Política Global

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  • Aranceles y migración: armas de Trump contra México
  • Escenarios poco alentadores para México
  • México desplegará tropas en frontera sur: Ebrard

Juan Barrera Barrera

La relación bilateral entre Estados Unidos y México venía deteriorándose conforme se acercaba el calendario electoral de la vecina potencia, en la que está en juego la reelección de Donald Trump, y ahora nos encontramos con la peor crisis desde hace mucho tiempo entre los dos socios más importantes de América del Norte.

El presidente Donald Trump ha lanzado una amenaza más agresiva contra México: la guerra comercial, la cual ha asociado con el tema migratorio. El mandatario estadounidense insiste en que nuestro país no hace lo necesario para detener el flujo migratorio y por lo tanto le aplicará aranceles a sus productos de exportación del 5%, porcentaje que podría gradualmente llegar hasta al 25% en octubre.

El fenómeno migratorio se ha incrementado sin precedentes en nuestra frontera sur desde que inició la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador (el gobierno de Enrique Peña Nieto realmente evitó enfrentarlo). Tan solo en el mes de mayo entraron a territorio nacional 130 mil personas provenientes de Centroamérica y de otros países caribeños y africanos.

El gobierno federal ha endurecido su política migratoria por las presiones del norte y ha empezado a detener y deportar a las caravanas de migrantes, pero el fenómeno ha rebasado todas las estrategias tanto estadounidenses como mexicanas. Ambos gobiernos han reconocido que las cosas no pueden seguir así.

La amenaza arancelaria entrará en vigor este lunes 10 de junio y por eso una delegación mexicana, encabezada por el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, viajó a Washington para dialogar con el secretario de Estado, Mike Pompeo y el vicepresidente, Mike Pence, para tratar de llegar a acuerdos y convencerlos de deponer la aplicación arancelaria que de llevarse a cabo nos provocaría una grave crisis en la economía nacional, lo mismo que a los Estados Unidos, aunque en menor medida.

Escenarios inciertos

El tema migratorio es el pretexto perfecto de Trump para golpear a México como una demostración de fuerza frente a sus bases electorales en el proceso del 2020. El mandatario estadounidense necesita reactivar a sus seguidores para mantener vigente su marca de candidato ganador. Este 18 de este mes Trump anunciará públicamente, en Orlando, su intención de contender por un segundo periodo presidencial.

¿Qué puede hacer el gobierno de López Obrador ante esta ofensiva desmedida de un golpeador de peso completo? México está negociando en una posición de desventaja con EU, como en otros momentos históricos, porque aunque seamos dos economías integradas dependemos económicamente de nuestro socio en un 80%.

La delegación mexicana lleva por delante el optimismo y en ánimo negociador para llegar a los mejores acuerdos, ha dicho Marcelo Ebrard. El presidente López Obrador, por su parte, se mantiene firme en no confrontar a Trump y tratarlo de convencer sobre las ventajas de inversión en Centroamérica para el desarrollo y crecimiento. La estrategia de AMLO creo que es lo más sensato porque de lo contrario escalaria el conflicto y entraría en un terreno en donde sabemos que México saldría muy dañado.

Pero si Washington aceptara retirar su amenaza arancelaria ¿qué podría ceder México a cambio? ¿Convertirse en Tercer País Seguro bajo supervisión estadounidense? Sin duda, México enfrenta un escenario incierto.
¿Republicanos y demócratas contra Trump?
¿Qué pasaría si las negociaciones no llegan a buenos términos para ambos países?

En principio Donald Trump tiene que sacar raja de este conflicto que él mismo creó para, insistimos, demostrarle a sus bases que cumple con su principio ideológico de “Primero América”.

En ese sentido, la administración Trump no se echará para atrás y cumplirá su advertencia, así tenga que castigar el bolsillo de los consumidores estadounidenses; y el gobierno mexicano aplicaría en reciprocidad impuestos a distritos republicanos que dependen más de las exportaciones a México, y esos serán votos en contra de su reelección.

Ese es el escenario menos deseable, pero tampoco es descartable.

Por fortuna, el amago arancelario de Donald Trump ha unificado en su contra a un sector importante de republicanos con los demócratas, así como con sectores empresariales y gobernadores que consideran descabellada la medida por las consecuencias económicas y políticas para los estadounidenses.

Esos sectores pueden jugar un papel determinante para detener a Trump desde el legislativo y en el caso de los empresarios imponiendo demandas, ya que el magnate está impedido por ley de imponer tarifas arancelarias, aunque argumente una situación de emergencia. El Congreso estadounidense puede jugar un papel de aliado de México por lo menos en el corto tiempo.

¿México, tapón de migrantes?

Al cierre de esta columna trascendió que las negociaciones sobre migración y aranceles continuarán mañana por la mañana y que, según información de Marcelo Ebrard, México aceptaría desplegar unos seis mil elementos de la Guardia Nacional en la frontera con Guatemala para contener los flujos migratorios a cambio de la no aplicación del arancel.

Sin embargo, en Irlanda el presidente Donald Trump arremetió nuevamente afirmando que el lunes podría ser un día trágico, claro para México, ya que no dará marcha atrás en su amenaza contra México.

La situación es tensa, pero el gobierno de López Obrador sigue mostrándose optimista y ha convocado a varios sectores políticos y sociales a una concentración de unidad por la dignidad del país en la ciudad fronteriza de Tijuana para este sábado. Bien, pero será un acto simbólico que no impactará a Trump.