Política Global

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  • Marko Cortés se exhibe como una lacra política
  • ”Alito” Moreno, su socio de marrullerías, lo vuelve a chamaquear
  • Coahuila: negocio fallido para el de camisa azul y manos sucias

Juan Barrera Barrera

Hemos dicho en este espacio que la política es impredecible y de sorpresas. Esta semana ha sido intensa de novedades y escándalos en la que las coaliciones políticas se han visto directamente involucradas, situación bochornosa que de alguna manera les baja sus defensas.

La semana política abrió con la denuncia de la ex directora de la recientemente desaparecida empresa noticiosa oficial, propiedad del Estado mexicano, Notimex, Sanjuana Martínez, contra la Secretaría del Trabajo y de Gobernación, que según escribió en su artículo del diario La Jornada, el lunes 8, le pidieron el 20 por ciento de las liquidaciones que les correspondía a los trabajadores del SutNotimex para destinarlos a la campaña de Claudia Sheinbaum.

A estos hechos tenemos que sumar la crisis interna en Movimiento Ciudadano por el registro de la candidatura del diputado Jorge Álvarez Máynez, como precandidatito único a la presidencia de la República, lo que generó un choque directo con el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro; y luego la ruptura de la coalición “Va por Coahuila” y en Tamaulipas. Y otros más, pero por ahora solo abordaremos el tema Coahuila.

PAN busca el bien común y hace negocios con la política

Lo sucedido en la alianza PRI-PAN-PRD en ese estado norteño que ganó la elección para gobernador el año pasado con el candidato del tricolor Manolo Jiménez, es muy significativo porque nos indica el nivel de degradación al que algunos dirigentes han llevado el ejercicio político y a sus institutos políticos.

No sabemos si Marko Cortés Mendoza actuó inocentemente o fue producto de su desesperación. Haber dado a conocer públicamente los acuerdos entre su partido, el PAN y su aliado natural, el PRI, en el que éste se compromete a cederle varias posiciones tanto políticas (candidaturas a diversos cargos de elección popular en las elecciones estatales venideras, direcciones, registros civiles, notarias, órganos autónomos y judiciales (ratificación del magistrado Bernardo Morales, ex dirigente del PAN en Coahuila).

El documento que hizo publico el líder blanquiazul está firmado por él y por el dirigente del PRI, Alejandro Moreno. El chiapaneco volvió a “chamaquear” a su socio azul, que ha demostrado ser un pésimo líder político, que no merece estar en esa posición. Lo sostienen porque realmente el panismo es un partido que se ha debilitado enormemente y por ello el michoacano se ha dedicado a negociar para su él y su círculo cercano, siguiendo el ejemplo de Alejandro Moreno.

La firma de Manolo Jiménez también aparece junto a la de los dos dirigentes en la negociación en la que se reparten hasta direcciones de escuelas públicas, tal vez no les alcanzó el tiempo para negociar el servicio de limpia. Encima de eso, el gobernador ha roto la alianza, ha dejado fuera al PAN de la coalición para las elecciones locales: el PRI caminará con el PRD y UDC. Unidad Democrática de Coahuila tenía platicas con Morena, pero se retiró de la mesa argumentando que los guindas quieren imponer candidato en Acuña.

Con que cara puede Marko cuestionar a los gobernantes guindas sino le alcanza su doble moral. Al exhibir a su impresentable socio priísta por no haberle cumplido, al mismo tiempo se exhibe asimismo como un vividor de la política que encontró en la persona de “Alito” Moreno a su mejor socio, aunque más abusado, y cuando ellos hacen alianzas no piensan en ti, o en tu familia, mucho menos en México, sino en ellos mismos.

Marko Cortés ya no guarda las formas, al exhibir el documento de reparto del botín coahuilense con Moreno Cárdenas, muestra su cinismo sin recato alguno. El dirigente azul, desde 2018, ha acabado con la poca ética que le quedaba al PAN. Cómo saldrán los panistas a pedir el voto para su formación política y sus candidatos. Lo van a hacer, pero de ahí a que los acepten, hay mucha dignidad de los votantes de por medio.

El PAN, ni mucho menos el PRI, ha podido recuperar la confianza de los electores ni de sus seguidores. La estrategia política que ha seguido su candidata Xóchitl Gálvez de golpear a López Obrador y las acciones de gobierno no les ha dado los resultados esperados y AMLO sigue tan campante con su popularidad.

Coahuila, un negocio político fallido para el de camisa azul

La alianza Fuerza y Corazón por México está sostenida por el sentido de sobrevivencia política. No los mueve una verdadera vocación democrática. Su abanderada Xóchitl Gálvez ha de estar arrepentida de haber aceptado la aventura de representar a dos partidos que no se pueden quitar el sello de corruptos.

El mentor político de esa coalición opositora, el empresario Claudio X. González, de plano ha metido la cabeza como los avestruces, tal vez no quiere seguir observando cómo se va cayendo su producto político que ha ido de más a menos, pues ya no conecta con la gente, se le acabó la chispa, la frescura. La senadora hidalguense carga en sus hombros con tres pesos muertos políticamente.

La negociación de Coahuila fue un negocio fallido para Cortés Mendoza y los líderes opositores le vuelven a dar la razón a López Obrador que los crítica porque actúan como una verdadera mafia. Y Movimiento Ciudadano los pone como ejemplo de la vieja política que le hace daño al país, a la sociedad y que debe ser reemplazada por lo nuevo que los anaranjados dicen representar.

Marko no tiene vergüenza, en un partido democrático (el PAN se dice ser un partido humanista que busca el bien común) el dirigente ya hubiera renunciado y tal vez hasta expulsado por esas vergonzosas transacciones que sin rubor ahora exhibe y se exhibe el líder blanquiazul. Pero no pasará nada, el de la camisa azul y manos sucias ya se protegió al poner su nombre a la cabeza de la lista de los candidatos a senadores. Se puso listo y se dio un premio por adelantado.