo terreno en el proceso interno sobre los demás contendientes del opositor Frente Nacional por México que han sido borrados del primer plano, los enemigos de casa que acechaban debajo de la cama han hecho su aparición con dureza.

La ultraderecha rechaza a Xóchitl y da por muerto al PAN

La ultraderecha racista no le dio el visto bueno, faltaba más. El nuevo líder, más recalcitrante, Eduardo Verastegui Córdoba, en un video que compartió en redes sociales asegura que el PAN “ha muerto”, al imponer a su militancia la cúpula de ese partido una candidata que representa todo lo opuesto a los valores que defienden la mayoría de sus seguidores.

El también productor de cine se fue a los extremos al precisar que el partido blanquiazul y Morena se han convertido en lo mismo, dejando al pueblo mexicano sin representación política, porque sus integrantes promueven ideologías de izquierda populista, comunista y troskista.

El ultra Verástegui y socio del partido fascista Vox español, se anuncia como el salvador político del pueblo. Informó que se está construyendo un movimiento de “patriotas” (“Movimiento Viva México”) que busca defender los tres pilares que sostienen a la nación: Dios, Patria y Familia, en donde estará el sector más ultra conservador del panismo.

El regiomontano Gilberto Lozano seguramente pronto estará sumando a esa organización, pues comulga con la misma ideología ultraderechista de Verástegui Córdoba. En entrevista en el programa de Los Periodistas que se transmite por YouTube a través del canal de sin embargo Al Aire, el empresario sostuvo que en México ya no existe la derecha, porque algunas de sus figuras se han declarado “progresistas”, como Santiago Creel y Gustavo Madero.

Y se fue duro contra Xóchitl Gálvez a quien calificó de corrupta, porque aprovechó su posición como funcionaria pública para beneficiar a sus empresas y a su familia. El fundador del Frente Nacional Anti AMLO (FRENA) asegura tener todos los contratos que prueban que la ex delegada en Miguel Hidalgo incurrió en conflictos de interés con las empresas de su familia.

Pero para fortuna de la senadora hidalguense, el “Diablo” se apareció. Regresó de su autoexilio en España. José Antonio Fernández Carvajal, presidente de Fomento Económico Mexicano (FEMSA) viene con ganas de sumarse a la causa de la aspirante y futura candidata opositora a la presidencia de la República.

Pero las debilidades de Gálvez Ruiz afloran: su escasa dimensión nacional, el desprestigio de los partidos políticos que la apoyan y la falta de garantías de que los demás participantes acepten su derrota, en caso que así sea.