Política Global

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  • Claudia Sheinbaum y la legitimidad interna salen raspadas
  • La nomenklatura partidista juez y parte: rechaza quejas de Marcelo
  • La dirigencia de Morena ¿el camino del ex canciller para retenerlo?

Juan Barrera Barrera

La impugnación de Marcelo Ebrard al proceso interno de Morena para la designación del coordinador nacional de defensa de la Cuarta Transformación que culminó este miércoles con la eventual candidata a la presidencia por ese partido para el 2024, no cambió los resultados, pero sí le asestó un fuerte raspón a la imagen de legalidad y limpieza que sostuvieron tanto Andrés Manuel López Obrador como la dirigencia del partido en el poder.

Al denunciar las inconsistencias en el 14.5 (30% de las papeletas) de la encuesta madre, Ebrard y su equipo de colaboradores exigieron que se repusiera el proceso porque desde el martes hasta el miércoles, al momento de su conferencia de prensa (como a las 14:30 horas) no se había contado un solo voto durante ese tiempo, denunció Martha Delgado, cercana colaboradora del ex canciller.

La actitud de rebeldía creció cuando personal de vigilancia impidieron la entrada a Martha Malú Micher a un salón del hotel World Trade Center donde se contarían los votos y su coordinadora fue retirada por medio de empujones. Esos actos de violencia incrementaron la ira de Marcelo quien acusó a Mario Delgado, dirigente nacional de Morena, y a Alfonso Durazo, presidente del Consejo Nacional, de cobardes.

La exigencia de que se repusiera todo el proceso interno, algo que para muchos resultaba descabellado, se interpretó como un posible anunció de ruptura con Morena y por ende con el presidente López Obrador. Durante varias horas privó en el ambiente político ese sentimiento de la inminente salida de Ebrard Casaubon del proyecto de la Cuarta Transformación.

Las quejas fueron acalladas por la dirigencia

El Consejo Nacional de Morena manifestó que el resultado del levantamiento de la encuesta es definitivo, aunque hubo eventualidades en el proceso, pero el resultado que definió a Claudia Sheinbaum como la virtual candidata a la presidencia de la República es “definitivo”. No era posible que las quejas prosperaran en un entorno oficial en el que la burocracia partidista es juez y parte, cuya nomenklatura es proclive a la ganadora.

En los procesos internos, del opositor Frente Amplio por México y en el oficial, Morena-PT-PVEM, las encuestas desplazaron al tradicional ejercicio de la consulta directa y en ambos casos terminaron mal. Moraleja: no recurrir a los ejercicios demoscópicos como el mejor método para definir las internas. Es más recomendable dejarle esa organización al INE, a pesar de todo. La comisión de elecciones de Morena demostró que no saben hacer esa tarea.
López Obrador, principal elector, calificó el proceso interno morenista de democrático e inédito y reafirmó lo que es del conocimiento de todos, que siempre apoyó a Claudia. Con ello se confirma la legitimación de una variante de la vieja práctica priísta del dedazo”. Ayer también AMLO le hizo entrega del bastón de mando a su protegida, que significa entregar el poder a su posible sucesora.

Desde un principio el Ejecutivo se propuso controlar los hilos de la sucesión, destapando a sus llamadas “corcholatas”, hasta imponer las reglas del juego. Todos los perdedores le levantaron la mano a Claudia, menos Marcelo que no acudió a la ceremonia restándole legitimidad al proceso que también se debe interpretar como un cuestionamiento al presidente López Obrador.

Pero luego llegó la declaración, muy a tiempo, de la senadora Martha Lucía Mícher, coordinadora de su equipo, para disipar, momentáneamente, los fantasmas rupturistas que rondaban peligrosamente al partido guinda. Aseguró la senadora que no abandonarían a Morena, porque es su casa y porque son felices en este Movimiento. Pero Marcelo tiene más sorpresas que develará el lunes.

Operación cicatriz para retener a Marcelo

Sin embargo, ayer siguieron las especulaciones sobre la permanencia del ex canciller en las filas del Morena. En entrevistas en noticiarios matutinos Marcelo Ebrard sostuvo que ya no hay espacio para él ni para su equipo en Morena. Pero el presidente en la conferencia mañanera, en tono conciliatorio, dijo que Marcelo “es mi amigo y espero que apoye la transformación por el bien general del país”. Delgado Carrillo se unió a los llamados al ex canciller de no romper filas con la 4-T: “Marcelo es clave en nuestro movimiento de transformación”, precisó.

