Política Global

349
  • Elecciones inéditas en Francia
  • Primera vuelta dividida a cuartos
  • Por la vía de la sorpresa

Juan Barrera Barrera

Este domingo los franceses acudirán a las urnas para elegir al sucesor del presidente socialista FracoiseHollande, en medio de un ambiente electoral inédito, ya que en esta primera vuelta no hay un candidato con la certeza de triunfo seguro, sino que será una elección a cuartos.

Cuatro candidatos llegan empatados, según diversas encuestas, a esta primera parada con posibilidades de pasar a la segunda vuelta electoral el 7 de mayo: la ultra derechista Marine Le Pen;el centrista Emmanuel Macron; el conservador FracoiseFillon; y el izquierdista Jean-LucMélenchon. El abanderado del oficialista Partido Socialista, BenoitHamon, con un 7.5% de la intención del voto no clasificará.

Ha sido un proceso electoral en el que ha quedado claramente evidenciado un sistema bipartidista avejentado, anquilosado e inoperante para el nuevo electorado francés más exigente, que ha perdurado durante casi medio siglo en un país dominado por la derecha y los socialistas, cuyos proyectos de nación no se han reflejado en el bienestar de la mayoría de los franceses y ahora quieren explorar otras alternativas.

Elección dividida a cuartos

El actual proceso electoral de Francia se caracteriza por ser el más volátil de los últimos tiempos en el que la ultra nacionalista del Frente Nacional, Marine Le Pen, ha impuesto en gran medida la agenda cultural e identitaria en el debate político nacional y de los candidatos presidenciales.

Había temor, todavía, en que Le Pen, con su discurso xenofóbico y con amplia identificación ideológica con el presidente estadounidense, Donald Trump, pudiera lograr más del 50% de los votos, suficientes para evitar llegar a la segunda vuelta electoral y dar la gran sorpresa.
Pero esta elección ha estado llena de sorpresas: el alza y caída en las preferencias electorales de Le Pen, el surgimiento del centrista Emmanuel Macron (con 25% en las encuestas de opinión) y su movimiento político En Marcha! a quien no pocos analistas le ven pasta para pasar a la siguiente parada electoral del 7 de mayo junto con Le Pen, y con una hipotética alianza con las izquierdas, derrotar a la ultraderechista.

Macron un destacado economista de 39 años, el más joven de los 11 contendientes al Elíseo, ex banquero y ex ministro de economía del gobierno socialista y ahijado político de Hollande de quien se separó para contender en forma independiente, es el más europeísta de los candidatos, de ahí que goce de las simpatías de Bruselas, sobre todo en horas bajas de la Unión Europea y al mismo tiempo sea visto como el candidato del sistema.

El gobernante Partido Socialista Francés está desfondado. Como la mayoría de los partidos socialistas y socialdemócratas europeos está sumido en una profunda crisis de credibilidad. La izquierda francesa está fracturada y dividida. El candidato oficial, BenoitHamon, ha visto como se adhieren a la candidatura del popular Macron una buena parte de sus bases, haciendo más desgarradora su situación.

La derecha tradicional representada por el gaullista FracoiseFillon (19% en los sondeos electorales) se ha venido abajo electoralmente. Desde que ganó las internas del partido Los Republicanos al ex presidente Nicolas Sarkozy, se apuntaba como seguro para llegar a la segunda vuelta de la mano de Marine Le Pen. Ya se cantaba una elección entre las derechas.
La campaña electoral francesa ha estado manchada por el fenómeno de la corrupción. Los escándalos de Fillon imputado judicialmente por haber tenido de aviadora a su esposa y sus hijos en el Senado, lo bajaron del pedestal electoral drásticamente. Pero el derechista ha resistido la caída y se ha aferrado a continuar en la carrera presidencial a pesar de que ya se le daba por acabado. Sin embargo, el porcentaje de votación que le dan algunas encuestadoras no le será suficiente para llegar al 7 de mayo.

La otra derechista, la ultra Le Pen, está acusada igualmente de haber contratado a su jefa de Gabinete, pero sin trabajar. El nacionalismo xenofóbico que avanzaba rápidamente por Europa fue detenido en Holanda con la derrota del eurófoboGeertWilders, fracaso que resintió severamente el lepenismo que ya se veía por fin en el poder.

El domingo estará dominado por la sorpresa

Pero la candidatura del izquierdista Jean-LucMélenchon ha pisado fuerte en el último tramo de la campaña y viene cerrando con firmeza por la izquierda alternativa, cuando las primeras encuestas lo ubicaban en hasta en un quinto lugar, atrás de su ex correligionario socialista Hamon.

Mélenchon, ex ministro del presidente Hollande y ex integrante del Partido Socialista, ha irrumpido en la campaña presidencial con su partido Francia Insumisa y atrayendo a la izquierda que no se siente ya identificada con los socialistas que han perdido el rumbo desde hace tiempo, y aquellos votantes de segmentos sociales no identificados con ninguna formación política.

Tanto Marine Le Pen como Mélenchon (muy cercano a las posiciones de Podemos de España) son los candidatos antisistema, comparten ciertas afinidades en sus proyectos de nación, como la salida de Francia de la Unión Europea y de la OTAN, pero difieren sustantivamente de la política migratoria.

Pero ya en un novedoso escenario y con un 20% de la intención del voto, Mélenchon, para sorpresa de muchos, podría pasar a la segunda vuelta con Marine Le Pen en caso de seguir subiendo de popularidad, ya que tanto Macron como Le Pen ya llegaron a su techo de flotación electoral y solo podrían moverse hacia abajo, mientras que el candidato de la izquierda alternativa podría favorecerle el voto útil y en la segunda vuelta con las alianzas con el PS, los liberales de En Marcha!, los comunistas, los verdes y hasta un sector de la centro-derecha, podría formar un polo que arrasaría en las urnas con el solo objetivo de derrotar a la ultraderecha racista del Frente Nacional.

Pero a cuatro días de la elección no hay nada para nadie y este domingo cualquiera de los cuatro puede clasificarse a la siguiente prueba de las urnas.