UE acelerará la forma en que reguladores abordan bancos en quiebra

Las propuestas de la UE llegan en un momento de gran sensibilidad en el sector bancario tras la fusión de UBS con Credit Suisse

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Londres.- Los planes de la Unión Europea, que se presentarán la próxima semana, tratarán de acelerar la gestión de los bancos en quiebra para garantizar que no sean rescatados con fondos de los contribuyentes, sino que se haga utilizando sus propios recursos, según muestran documentos de la UE vistos por Reuters.

Según los documentos, el borrador de los planes exigiría a las autoridades de la UE, incluido el Banco Central Europeo, que alerten con antelación en caso de riesgo de quiebra bancaria.

Las propuestas de la UE llegan en un momento de gran sensibilidad en el sector bancario tras la fusión de UBS con Credit Suisse y la quiebra de varios bancos estadounidenses, entre ellos Silicon Valley Bank.

El objetivo de la UE es actualizar las normas sobre quiebras bancarias que se introdujeron tras la crisis financiera de hace más de una década, cuando los contribuyentes pagaron la factura de las quiebras bancarias.

Desde entonces, el uso de las normas de «resolución» bancaria de la UE ha sido limitado, y es necesario actualizarlas para que puedan utilizarse para hacer frente a cualquier tipo de banco, según el documento.

«Hasta la fecha, muchos bancos en quiebra de tamaño pequeño o mediano han sido tratados bajo regímenes nacionales que a menudo implican el uso de dinero de los contribuyentes (rescates) en lugar de las redes de seguridad financiadas por el sector, como el Fondo Único de Resolución (FUR) en la Unión Bancaria, que hasta ahora no se ha utilizado en la resolución», dijo.

Los bancos contribuyen al Fondo Único de Resolución, administrado por la Junta Única de Resolución (JUR) de la UE, que se encarga de cerrar los bancos en quiebra.

Las propuestas harían las normas «adecuadas a su propósito para todos los bancos de la UE, independientemente de su tamaño, modelo de negocio y estructura de responsabilidad, incluso para los bancos más pequeños y medianos, si así lo requieren las circunstancias imperantes».

Los Estados miembros y el Parlamento Europeo tendrán la última palabra sobre las propuestas, que deben presentarse el 18 de abril. Se trata de borradores que pueden sufrir modificaciones antes de su publicación.

El BCE, que regula las entidades de crédito más grandes de la zona euro, y los reguladores nacionales de los 27 Estados miembros, que regulan los bancos más pequeños, tendrían la obligación de notificar a la JUR «con suficiente antelación» si existe un riesgo importante de que un banco quiebre o pueda quebrar, según los documentos.

Los reguladores estarían facultados para retirar la licencia a un banco en tal situación.

La Autoridad Bancaria Europea tendrá una nueva función: ayudar a comprobar que los bancos pueden liquidarse sin problemas en caso de crisis y coordinar ejercicios a escala de la UE para comprobar y comparar cómo se aplican las normas de resolución en los distintos Estados miembros.

Las propuestas establecen requisitos comunes para mejorar y armonizar el nivel de protección de los depositantes, pero no regulan los distintos modelos que utilizan los países, como los sistemas institucionales de protección (SIP) o las redes de seguridad financiadas por el sector.

Alemania ha advertido a la UE que no altere las normas sobre los SIP.

La Comisión Europea, redactora de las propuestas, ha afirmado que el paquete es equilibrado y refleja una amplia consulta pública.