Camino por Andar

Aunque no lo parezca. el Estado mexicano es fuerte, muy fuerte Y tiene una gran habilidad-poder como administrador

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Fauzi Hamdan Amad

En el dossier informativo de Doña Claudia Luna Palencia, quien radica en Madrid, destaca el artículo de John Gibler, quien radica desde 2006 en la Ciudad de México, sobre la situación de violencia en México.

Dicho autor destaca las notas de la Oveja Roja 2017 y Pepitas de Calabaza 2016, que me permito transcribir: “En España se pueden encontrar con facilidad morir en México: terror de Estado y mercados de la muerte en la guerra contra el narco. Los ataques contra los estudiantes de Ayotzinapa, que en su edición latinoamericana tiene un título mucho más elocuente: una historia oral de la infamia”.

John Gibler informa que recientemente se publicaron unos datos que revelan que México es el segundo país más violento del mundo, sólo por detrás de Siria. En 2016 se registraron 23 mil muertes violentas. Ciertamente, en nuestro país se vive una guerra, pero muy particular y muy difícil de interpretar y, quizá muy poco entendida.

Una guerra que es un negocio; no es para vencer al enemigo, ni conquistar un país ni mucho menos imponer una ideología política. La guerra es simultáneamente un negocio y una forma de disfrazar la guerra de Estado y la represión.

En los rankings internacionales sobre calidad del Estado de Derecho, desafortunadamente nuestro país aparece en los últimos puestos especialmente en corrupción, justicia criminal y en orden y seguridad.

La reciente visita de la Canciller Ángela Merkel, el tema que destacó y le preocupó de sobremanera es la situación del Estado de Derecho en que vivimos. ¿Existe en realidad un Estado de Derecho en nuestro país? En lo que concierne a la corrupción, y en particular a la justicia criminal y en orden y seguridad es obvio y evidente que no existe ese Estado de Derecho tan anhelado. Lo peor no es que el 90% de los delitos queden impunes sino que el 98.5% de los homicidios ni siquiera se investigan. Pareciera que la impunidad es creada a propósito.

El mito es pensar que en Mexico no hay Estado o pensar que en México el Estado ha fracasado o es débil; todo lo contrario, es un Estado fuerte y en cierta manera perversamente exitoso. Gibler señala que existen evidencias de estudios históricos que en las últimas décadas revelan la manera en que el Estado mexicano siempre ha administrado el negocio de las drogas ilícitas.

Antes de la declaración de guerra contra el narcotráfico pronunciada en los inicios de la administración del Presidente Calderón, el Estado siempre controlaba el negocio de las drogas.

Nuevamente, como lo he hecho en mis anteriores comen- tarios, la solución es despenalizar las drogas y que el Estado las controle desde su producción hasta su consumo. Con ello, en un proceso desde luego gradual, ayudaría a acabar con los problemas que la misma prohibición ha generado.

La legalización podría ser un paso para reducir la cantidad de personas asesinadas, decapitadas, etc.

El viernes 16 de los corrientes, en la página 9 del periódico Reforma, con el título “Impacta violencia en Salud Pública”, relata que tiene repercusiones colectivas que afectan a la sociedad en general y no sólo a las víctimas, advirtieron expertos durante un Foro en el Instituto Nacional de Siquiatría.

Ahí se menciona que el Dr. Juan Ramón de la Fuente, destacó que debido a la alta proporción de muertes de jóvenes la esperanza de vida de los hombres de México bajo un año. Expresó de manera enfática que las secuelas más graves y duraderas están en la esfera de la salud mental.