Claudia Sheinbaum había incluido en su mensaje como ganadora de la encuesta interna, que las puertas no están cerradas, aunque no dio nombres, pero se entiende que se refiere a Marcelo, quien había sido su principal crítico por la cargada oficial que se volcó en su favor, en recursos humanos y materiales.

El ex jefe de gobierno mencionó que él está haciendo lo que hubiera hecho López Obrador y se cuidó de no involucrar al mandatario en el proceso interno e hizo énfasis en que el problema las instancias del partido que organizaron el levantamiento demoscópico. Semanas atrás se había comprometido a respetar los resultados siempre y cuando no hubiera irregularidades graves. Dijo confiar en las encuetas, pero no en las personas.

Acaso temiendo que el ex canciller fuera a tomar una determinación inmediata, al calor de su exacerbado coraje, el oficialismo guinda inició la operación cicatriz que encabezó el presidente López Obrador quien lo invitó a platicar, con la cabeza fría. Claudia Sheinbaum dijo que lo había buscado a través del celular, pero la dejo en visto en dos ocasiones.

Ebrard Casaubon anunció que el lunes realizarán una Asamblea Nacional con su equipo cercano de colaboradores y su estructura para analizar los diferentes escenarios políticos y definir la estrategia a seguir en el futuro inmediato.

De aquí al lunes es posible que se lleve a cabo el diálogo con López Obrador y con base en esos dos eventos definirá la alternativa: se van a o se quedan en el movimiento.

La dirigencia de Morena, el camino de Marcelo

El jaloneo por llevarse a Marcelo a sus filas se puso en acción de inmediato por parte de las dirigencias de los partidos que integran el opositor Frente Amplio por México que ya lo invitaron a que se sume a su proyecto, pero no como aspirante presidencial, porque ese cargo ya está ocupado por Xóchitl Gálvez. La política hidalguense desde el inició del conflicto morenista fue la primera de la oposición en externar sus simpatías por Marcelo, a tal grado que lo invitaría a su gabinete de ganar la elección.

Marcelo es uno de los políticos más inteligentes y experimentados de México y no cometería el error de irse a los brazos de la derecha y así lo ha expresado, sus principios e ideología no están en ese espectro político. Si quiere seguir empecinado en aparecer en la boleta, la posibilidad está o en la vía independiente que sería una opción muy apresurada por los tiempos, o en Movimiento Ciudadano donde tiene buenas relaciones.

La mejor opción sigue siendo Morena, pero mucho depende de la platica con AMLO y las condiciones en que se iniciarían las nuevas relaciones, que no implica negociación de cargos públicos o la coordinación de los senadores como lo ha dejado claro. Pero entonces qué va a hacer. Es un político muy activo y puede quedarse con las manos cruzadas.

Próximamente Mario Delgado termina su periodo al frente de Morena y me parece que ese puede ser el camino de ex jefe de Gobierno: consolidar al movimiento y dar el paso para institucionalizarlo y culminar con la unificación. Luego pensar en el relevo sexenal dentro de seis años.

Así quedaron los números

Después de alargar hora y media (6:30 horas) el anunció, la dirigencia de Morena, en voz de Alfonso Durazo, presidente del Consejo Nacional, dio a conocer los resultados de la encuesta madre y de las cuatro encuestas espejo en las que Claudia Sheinbaum Pardo aparece como triunfadora con el 39.4% de cuestionarios, sobre su principal contrincante, el inconforme Marcelo Ebrard (25,8%), una diferencia de 14 puntos.

Adán Augusto López Hernández, con su cara dura pero disciplinado como buen político formado en el priísmo, se posicionó en el tercer lugar con un modesto 11.2% y Gerardo Fernández Noroña, con escasos recursos, muy cercano se situó en cuarto con el 10.6%. Se quedó muy corto con relación a sus pronósticos optimistas que lo animaban a asegurar que remontaría los momios de los punteros. Su antigüedad en las filas de la izquierda era su principal plus y el “único precandidato del pueblo”.

El güero verde, Manuel Velasco, se dio por bien votado (7.1%) pues con el quinto lugar rebasó al otro rebelde decaído Ricardo Monreal que cayó hasta el último lugar (5.9%). Al senador con licencia se le vio compungido, casi no aplaudía y a veces lo hacía con desgano. Era la segunda vez que sucumbía frente Claudia.

La dirigencia morenista y el Consejo Nacional desecharon las quejas del equipo de Marcelo Ebrard, validaron la consulta interna y con ello, seguramente, las instancias partidistas rechazarán cualquier denuncia o petición de investigación sobre las inconsistencias que fueron entregadas ayer con base en testimonios que dan cuenta de que “sí hubo una operación en favor de Claudia (Sheinbaum) evidente”.